Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: 2023

jueves, 4 de mayo de 2023

El desasosiego de Pessoa

 



    "Nací en un tiempo en que la mayoría de los jóvenes había perdido la creencia en Dios, por la misma razón por la que sus mayores la habían tenido —sin saber por qué. Y entonces, como el espíritu humano tiende naturalmente a criticar porque siente, y no porque piensa, la mayoría de los jóvenes escogió a la Humanidad como sucedáneo de Dios. Pertenezco, sin embargo, a aquel género de hombres que están siempre al margen de aquello a lo que pertenecen, no viendo sólo la multitud de la que son parte, sino también los grandes espacios que hay al lado. Por eso ni abandoné a Dios tan ampliamente como ellos, ni acepté nunca a la Humanidad. Consideré que Dios, siendo improbable, podría existir, pudiendo por lo tanto deber ser adorado; pero que la Humanidad, siendo una mera idea biológica, y no significando más que la especie animal humana, no era más digna de adoración que cualquier otra especie animal. Este culto a la Humanidad, con sus ritos de Libertad e Igualdad, me pareció siempre una revivificación de los cultos antiguos, donde los animales eran como dioses, o los dioses tenían cabezas de animales"¹.

Fernando Pessoa
Libro del desasosiego
Autobiografía sin acontecimientos
Traducción de Perfecto E. Cuadrado (2013)


    Buena parte de los españoles tiene complejo de superioridad frente a los portugueses y complejo de inferioridad frente a los catalanes. Doble error. Pessoa, coetáneo de nuestra Generación del 98, es superior a casi todos nuestros noventayochistas. 

    No sólo es superior a los nuestros sino a casi todos los demás que ando leyendo o releyendo últimamente. Sospecho que ello se debe a que no tenía doble personalidad sino por lo menos setenta y una personalidades. Descubrió que era posible multiplicar las personalidades creando lo que dio en llamar heterónimos. Cada uno tenía su nombre y su vida y características propias, pero siempre próximas a Pessoa. Eran, en verdad, sus prójimos más próximos.

       Lo dejó bien claro desde el principio: 

    "Nos volvemos esfinges, aunque falsas, hasta el punto de no saber ya quiénes somos. Porque, por lo demás, nosotros lo que somos es esfinges falsas y no sabemos lo que realmente somos. El único modo de estar de acuerdo con la vida consiste en estar en desacuerdo con nosotros mismos. Lo absurdo es lo divino"².

    No se crea que Pessoa era un personaje del teatro del absurdo, y ni siquiera un autor del teatro del absurdo. Tenía sentido del humor. No sé si el sentido del humor portugués es parecido al gallego pero supongo que sí. Además Pessoa, por motivos personales y de su vida en África del Sur, era trilingüe, en portugués, inglés y francés, y en las tres lenguas escribió:

    "Estoy escribiendo, a fin de cuentas, como fuga y refugio. Evito las ideas. Olvido las expresiones exactas, y ellas se me abrillantan en el acto físico de escribir, como si fueran producto de la pluma misma. De lo que pensé, de lo que sólo sentí, sobrevive, oscuro, un deseo inútil de llorar". 

    Sí, Pessoa desea llorar y sabe llorar. Pero también reír: 

    "Fingir es amar. No veo nunca una hermosa sonrisa o una mirada significativa que no intente adivinar, de repente, y venga de quien venga la mirada o la sonrisa, quién es, en el fondo del alma ante la cual se sonríe o se mira, el político que nos quiere comprar o la prostituta que quiere ser comprada. Pero el político que nos compra deseó,al menos, comprarnos; y la prostituta que compramos deseó por lo menos ser comprada. No podemos huír por más que lo intentemos, de la fraternidad universal. Nos amamos todos los unos a los otros, y la mentira es el beso que mutuamente intercambiamos"³.
    









¹ "Nasci em um tempo em que a maioria dos jovens haviam perdido a crença em Deus, pela mesma razão que os seus maiores a haviam tido — sem saber porquê. E então, porque o espírito humano tende naturalmente para criticar porque sente e não porque pensa, a maioria desses jovens escolheu a Humanidade para sucedâneo de Deus. Pertenço, porém, àquela espécie de homens que estão sempre na margem daquilo a que pertencem, nem vêem só a multidão de que são, senão também os grandes espaços que há ao lado. Por isso nem abandonei Deus tão amplamente como ele, nem aceitei nunca a Humanidade. Considerei que Deus, sendo improvável, poderia ser, podendo pois dever ser adorado; mas que a Humanidade, sendo uma mera ideia biológica, e não significando mais que a espécie animal humana, não era mais digna de adoração do que qualquer outra espécie animal. Este culto da Humanidade, com seus ritos de Liberdade e Igualdade, pareceu-me sempre uma reviviscência dos cultos antigos, em que animais eram como deuses, ou os deuses tinham cabeças de animais". 

 Fernando Pessoa (1888-1935)
Livro do Desassossego (publicado en 1982)

   ² "Tornarmo-nos esfinges, ainda que falsas, até chegarmos ao ponto de já não sabermos quem somos. Porque, de resto, nós o que somos é esfinges falsas e não sabemos o que somos realmente. O único modo de estarmos de acordo com a vida é estarmos em desacordo com nós próprios. O absurdo é (o) divino".
Livro do Desassossego 

  ³  "Fingir é amar. Nem vejo nunca um lindo sorriso ou um olhar significativo que não medite, de repente, e seja de quem for o olhar ou o sorriso, qual é, no fundo da alma em cujo rosto se sorri ou olha, o estadista que nos quer comprar ou a prostituta que quer que a compremos. Mas o estadista que nos compra amou, ao menos, o comprar-nos; e a prostituta, a quem compremos, amou, ao menos, o comprarmo-la. Não fugimos, por mais que queiramos, à fraternidade universal. Amamo-nos todos uns aos outros, e a mentira é o beijo que trocamos".

Livro do Desassossego 

martes, 11 de abril de 2023

El Festín del Rey Baltasar (II)

John Martin, Belshazzar's Feast, c. 1821, Yale Center for British Art
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Ustedes perdonen pero hasta ahora no he caído en la cuenta de la hondura y magnitud del cataclismo en pleno Festín del Rey Baltasar. Vuelvo al terrible Festín para mostrar cómo lo vio John Martin hace ahora 200 años. El pintor inglés, muy despreciado en su época y ahora también por los entendidos y refinados, fue muy apreciado por la gente sin instrucción como quien esto escribe. 

Pero nadie, por muy entendido y refinado que sea, puede incluir en su desprecio al Profeta Daniel. Esta es su descripción de la hecatombe, tal como la relata la Biblia de 1569, la primera en español, traducida por Casiodoro de Reina, conocida como la Biblia del Oso. 


Daniel 5 - La escritura en la pared

1 EL Rey Balsaſar hizo vn gran vanq̃te à mil de ſus principes, y contra todos mil beuia vino.

2 Balsaſar mandó con el guſto del vino, q̃ truxeßen los vaſos de oro y de plata que Nabuchodonoſor ſu padre truxo del Tẽplo de Ieruſalẽ, paraq̃ beuießen con ellos el Rey y ſus principes, ſus mugeres, y ſus concubinas.

3 Entonces fueron traydos los vaſos de oro q̃ auian traydo del Templo, de la Caſa de Dios que eſtaua en Ieruſalem, y beuieron conellos el Rey y ſus principes, ſus mugeres y ſus concubinas.

4 Beuieró vino, y alabaron à los dioſes de oro, y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de piedra.

5 En aquella miſma hora ſalierõ vnos dedos de mano de hombre, y eſcriuian delãte del candelero ſobre lo encalado dela pared del palacio real, y el Rey via la palma dela mano que eſcriuia.

6 Entonces el Rey ſe demudó de ſu color, y ſus penſamientos lo turbaron: y las coyunturas deſus lomos ſe deſcoyuntarõ, y ſus rodillas ſe batian la vna conla otra.

7 El Rey clamó à altaboz que hizießen venir Magos, Chaldeos, y Adiuinos. Habló el Rey, y dixo à los ſabios de Babylonià, Qualquiera que leyere eſta eſcriptura, y me moſtrâre ſu declaracion, ſerá veſtido de purpura, y aurá collar de oro à ſu cuello, y enel reyno ſe enſeñoreará el tercero.

8 Entonces fueron metidos todos los ſabios del Rey, y no pudieron leer la eſcriptura, ni moſtrar àl Rey ſu declaracion.

9 Entonces el Rey Balsaſar fue muy turbado, y ſus colores ſe le mudârõ, y ſus principes ſe alterâron.

10 La Reyna, por las palabras del Rey y de ſus Principes, entró à la ſala del vanquete. habló la Reyna y dixo, Rey para ſiempre biue, No te aßombren tus penſamientos, ni tus colores ſe demuden:

11 En tu Reyno ay vn varon enel qual mora el eſpiritu de los angeles Sanos: y en los dias de tu padre ſe halló enel lumbre, y intelligencia, y Sabiduria, como ſciencia de los angeles: àlqual el Rey Nabuchodonoſor tu padre conſtituyó principe ſobre todos los Magos, Aſtrologos, Chaldeos, y Adiuinos: el Rey tu padre:

12 Por quanto fue hallado enel mayor eſpiritu, y ſciencia, y entendimiento, declarando ſueños, y deſatando preguntas, y ſoltando dubdas, es à ſaber en Daniel: àl qual el Rey puſo nombre Balthaſar. llameſe pues aora Daniel, y el moſtrará la declaracion.

13 Entonces Daniel fue traydo delante del Rey. Y habló el Rey, y dixo à Daniel: Eres tu aquel Daniel de los hijos dela captiuidad de Iudá, que mi padre truxo de Iudá?

14 Yo he oydo de ti que el eſpiritu de los angeles Sanos eſtá en ti, y que en ti ſe halló lumbre y entendimiẽto, y mayor ſabiduria.

15 Y aora fueron traydos delante de mi ſabios, aſtrologos, que leyeßen eſta eſcriptura, y me moſtraßen ſu declaracion: y no han podido moſtrar la declaracion del negocio.

16 Y yo he oydo de ti que puedes declarar las dubdas, y deſatar difficultades: Si aora pudieres leer eſta eſcriptura, y moſtrarme ſu declaraciõ, ſerás veſtido de purpura, y collar de oro ſerá pueſto en tu cuello, y enel Reyno ſerás el tercer Señor.

17 Entonces Daniel Reſpondió, y dixo delante del Rey: Tus dones ſeanſe para ti, y tus preſentes da los à otre. La eſcriptura yo la leeré àl Rey, y le moſtraré la declaracion.

18 El Altißimo Dios ô Rey, dió à Nabuchodonoſor tu padre el Reyno, y la grandeza, y la gloria, y la hermosura.

19 Y por la grandeza que le dió, todos los pueblos, naciones, y lenguajes temblauan y temian delante deel. Los queel queria, mataua: y à los que queria, daua vida: loſque queria, engrandecia: y loſque queria, abaxaua.

20 Mas quando ſu coraçon ſe enſoberueció, y ſu eſpiritu ſe endureció en altiuez, fue depueſto de la ſilla de ſu Reyno, y traſpaßaron deel la gloria.

21 Y fue echado de entre los hijos de los hombres: y ſu coraçon fue pueſto con las beſtias, y con los aſnos mõteſes fue ſu morada. Yerua, como à buey, le hizierõ comer, y ſu cuerpo fue teñido conel rocio del cielo: haſta que conoció queel Altißimo Dios ſe enſeñorea del reyno de los hombres, y àlque quiſiere, pondrá ſobreel.

22 Y tu ſu hijo Balsaſar no humillaſte tu coraçon, ſabiendo todo eſto:

23 Y cõtra el Señor del cielo te has enſoberuecido: y heziſte traer delante de ti los vaſos de ſu Caſa, y tu, y tus principes, tus mugeres, y tus concubinas, beuiſtes vino enellos: demas deeſto à dioſes de plata y de oro, de metal, de hierro, de madera, y de piedra, que ni veen ni oyen, diſte alabãça: Y àl Dios, en cuya mano eſtá tu vida, y ſon todos tus caminos, nunca honrraſte.

