Orilla del Eresma
se oye un cantar:
ya hay flor en el almendro,
ya por los campos rubios viene Don Juan
Suena bien, un poco cursilón mas no demasiado. Pero ocurre que la linda simultaneidad es imposible. El almendro florece en el Valle del Eresma en Febrero y el trigo está para segarlo en Julio. Es cierto que el romancillo fue escrito hace casi un siglo, cuando el almendro estaba en flor entre Marzo y Abril y la siega de los cereales se alargaba hasta el 15 de Agosto. Pero el caso es que antes o durante el cambio climático ambas sazones están muy distantes.
Resulta, pues, curioso el error propio de ciudadanos que no frecuentan el campo o no lo observan. La autora de los versos es Pilar de Valderrama, musa y discípula de Antonio Machado, que la llamaba mi diosa. Para más inri era terrateniente castellana. Y su maestro era bucólico aunque progre.
Pero ya desde mediados del Siglo XIX los literatos españoles eran del todo ignorantes y casi siempre indiferentes ante la Naturaleza. Hacían gorgoritos líricos, eso sí, pero igual que algunos ateos se santiguaban en la iglesia.
También llama la atención la seguridad que muestra Antonio Machado cuando en carta a Guiomar - apodo de la poetisa - le dice:
También llama la atención la seguridad que muestra Antonio Machado cuando en carta a Guiomar - apodo de la poetisa - le dice:
Ortega tiene indudable talento, pero es, decididamente, un pedante y un cursi. Las dos cosas se dan en él con dosis iguales.
En fin, una vez más se da la razón a Horacio: los escritores son gente irritable. O somos.
Enlaces Relacionados: