miércoles, 27 de agosto de 2025
La Danza Macabra II
martes, 26 de agosto de 2025
La Danza Macabra
Al cabo de un par de semanas de silencio oficial los españoles empezaban a sospechar que los constantes incendios de los montes de media España no podían ser una casualidad o una consecuencia imprevisible de lo que antes se llamaba "la pertinaz sequía". Ahora ya las autoridades, siempre serias y los periodistas también adustos, empiezan a reconocer que hay pirómanos (o sea, hideputas) detrás de casi medio millón de hectáreas quemadas. O sea que andamos cerca del 1% de nuestra patria incendiado por delincuentes y asesinos de 8 personas por ahora.
Además, el Ministerio de Interior acaba de anunciar que el número de detenidos alcanza ya los 48 y son 134 los investigados por la Guardia Civil y la Policia Nacional. Esperemos que cuando esos casos lleguen a los jueces, estos no se laven las manos. Por de pronto no se facilitan nombres. Ni se aclaran causas y consecuencias de los delitos cometidos. Claro que no, sería una injusticia prejuzgar los actos que han llevado la muerte y la ruina a 411.315 hectáreas hasta el día de hoy.
Pero la Danza Macabra continúa, ante la indiferencia casi universal. Salvo la alegria de los que medran.
miércoles, 13 de agosto de 2025
Los hideputas hacen su agosto
Un verano tan caluroso como este del 2025 debe de alegrar a los incendiarios. Sin duda, esa subespecie de los hijos de puta estará haciendo su agosto, prendiendo fuego con el mínimo esfuerzo a miles y miles de hectáreas, causando muertes humanas y destrozos sin fin en otras especies domésticas o agrestes, animales o vegetales. Hasta ahí nada de ello es novedoso en los comportamientos humanos al menos desde el Pecado Original. Pero lo importante es que cada vez más la impunidad de los delincuentes impera en España.
En este asunto, como en otros, ayudaría a mantener un mínimo orden frente a la delincuencia el que se hicieran públicas todas las estadísticas que hacen al caso:
Nombres de los detenidos, nombres de los acusados, nombres de los condenados y penas. Y, sobre todo, duración del cumplimiento de la pena. Que yo sepa una de las peculiaridades de nuestro Estado de Derecho es que es muy parco en informar de las sentencias judiciales y en especial de su grado de cumplimiento.
En fin, cada vez más cabe preguntarse si España, que sin duda es una Democracia, es también un Estado de Derecho.
Enlaces relacionados:
El calor y la mala sangre (2022)
¿Por qué arde España? (2021)
La tragedia recurrente (2019)
Fuego, crimen y castigo II (2017)
Fuego, crimen y castigo (2016)
Los hideputas hacen su agosto (2015)
Verano de bochorno (2015)
De nuevo la infamia impune (2014)
Más hideputas que pirómanos (2013)
España pronto en llamas (2013)
"España está que arde" y "Algo suyo se quema" (2012)
Más canallas impunes (2012)
Sigue la impunidad de los canallas (2012)
Otra falacia patética (2010)
La herida infectada (2010)
La impunidad de los canallas (2009)
¿Cleptocracia o pulcrofobia? ¿O simple amnesia colectiva? (2009)
Otra falacia patética (2008)
viernes, 1 de agosto de 2025
Ortega, homo universalis
Se ha dicho de Don José Ortega y Gasset que era hombre de mal genio y buen carácter. Nada, pues, comparado con Unamuno, a quien el propio Ortega llamó energúmeno, tal vez por aliteración.
Quizá por eso a algún gracioso pudo recordarle al personaje bipolar de Robert Louis Stevenson, Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Mi padre pensaba lo contrario, que el eminente profesor era bastante apacible, como lo demostró en una larga travesía marítima de Barcelona a Buenos Aires. Se fue creando una pequeña tertulia en la cubierta donde Ortega llevaba la voz cantante. Un buen día la conversación versó sobre los toros y Don José lució toda su retórica brillante pero con poca base en el arte del toreo. Ya al final le preguntó a mi padre qué pensaba él sobre sobre lo allí dicho, a lo cual le contestó entre tímido y malhumorado:
- Profesor, yo pienso que usted sabe muchísimo de filosofía...Pero de toros...sabe poco.
Don José mostrose ofendido y mi padre nunca se convenció de haber obrado como es debido hablando con un gran sabio.
A fin de cuentas, a todos nos gusta más presumir de algo ajeno a nuestra profesión que de jactarnos de lo que de verdad sabemos. Entre el homo universalis y el fantasma no hay más que un paso.