24 Entonces de ſu preſencia fue embiada la palma dela mano, que eſculpió eſta eſcriptura.

25 Y la eſcriptura que eſculpió es MENE, MENE, THECEL, VPHARSIN.

26 La declaracion del negocio es, MENE, Cõtó Dios tu Reyno, y ha lo cumplido.

27 THECEL, Peſado has ſido en balança y fueſte hallado falto.

28 PERAS, tu Reyno fue rompido y es dado à Medos y Perſas.

29 Entonces, mandandolo Balsaſar, viſtieron à Daniel de purpura, y en ſu cuello fué pueſto vn collar de oro: Y apregonaron de el, que fueße el tercer Señor en el Reyno.

30 La miſma noche fué muerto Balsaſar Rey de los Chaldeos.

31 Y Dario de Media tomó el Reyno ſiẽdo de ſeſenta y dos años.


La Biblia del Oso RV 1569



viernes, 7 de abril de 2023

El Festín del Rey Baltasar

El Festín del Rey Baltasar, Rembrandt (1635-1638). National Gallery, Londres.
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Un viejo cascarrabias, muy querido amigo, al que llamaré Baltasar, me convidó a almorzar el otro día en su casa para contarme su nuevo plan de lectura. Con mucha seguridad y no poco malhumor, mi anciano amigo declaró: 

– Nada de pensamientos crepusculares o ensayos otoñales. Escribo en el invierno de mis 81 años, con poca melancolía y nada tampoco de Random thoughts of a Fascist Hyena, como tituló Constantine Fitz Gibbon su libro de ensayos, asumiendo con ironía el insulto que le había dirigido un periodista progre. Me propongo si acaso oscilar entre las verdades incómodas y el placer de la transgresión...  
– Hombre, Balta, parece que te has hecho un profeta postmoderno – interrumpí.  
– ¿Y por qué? 
– Lo digo por lo de la transgresión.  
– ¡Qué diantre de transgresión! He decidido decir la verdad de mis gustos y, ante todo, disfrutarlos. Cállate y escúchame.  
    
Balta carraspeó, se caló las gafas, leyó un papel arrugado y declamó con buenos modos escénicos: 

Los pesimistas tan sólo somos unos optimistas exorcistas. Creemos que con el anuncio de catástrofes las conjuramos.  

La verdad es que me gustó ver a mi amigo reconociendo sus tendencias teatrales. Tras declarar que eso no era más que un prólogo, me entregó una holandesa de buen gramaje con unos párrafos escritos con letra cursiva inglesa:                                                                       

La lengua española es superior a la literatura española.  
La lengua inglesa es inferior a la literatura inglesa. 
En cuanto al francés, es inferior al español y superior al inglés.

Pero según el género literario habría que precisar: la novela francesa es inferior a la novela inglesa y superior a la novela española (salvo el Quijote).

En cuanto al teatro, el teatro español de los siglos XVI y XVII es sin duda superior al teatro francés y al teatro inglés. Pero con una excepción, Shakespeare.  

– La lingüística comparada queda clara en esos cinco apotegmas señeros– me explicó Balta. 

***

Abel era Neandertal. Caín era Cromañón. Los hombres de hoy descendemos de Caín en más de un 95%. Es natural: "the survival of the fittest" constatado por Darwin arranca del primer fratricidio. 

– Esto último es un fácil resumen de la historia de los últimos milenios del género humano y otros competidores – insistió mi amigo.

***  

Se agradece la curiosidad del amigo que nos asegura haber comprado nuestro libro.  
Se desprecia al autor que nos regala su libro.
Se considera superior, pues, la curiosidad a la generosidad.

– Y con estos aforismos queda explicada la naturaleza real de las dos tribus humanas que compiten en bajeza y estupidez: escritores y lectores – resumió Balta, apurando su taza de café. 


lunes, 27 de marzo de 2023

Cosas que ojo no vio, ni oído oyó

        La Anunciación cayó este año en el Sábado, 25 de marzo. Como debe ser pero no siempre es, nueve meses justos antes del día de Navidad. Pero no pude celebrarlo anteayer y lo hago ahora con todo el amor y el respeto que se merece lo inefable, tal como Leonardo da Vinci y Carlo Crivelli lo vieron hace medio milenio y mucho antes San Pablo lo describió. 

    El cuadro de Crivelli es tan hermoso y tan original en su perspectiva que todos los otros pintores parecen toscos a su lado y carentes de misterio, salvo la Anunciación de Leonardo. Crivelli parece sentir vértigo de la reciente innovación óptica. 

    Aunque es cierto que todas las imágenes de la Anunciación durante el Renacimiento y los comienzos del Barroco son bellas. Salvo la única Anunciación fea, la del Greco. Está en el Japón.


La Anunciación, por Carlo Crivelli, 1486
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La Anunciación, por Leonardo da Vinci, circa 1472-1475,
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Grabado de Otto van Veen, 1660, citando a San Pablo, 1 Corintios 2:9
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    La cita de San Pablo que recoge el grabado resume la visión apofática de Dios: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó.


viernes, 17 de marzo de 2023

Liturgia de los días. Un breviario de Castilla

  


   Había pensado escribir largo y tendido sobre Climent (Nomem est omen? Tan sólo a medias, por fortuna). Lo he hecho en otras ocasiones¹.

    Pero encuentro un par de páginas en su nuevo libro, Liturgia de los días. Un breviario de Castilla, que resumen a la perfección su ser y su estar. Esto último ya lo indica el título del ensayo: el autor es y está en Castilla. El ermitaño, el impedido, el preso, y aun el desterrado tienen suerte si el lugar de su retiro o reclusión es hermoso, melancólico a veces, casi siempre silencioso y nunca del todo solitario.

    Por fin un reaccionario como Dios manda, un reaccionario como deberíamos ser todos los demás: culto, amable y tan sólo un poco cabreado. En su libro deambula, narra, columbra... Y siempre hay método en su locura:

    "Though this be madness, yet there is method in't." Hamlet, Acto II, Escena II. 


