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| © El País, 6 de Marzo de 2022. |
«No son fanáticos, sino frenéticos, y a los frenéticos vamos a darles todo el peso de la ley», anunció el gobernador de Querétaro tras la batalla campal registrada en el estadio Corregidora y durante el encuentro liguero entre el Querétaro y el Atlas.
ABC, 7 de Marzo de 2022.
A este respecto me permito reproducir lo dicho en esta bitacora el 27 de Noviembre de 2014, bajo el título
[...] la maldad multitudinaria gratuita es aún más frecuente que la maldad multitudinaria política. Aunque a veces ambas bestialidades coincidan, como en Bizancio, con sus dos bandos, los azules y los verdes, forofos de sus respectivos equipos de aurigas y asimismo partidos políticos y sectas religiosas, pero, ante todo, turbas destructivas.
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| La carrera de cuadrigas, de Alexander von Wagner, 1882. © Manchester Art Gallery |
En una de las ocasiones más sangrientas, en el año 501 A.D., el equipo de los Verdes tendió una emboscada a los Azules en el anfiteatro de Constantinopla, masacrando a 3.000 de ellos.
No se sabe a ciencia cierta cuántos muertos hubo en Querétaro. Parece ser que reina un cierto pudor político al respecto. Se supone que el fusilamiento del Emperador Maximiliano en 1867, también en Querétaro, es más aceptable para la opinión pública porque, ya se sabe, es más políticamente correcto matar a un emperador, como éste:
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| L'Exécution de Maximilien, Édouard Manet, 1868.© Kunsthalle Mannheim |
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Esa educacion ese civismo... Es una virtuf escasa... Dios le bendiga Don Santiago..... Juan viejo
ResponderEliminarNos parecemos mucho a las hormigas. Vi, el verano pasado, una auténtica masacre entre centenares de individuos de Camponotus ligniperda en el monte. Probablemente habían entrado en contacto dos colonias de forma anormal y se desencadenó la respuesta. Individuos con cabezas arrancadas, otros con los abdómenes mutilados, extremidades amputadas, y centenares de muertos. No es usual ver esto en medio de un camino, y me sorprendió por la crudeza viniendo además de una especie no especialmente violenta,y menos mal.
ResponderEliminarLa diferencia con las masacres del género humano difieren, claro está, en forma pero no sé si en fondo tanto como creyeron durante largos tiempos los etólogos. Durante el naufragio del RMS Titanic pudieron verse todas las posibles reacciones de los individuos humanos frente al peligro y ante una muerte segura. Desde la heroicidad al vilismo y desde la cobardía, al valor. En los casos en los que los individuos, además, se rigen por respuestas de tipo gregario la peligrosidad aumenta exponencialmente, es como si el individuo desapareciese abducido por otra identidad cuyo raciocinio no obedece a ley moral. No me extenderé. Jamás soporté a los tumultos, en forma alguna. Frente a ellos, Dios nos ampare.
A su servicio.
Sobre el Emperador Maximiliano.
ResponderEliminarNoticias del Imperio de Fernando del Paso.
Obra mágica.
Es revelador el detalle de la chusma curiosa que disfruta contemplando la ejecución desde el otro lado de la valla.
ResponderEliminarNo hay más que recordar lo era el patio del colegio, un Titanic sin naufragio, ahí estaba todo representado:santos (vi repartir merienda voluntariamente y defender al más débil) mafiosos, indiferentes, traficantes, listos, torpes, bonachones, tiranos (el dueño del balón de cuero se convertía de inmediato en un tirano feroz) y por supuesto, de vez en cuando aquello podía convertirse en masa feroz y linchadora. Es un lugar al que por nada volvería.
ResponderEliminarOtro buen ejemplo. Así lo recuerdo yo también. Un saludo.
EliminarDonde acaba el pueblo empieza la chusma
ResponderEliminar
Eliminar¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.