Ayer Domingo 7 de Febrero, dando un paseo por un paraje de singular belleza e interés en flora y fauna en el piedemonte de la sierra del Guadarrama, me encontré con esta escena de devastación y basura plástica que aparece en las fotos adjuntas. El lugar es el cauce del río Ceguilla, cerca de Aldealengua de Pedraza en la provincia de Segovia.
Hace unos seis años se empezó una obra faraónica para hacer una presa en dicho río. El asunto era polémico, pues se trataba de una zona natural protegida por varios conceptos, entre otros el formar parte de la Red Natura 2000. El proyecto estaba financiado en un 65% por fondos europeos, el resto entre otros por la Junta de Castilla y León, y todo ello bajo la dirección del entonces llamado Ministerio de Medio Ambiente a través de la Confederación Hidrográfica del Duero y Aguas del Duero, S.A. La adecuación del proyecto a la legislación vigente fue dudosa, pero su realización no ofrece duda ninguna, ya que ha sido un desastre. Según los carteles triunfalistas que siguen decorando la comarca, la obra tenía que empezar en Mayo de 2004 y su plazo de ejecución era de 18 meses. Seis años después sigue sin haberse completado la ejecución, como puede apreciarse en las fotos.
El embalse sigue sin embalsar un litro de agua, aunque en Octubre del 2007 se inauguró y los periódicos publicaron fotos falsas donde aparecía un lago paradisíaco. Luego nos dijeron que probarían la capacidad de retener agua de la obra faraónica y harían la Estación de Tratamiento de Aguas Potables (ETAP) así como 89 kilómetros de conducciones para abastecer nuevos depósitos por toda la comarca. Pero tampoco aparecen los complementos faraónicos por ningún lado.
Así es que tenemos todos los inconvenientes del proyecto (destrucción a gran escala de la naturaleza) y ninguna de las ventajas anunciadas para los habitantes. Y el colmo es que nadie se ha molestado en limpiar de escombros el valle del arroyo de montaña destrozado. Peor aún, han dejado el lugar desolado sembrado de grandes trozos de plástico y de tuberías también plásticas, que se quedarán allí para toda la eternidad, y que ya en parte están sepultados por la erosión. Nada de ello es biodegradable y todo ello es nocivo, quizá venenoso, en un depósito destinado a dar de beber a toda la comarca.
Hace años que algunos de nosotros hemos avisado de todos estos abusos e irregularidades a las autoridades, empezando por el Ministerio de Medio Ambiente y terminando con la Comisión Europea. Algunos no contestan y otros aseguran blandamente que todo está en regla. Incluso el Defensor del Pueblo Europeo dice que “no considera justificado llevar a cabo una investigación”. Eso sí, ninguna autoridad contesta que ha ido a ver el atropello y comprueba que no existe.
En fin, cuando llegue el día, si es que llega, en que abran ustedes el grifo y aparezca agua quizá transparente pero muy poco de fiar, acuérdense de esto. Y la próxima vez que oigan hablar de “desarrollo sostenible” piensen también en esta desolación inútil, en esta herida sin restañar en las entrañas de la sierra de Guadarrama.
Este artículo lo publiqué en la bitácora llamada Desde la Sierra, en donde pueden ustedes entrar para contemplar las fotografías, tan deprimentes como los hechos descritos:
http://desdelasierradeguadarrama.blogspot.com
PD: Actualización a 15 de Noviembre de 2017. Como no estoy muy seguro de que sobreviva la página llamada Desde la Sierra, recojo de ella las fotografías que aparecieron en la entrada antes mencionada.
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