    Valga la siguiente cita de José Antonio Martínez Climent para ilustrar esta reseña mil veces mejor que con palabras mías:

       Por lo que respecta al Reino de las Sombras, me pregunto una vez más si la Iglesia postconciliar no habrá desperdiciado al Maligno en una imaginería demasiado psicológica, maniquea, un tanto pueril. El magnífico demonio Lucifer (que, pese a todo, sigue siendo el hijo predilecto de Dios Padre, encarnando Su Voluntad hacia la Tierra, sería un formidable rival para Prometeo; puede que el único verdaderamente capaz de arrinconarlo, aunque no de vencerlo. Sin embargo, el tremendum social que conmueve, dispone y moviliza el alma postconciliar convoca a Satanás cayendo como un rayo sobre nosotros para ejercer su labor de gusano. Alejándose de estas posiciones puritanas, moralistas, sería posible acoger a Lucifer como Gracia Descendente. Gracia siempre melancólica a causa de la Caída; dolor para él insalvable, que aún así no le impediría ejecutar Su Voluntad: capitanear una lucha a muerte, perdida de antemano, contra los Titanes y sus ejércitos. 

    Citaré igualmente entre a las alternativas a Ramón Llull, quien deja escrito en su Llibre de l'ordre de cavalleria que los nobles están en la obligación de orientar sus acciones por el camino de la «justicia, sabiduría, caridad, lealtad, verdad, humildad, fortaleza, esperanza, experiencia y otras virtudes semejantes a estas»; ni la arquitectura del hombre virtuoso ni la del caballero requieren de la moral, sino del ejercicio entre deportivo y militar de un cierto código literario en el que no tiene sitio el pensamiento. De modo que podemos preguntarnos: ¿Qué deja al descubierto la moral cuando se la retira amablemente del terreno de juego? Entre otros, estos: la casaca rosa y plata del príncipe de Ligne. 

    Charles Joseph de Ligne sabía que todo empeño es vano pero que en todo afán cabe una forma bella. Sabía también que escatimar la elegancia que todo lo redime es el pecado peor que pueda cometer el hombre, y que en lo efímero de esa gallardía hay un poso de verdad y de duración. De entre tantas como dejó, quizá no sólo la más pertinente sino la más atrevida sea la forma que creó una soleada mañana de septiembre de 1778 en los claros de Gezoway cuando cabalgaba junto a su hijo Charles bajo el fuego de los mosquetes prusianos. Viéndolo sonreír al avanzar a todo galope alargó la mano para coger la suya y, espoleando un poco más a la montura, le dijo: «sería hermoso, ¿o acaso no?, que nos hiriese la misma bala». Su hijo tenía entonces nueve años ². 





¹ Enlaces relacionados

Portentos y presagios de la fenología     

Botones de muestra XXX        

Botones de muestra (XXXIII)           

Entre líneas y a contracorriente. Bitácora 2008-2018         

Nueve liberales reaccionarios                   

²  Op. cit página 80 y ss.                          

martes, 21 de febrero de 2023

Liberales Reaccionarios (II)

      La tontería no va por barrios, se derrama por todo el plano.

    El otro día me encontré en la calle a mi mejor amigo, un viejo liberal reaccionario. Sin dilación, fui al grano.  Le pregunté por qué las tonterías de moda más notables en cierta derecha son éstas:

 El Presidente que fue, Sr. Trump, es bueno.
  El Cambio Climático, no existe.
   La Masonería, es poderosa.
  Ucrania, es mala.     
 
– ¿Será porque esa es la derecha reaccionaria? – pregunté al viejo liberal reaccionario.
– No, la extrema derecha no es reaccionaria. 
–¿No? ¿Y los fascistas?
–Menos aún. Los fascistas son revolucionarios y la extrema derecha también.
–¿Y los conservadores?
–Los conservadores tan sólo quieren conservar su monedero.
–Y entonces, ¿qué son los reaccionarios?
–“Ser reaccionario es haber aprendido que no se puede demostrar, ni convencer, sino invitar”, como dejó escrito Nicolás Gómez Dávila.
–O sea que tú crees que el reaccionario es un ser manso y angelical.
–No, el reaccionario es un ser apacible y algo escéptico que no piensa que las creencias más estúpidas de hoy vayan a cambiar muy deprisa. Citando de nuevo a Gómez Dávila,
“El reaccionario no escribe para convencer.
Meramente transmite a sus futuros cómplices el legajo de un pleito sagrado”.
–Tal como lo describes, el reaccionario es un necio que se mira el ombligo.
–No señor, el reaccionario es hoy alguien como se describe a sí mismo Don Nicolás Gómez Dávila, pensador y escritor colombiano, en la página 1407 y última de sus Escolios a un texto implícito:
   “Escribir es la única manera de distanciarse del siglo en el que le cupo a uno nacer”.
 

    Así pues quedémonos bajo la protección de San Jerónimo y su león para que nos den fuerzas y nos permitan volver a tratar de los liberales reaccionarios de toda época.


San Jerónimo en su biblioteca, 1444, por Colantonio, Museo di Capodimonte
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¹ Enlaces relacionados:

jueves, 9 de febrero de 2023

Miraflores de la Sierra, por Julio Vías

    Como es sabido –aunque poco apreciado– muy cerca de Madrid, una de las capitales de más población en Europa, hay uno de los parajes más hermosos, saludables e insólitos: la Sierra de Guadarrama. Siempre estuvo en peligro de ser recubierta de cemento, coches y tubos de neón. La legislación protegiendo la Sierra de Guadarrama existe, pero siempre está en peligro de ser burlada por otras instancias, supuestamente inferiores como por ejemplo las diversas ordenanzas municipales. 

    Es el caso de Miraflores de la Sierra. Julio Vías, con quien he compartido como aprendiz alguno de sus muchos esfuerzos para evitar el destrozo de nuestro patrimonio natural y paisajístico, relata su actual pugna en Miraflores, en cuyo Ayuntamiento fue concejal. Luchar casi solo nunca es cómodo por muy justa que sea la causa, y lo menos que podemos hacer es apoyarlo dando a conocer el caso. Pido a mis lectores que entren en el siguiente enlace: https://juliovias.blogspot.com/2023/02/sobre-el-injustificable-bloqueo-del.html






    

miércoles, 1 de febrero de 2023

Margarita Salaverría (1911-2000)

    La semana pasada di una conferencia sobre Margarita Salaverría, la primera mujer diplomática de España y tal vez del mundo. Sólo estoy seguro de tres cosas. En primer lugar, de mi afecto y admiración por ella. En segundo lugar, de la superioridad de ella sobre cualquier comentarista y compañero suyo diplomático. Y esa superioridad es mayor aún refiriéndose al autor de estas líneas. Y en tercer lugar, de la importancia de sus hijos Inés y José Argüelles Salaverría al aportar datos sobre su madre, imposibles de encontrar en las pocas fuentes escritas disponibles.

    Pero me atrevo a publicarlas para compartirlas con otros más jóvenes que nunca conocieron su inteligencia, su sentido del humor y su seriedad. También tengo el vídeo de la conferencia pero no sé si lo publicaré. Mi modestia no alcanza el heroismo necesario para mostrar los titubeos y tropiezos propios de la ochentena. 


    Margarita Salaverría, cuando era niña, acompañaba a veces a su padre al Ateneo; ella leía el TBO. También iban al cine; él lloraba. Los que la conocieron saben que tenía un talante afable y sonriente, y sentido del humor. Pero en las fotografías casi siempre aparece con una expresión seria. El contraste entre la realidad y su reflejo en las reproducciones, tal como me recordó alguien aquí presente, era muy común hasta hace cuarenta años; como si las personas contuviesen las muecas y gestos para que no saliera borrosa la negra y blanca imagen fotográfica… 

    Ese contraste entre la realidad y las fotos es en buena medida inevitable casi siempre, pero no del todo indeseable. Ayuda a evitar el error de juzgar indebidamente, tal vez incluso el error de juzgar, a secas. Tan sólo quería añadir que Margarita Salaverría tenía la virtud de la modestia, pero no era humilde. Por cierto que su marido, Jaime Argüelles, coincidía con ella  en ese punto de su talante. Cierto personaje del mundo progresista lo comentó una vez a su hija, tras observar a los dos diplomáticos haciendo cola modesta en Barajas.

    Margarita Salaverría nació el 12 de Marzo de 1911, en Buenos Aires. Su padre era José María Salaverría, y su madre, Amalia Galarraga, vascos ambos por los cuatro costados. 

    Amalia Galarraga nació en San Sebastián en el año 1885. Se sabe poco de su infancia, y tampoco mucho más de su juventud. Tan sólo que se graduó como maestra y que aprendió francés como au pair en un pensionado de señoritas en Francia. Amalia y José María se conocieron en San Sebastián donde se casaron y poco después viajaron de vuelta a la Argentina. 

    Amalia Galarraga era conocida como una mujer feminista, fundadora del Lyceum Club Femenino de Madrid –primera organización cultural creada por mujeres en 1926, con el objetivo de luchar por la igualdad social y jurídica de las mujeres– y tesorera del Comité Ejecutivo del mismo. Amalia estaba rodeada de numerosas mujeres intelectuales del momento como Carmen Baroja y Nessi.La presidenta del Lyceum Club Femenino de Madrid era María de Maeztu, el resto de la junta del club la componían Carmen Baroja, Clara Campoamor, Victoria Kent y Amalia Galarraga como tesorera, entre otras.

“La más maravillosa tesorera y la mejor amiga”, en palabras de Carmen Baroja.

    A principios de 1930 Amalia participó en la fundación de la Liga Femenina Española por la Paz, fruto del congreso de asociaciones pro-Sociedad de Naciones, en el que la Liga quedaba integrada. Esta liga estaba formada fundamentalmente por un grupo de mujeres pacifistas, que en su mayoría eran, también, socias del Lyceum Club Femenino de Madrid.


    José María Salaverría fue definido acertadamente como un hombre de contrastes. Nació en 1873 en el faro de Vinaroz, Castellón, del que su padre era torrero. A pesar de su nacimiento mediterráneo José María era de pura raza vascongada, el padre de Salaverría y los abuelos paternos eran naturales de Álava, mientras que su madre y los abuelos maternos eran nativos de Guipúzcoa. La niñez y adolescencia de José María en ese faro contribuyó decisivamente a la pasión que Salaverría siempre tuvo por las cosas de la mar.

    La soledad y el aislamiento en los que se desarrolla la primera infancia y juventud de José María Salaverría lo predispone a ser un niño soñador y melancólico. Él mismo se confiesa de una timidez enfermiza, seguramente debido a las muchas horas que pasó a solas en lo alto del Monte Igueldo donde su padre había sido trasladado como responsable torrero y al borde de un acantilado. En su soledad cultiva la fantasía y su ansia de conocer otros mundos. 

    Como todo adolescente con inclinaciones literarias probó a escribir poesía antes de, ya con una cierta madurez, centrarse en el ensayo. Su espíritu independiente a ultranza lo hacía a la vez librepensador y conservador, admirador de Nietzsche y de Krause, vasco pero no vasquista. Incluso se pronunció a favor de Clara Campoamor, partidaria del voto femenino, mientras que Victoria Kent se oponía pues sospechaba que las mujeres eran todavía incapaces de decidir sobre sus propios intereses.

    La familia vivió en la Argentina, José María tenía un contrato con el periódico argentino La Nación para escribir una columna diaria. Permanecieron allí hasta 1914, cuando volvieron a Europa. El periódico La Nación le encargó informar desde Europa sobre la Gran Guerra. Margarita acompañó a sus padres en su recorrido por los países en conflicto y guardaba el recuerdo de la aparición en el cielo de París de un gigantesco dirigible alemán, el Zeppelin. También recordaba el caso anecdótico de cómo los taxis de París se movilizaron en masa para ayudar al transporte de las tropas hasta el frente del  Marne. 

    Mientras fue una niña pequeña quedaba a menudo al cuidado de sus tías en San Sebastián. Esa puede ser la razón por la que se sintió siempre muy donostiarra y mantuvo un profundo apego a la bella Easo, lugar en donde veraneó hasta la Guerra Civil.


    La educación de Margarita empezó en el Colegio Alemán de Madrid, actual sede del Instituto Goethe. Cuando tenía siete años volvió, un día de Noviembre de 1918, a casa de la escuela y su padre, sabiendo que Guillermo II acababa de abdicar del trono imperial de Alemania, le preguntó si había habido algo interesante ese día en las clases y la niña contestó que no, pero que al final de la jornada entró el director de la escuela en el aula y quitó el retrato del Kaiser de la pared. Sic transit gloria mundi… 


    Después Margarita fue al Colegio Instituto Escuela, de la Institución Libre de Enseñanza, ya que a Salaverría, atraído por los valores morales e ideológicos del krausismo, le parecía el mejor entorno para educar a sus dos hijas. Ambas, pues, se formaron en un ambiente escolar laico y mixto con salidas al campo para conocer la naturaleza, con sesiones en laboratorios, viajes por España y excursiones a la montaña con esquí y otras actividades. 

    Margarita Salaverría se matriculó en la Facultad de Derecho en Madrid y cursó con brillantez los cinco años entre 1927 y 1932, años convulsos incluyendo la caída de la Monarquía en 1931.

    No todo eran estudios en la vida de Margarita. Su afición al esquí y a las fiestas de juventud le hizo estar siempre rodeada de amigos en un clima de camaradería.  En la foto vemos a Margarita con unos amigos en una representación teatral en casa de los Baroja. La casa de los Baroja, amigos de la familia, fue un centro de reunión del mundo social e intelectual de la época en Madrid, dónde tenían lugar representaciones teatrales de aficionados.  Los Baroja habían fundado una compañía de teatro de aficionados llamada “El Mirlo Blanco”. 


    Muchos de los amigos que Margarita hizo durante su época escolar en el Instituto Escuela y durante su época universitaria,  la acompañaron el resto de su vida. Carmen Marañón, Carmen Ortueta, Gonzalo Menéndez Pidal, Luis Díez del Corral, Soledad Ortega Spottorno, Carmen Castro de Zubiri y Emilio Garrigues Díaz-Cañabate.

    Margarita terminó sus estudios con un brillante expediente académico y se enfrentó al problema de qué profesión elegir. Sin estar muy segura de qué oposición querría hacer tras licenciarse se decidió a acudir a las oposiciones para ingresar en la Carrera Diplomática, que aprobó siendo la primera mujer diplomática y obteniendo el número 15 de los 26 puestos convocados.


    La noticia de Margarita Salaverría como primera mujer del mundo que ingresó en una carrera diplomática fue muy comentada. La prensa iberoamericana en su conjunto y periódicos de América del Norte, Alemania, Francia, Portugal, Austria, Reino Unido, etc. se hicieron eco de esta noticia.

    Muchos periodistas se acercaron a Margarita para entrevistarla. Ella nunca quiso conceder entrevistas porque no consideraba que el hecho de que una mujer ganara las oposiciones podía suponer algo excepcional. Todo lo contrario, para ella ganar las oposiciones no suponía más que la consecuencia lógica de una trayectoria académica que le brindaba un futuro profesional.

    Mientras la noticia vibraba en el mundo periodístico, Margarita no paraba de decir que aquello no tenía relevancia ninguna y que tan sólo se debía a la educación recibida. Esta manera de pensar la llevó a rechazar las solicitudes de entrevista y es curiosa la conversación que mantuvieron Josefina Carabias y Margarita Salaverría en sus primeros años de estudiantes de Derecho:

- ¿De modo que tú vas a estudiar Derecho?

- Si. Empezaré ahora. ¿Y tú también?

- Yo también. La gente dice que no es carrera a propósito para la mujer…

- Si, eso dicen, pero ya veremos. Casi ninguna chica estudia leyes.

- ¡Claro! Si nos dejaran ser jueces, notarios, registradores, como a los hombres…

- A mí lo que más me gusta es la carrera diplomática…

- Pero por ahora no nos dejan ingresar, quién sabe más tarde…

(A propósito, conviene recordar que es frecuente en la prensa confundir Carrera con Cuerpo Diplomático. Margarita Salaverría fue miembro de la Carrera Diplomática. El Cuerpo Diplomático lo constituyen los diplomáticos extranjeros acreditados en una capital).

    En el diario La Voz, de Madrid, apareció con la firma de “un Curioso Impertinente”, medio en serio y medio en broma irónica la suposición de que Margarita Salaverría habría tenido que desobedecer a su padre para concurrir a estas oposiciones dado el carácter retrógrado de Salaverría. Éste desmintió las afirmaciones del “Curioso Impertinente”:  

“Don José María Salaverría nos ruega la publicación de la carta que sigue:

“Señor “Curioso Impertinente”. Mi querido amigo: ¡qué lástima! ¡Qué lástima! ¡Un artículo que le había a usted salido tan bien! ¿Por qué se le ocurrió terminarlo con esa impertinencia tan innecesaria? ¿O es de veras que no conoce la verdad? Lo verdadero es que la señorita Margarita Salaverría no ha tenido que verse “precisada a saltar por encima de algún sentimiento filial, y hasta de la obediencia debida, ya que sus años distan con mucho aún de la mayoría de edad”. He aquí la impertinencia innecesaria.  Como usted frecuenta la amistad de personas que me conocen de antiguo, por ellas podía haberse informado de que eso que usted sugiere es en el caso completamente injusto. La señorita Salaverría, naturalmente, ha hecho las oposiciones a la carrera diplomática con la complacencia y el más vivo interés de su padre. Si el padre escribió acerca del morado de la nueva bandera española, cierto es que después han escrito casi lo mismo del asunto Félix Lorenzo y Miguel de Unamuno; con la diferencia de que a mí me han procesado, y a ellos y a otros muchos, no. ¿Pero qué es esto? Esto es, sencillamente, que la señorita Margarita Salaverría, como su padre, entiende que más allá, y por encima de la política, se encuentra España, y para servir a España lo mejor posible, ha elegido la carrera diplomática. Esto, tan fácil de comprender si se deja a un lado la obsesión o aberración partidista, es lo que le ruega acepte como exacto su afectísimo amigo José María Salaverría.”


    Al mismo tiempo, en el ABC de Madrid del 28 de Febrero de 1933, César González Ruano comentó la noticia de Margarita e hizo hincapié en que José María Salaverría, considerado por la izquierda como el disidente enconado de la Generación del 98 y un cavernícola, resultó ser un “erizo bondadoso” capaz de educar a su hija como una mujer libre, independiente y culta. 

“Atención al sesgo intelectual de su vida; curiosidad a que profese en la Diplomacia la hija de un escritor, que es el escritor menos diplomático del mundo”.

“¡Gran Salaverría! Cómo se cumple, una vez más, la gran verdad del erizo cuidando de las rosas…” César González Ruano.


    Corpus Barga (Andrés Rafael Cayetano Corpus García de la Barga y Gómez de la Serna) escribió en La Nación (Febrero 1933):

    “El que José María Salaverría fuera ministro en China, no tendría nada de particular, pero que su hija Margarita haya sido aprobada en las oposiciones y tenga dentro de unos meses categoría de Secretario de Embajada es un hecho de consecuencias incalculables. Margarita es una muchacha moderna, estudiosa. Un espíritu muy nuevo y bien dotado para la vida. Menos distraída que un muchacho. Más aplicada que él, porque tiene que demostrar que vale más.”

    Tras el final exitoso de las oposiciones de 1933, los 26 que habían obtenido plaza hicieron un viaje por la España meridional y levantina y otro por Europa Central, Alemania, Checoslovaquia y Polonia. 

    La parte del viaje que a Margarita Salaverría le pareció más interesante fue su estancia en Alemania. 

   Debido a la llegada al poder de Adolf Hitler en enero de 1933 y a la progresiva instauración de un régimen totalitario, la sociedad internacional miraba cada vez con mayor atención —y con ansiedad— una posible remilitarización alemana y la amenaza que la acompañaba. 

   Son interesantes las reflexiones que Margarita hace con 22 años sobre la situación política en Alemania, recogidas en su informe presentado al Ministerio de Estado: 

“No puedo ni pretendo juzgar aquí  lo que esta nueva política representa para Alemania. Por un lado, están las estadísticas económicas revelando una notable disminución del paro obrero y de la crisis industrial; está el orden absoluto en toda la nación —aunque ésta puede ser una característica racial más que política, pues nos cuentan que hasta las mismas manifestaciones comunistas y anti-guerras se hacían marcando el paso—; están el contento y el entusiasmo que rebosan las personas con quienes tenemos ocasión de hablar. Pero, por otro lado, no se puede olvidar a los profesores universitarios emigrados o semi-emigrados que hemos visto en Ginebra, ni el imponente cuchillo que, lo mismo que los fascistas italianos, llevan al cinto las juventudes.”


    En la promoción, Margarita trató con sus compañeros, muchos de los cuales tuvieron después carreras muy brillantes. Pedro Cortina, que fue Subsecretario, Embajador en París y después el último Ministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno de Franco, y también Ángel Sanz Briz que se distinguió ayudando a los refugiados judíos que huían de la persecución nacionalsocialista en Budapest. 

    También Francisco García Lorca (hermano de Federico) era miembro de esa promoción y compañero de viaje en sus excursiones. En su diario de viaje se refiere a Margarita en varias entradas y cuenta cómo “Margarita tuvo su primer éxito diplomático, se metió a Miss Gómez en el bolsillo.” La citada Miss Gómez parece que era una estrafalaria señora de origen americano que molestaba a los viajeros.


    Concluidos ambos viajes Margarita se incorporó a su destino en el Ministerio de Asuntos Exteriores en el Departamento de Relaciones Culturales Internacionales que dirigía Don José Ruiz de Arana. 

    Pero sin duda el resultado más importante de estos viajes fue que en ellos surgió una relación amorosa con su compañero de promoción Jaime Argüelles.  Decidieron que la boda sería a finales de 1936. El 18 de julio de ese año Jaime y Margarita salieron de Madrid para pasar el día en la finca segoviana de unos amigos de la familia. Ese día estalló la Guerra Civil y ya no pudieron volver a Madrid hasta tres años después. 

    Margarita emprende la vuelta a Madrid preocupada por su madre,Amalia,  que se había quedado sola allí. Decide utilizar el coche de línea. En el trayecto unos milicianos procedieron a detener el autobús. Desde ese punto ya se podían oír los cañonazos del Cuartel de la Montaña. 

Las angustias de esos momentos las relata así Inés Argüelles:

    “Una de las pasajeras saca un carnet y dice, “Soy Victoria Kent y yo tengo que estar en Madrid, soy diputada”. Entonces los milicianos le dicen “baje y la llevamos nosotros”. Mi madre se acerca a Victoria Kent, a la que conocía personalmente porque había sido secretaria del Instituto-Escuela y compañera de su madre en el Lyceum Club Femenino. Y le dijo, “Victoria, si no le importa, yo me voy a volver, dígale a mi madre que estoy bien, que me quedo en La Granja hasta que las cosas se tranquilicen. Dígale que no se preocupe por mí, que me quedo aquí.” Y Victoria Kent se fue y le dijo eso a mi abuela. Mi madre no pudo entrar en Madrid hasta que se acabó la guerra. Y mi padre tampoco. No pudieron. Mi abuela se quedó sola. Al final consiguió salir a través de la Cruz Roja, pero estuvo dos años en Madrid sola. Mi abuela por miedo a los registros que se sucedían en su casa sin cesar quemó todos los papeles de su marido y de su hija, Margarita Salaverría. Y entonces desapareció muchísima documentación”. Por otra parte, el padre de Margarita Salaverría al principio de la Guerra Civil se quedó en San Sebastián hasta que la ciudad pasó al gobierno de Burgos. 

    Jaime se alistó en el ejército y Margarita fue a Burgos donde se integró en el embrión del Ministerio de Asuntos Exteriores (fue nombrado así para distinguirlo del Ministerio de Estado que había quedado en Madrid). Por orden del 30 de Julio de 1936 – menos de una semana después del comienzo de la guerra – se constituyó un Gabinete Diplomático para informar a la Junta de Defensa Nacional sobre asuntos de su competencia.

    Cuando Margarita consiguió llegar a San Sebastián con su padre y hermana reanudó el contacto con Jaime Argüelles, con quien, en un permiso del frente y tomando un traje prestado se casó en la Iglesia de Santa María el 21 de enero de 1937.

    El día 6 de Septiembre el Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional publicó el nombramiento de Margarita Salaverría, que se incorporó al mencionado Gabinete como el único miembro con categoría de Secretario de Embajada de Tercera.



   En 1938, Margarita pide la excedencia porque está embarazada de su primer hijo. En el año 1939, concluida la guerra, su marido Jaime Argüelles es destinado como Agregado Comercial en la Embajada de España en Lisboa y Margarita lo acompaña con sus dos hijos mayores. Su tercera hija, Margarita, nació en Lisboa.

 En la foto Margarita está de pie inmediatamente detrás del Embajador, Duque de Alba. Detrás de Margarita se ve a Jaime Argüelles, su marido.

   

    Tras su estancia en Lisboa y un breve paso por Madrid, el matrimonio y sus tres hijos viajaron a Londres en 1943. Margarita, que se había reincorporado al servicio, fue  miembro de la Embajada como Secretario de Segunda clase. Son los años de la Segunda Guerra Mundial y de los bombardeos alemanes en la ciudad de Londres y otras ciudades británicas, seguidos por los proyectiles V1 y V2. La vida no era fácil, con racionamiento y escasez de carbón. La familia Argüelles se trasladó a las afueras de Londres, para poner a salvo a sus hijos. Jaime y Margarita viajaban a diario en el tren para ir a la Cancillería. A Margarita, como Secretario de Embajada, le correspondía entre otras funciones cifrar y descifrar los telegramas con Madrid, lo que a menudo obligaba a largas horas de trabajo hasta bien entrada la noche. 

    A pesar de las penalidades con motivo de la guerra guardaron un magnífico recuerdo de los ánimos con los que el pueblo británico afrontaba una situación tan comprometida. La frase que acuñó el Ministerio de Información (propaganda) “Keep calm, and carry on” fuese o no muy usada durante la guerra, es representativa del espíritu que reinaba en un Londres donde aun los teatros se mantenían abiertos.

  Inés Argüelles cuenta: “En Londres, estaban, por ejemplo, en el teatro. Y pasaba encima del escenario un letrero, Alarm, que señalaba un bombardeo. Entonces mi madre cuando vio eso por primera vez, estaba con mi padre y unos amigos, y dijo “Jaime, vámonos” y él “calla, calla”. Y alrededor no se movía absolutamente nadie”. 

 “Mi madre también contaba que mi hermano mayor, que entonces tendría cinco años o seis, decía “papá, mamá, ¿cuándo nos lleváis a ver los bombardeos?, quiero ver cómo caen las bombas”.

    En 1947 volvió el matrimonio Argüelles destinado a Madrid y en 1951, Margarita fue nombrada conservadora del Palacio de Santa Cruz y miembro de la sección de Compras y Oficialía Mayor del Ministerio. En ese puesto le correspondió ocuparse del equipamiento, decoración y mantenimiento de todas las Embajadas de España, tanto de las más antiguas como de las nuevas, que se iban abriendo a medida que el proceso de expansión diplomática provocaba la aparición de nuevos estados, fruto de la descolonización.


    Algunos que han estudiado la singularidad de Margarita Salaverría en la Carrera Diplomática han querido ver un pacto tácito impuesto por las autoridades del régimen, según el cual Margarita aceptó un trabajo en el Ministerio por debajo de su categoría profesional a cambio de mantenerse en el escalafón, a pesar de ser mujer. Nada más falso. El puesto no se crea para ella, existía con anterioridad y venía siendo ocupado por diplomáticos varones y volvió a serlo cuando Margarita lo abandonó.  A pesar de la supuesta misoginia del régimen (el cual por cierto admitió el ingreso de mujeres unos quince años antes de la muerte de Franco, aunque la primera mujer que ingresó después de la guerra no lo hizo hasta 1971), lo cierto es que Margarita pudo conciliar su maternidad y su vida familiar de seis hijos con su vida laboral. Hizo un trabajo que la satisfacía plenamente. Siempre afirmó que en toda su vida profesional se había sentido muy cómoda trabajando en un mundo de hombres donde jamás se sintió discriminada y donde se le dieron todas las facilidades para poder compaginar una vida laboral y familiar.

    Hubiera sido muy fácil para las autoridades del Ministerio en el proceso de depuraciones de la carrera, provocado por la Guerra Civil y la postguerra, eliminar a Salaverría del escalafón,  declarando prohibida la presencia de mujeres en el mismo. Pero eso no ocurrió.

    “Mi madre nunca nos trasladó esa sensación de que por ser mujer la trataron de manera distinta, aunque claro, en esas épocas la preeminencia social era masculina. Y hay que decir que aun cuando después de la Guerra Civil se cierra el acceso que había abierto la República, todos los derechos se respetan. O sea, en ningún momento se plantea que mi madre no pueda seguir ejerciendo en su categoría exactamente igual a la de antes. Lo cual también dice mucho que, aunque cierran la entrada de las mujeres en el cuerpo, no cierran a la mujer que había”,relata Inés Argüelles.

   A partir de 1962, tras 18 años de servicio activo,Margarita Salaverría pide de nuevo la excedencia por asuntos propios hasta su jubilación, que tuvo lugar en 1981. Terminó su carrera con la categoría de Ministro Plenipotenciario de Segunda Clase y estaba en posesión de la Banda de Dama de la Orden de Isabel la Católica (equivalente a la Gran Cruz en los hombres) y la Encomienda de la misma orden. 

    Durante el periodo final de su carrera, Margarita Salaverría se mantuvo en la excedencia y se convirtió en una permanente compañera y apoyo para la vida social y profesional de su marido. Cuando Jaime Argüelles fue destinado a Washington como Embajador, en el Ministerio preguntaron a Margarita si quería ser Consejera Cultural en la Embajada pero ella contestó que el trabajo de la esposa del Embajador en un sitio como Washington iba a ser suficiente carga.  Jaime Argüelles falleció en 1995. 

    Margarita Salaverría murió el 7 de Diciembre  en el año 2000. 

    Cuando Margarita Salaverría entró en la carrera, en 1933, era la única mujer diplomática. Cuando se jubiló en 1981 había doce mujeres en el escalafón de la carrera diplomática. 

   Hoy en día son innumerables las que han superado las oposiciones y desempeñan puestos de responsabilidad en las Embajadas en el extranjero, así como en la Administración central.

    Entendemos que es justo que se le haga un reconocimiento público a quien, sin darse mayor importancia, abrió el camino al resto de las mujeres que quisieron acceder a los cuerpos superiores de la Administración del Estado.