Atlas Shrugged
Ayn Rand
Refresca encontrarse con una autora y un libro tan incalificables como inclasificables. Mezclan sus hilos personales, literarios e ideológicos hasta tal punto que la madeja es inextricable, aunque nunca aburrida. No podía ser de otra manera tratándose de Alisa Zinovyevna Rosenbaum, una rusa, judía, atea, partidaria del capitalismo a ultranza, que acogió con alegría la revolución de Kerenski y con pavor la revolución bolchevique, que consiguió huir de la Unión Soviética y emigrar a los Estados Unidos en 1926.
Adoptó el nombre Ayn Rand para escribir, actividad que realizó con entusiasmo mientras sobrevivía con trabajos que la llevaron a Hollywood para ocuparse del vestuario de compañías de cine.
Su novela más importante apareció en 1957 con el título de Atlas Shrugged (publicada en español como La rebelión de Atlas). Tuvo un gran éxito pese a ser una mezcla ingenua, a veces tosca, de filosofía política, acción, revoluciones, aventuras, amores y sorpresas diversas, todo ello en más de mil páginas de letra diminuta que me han dado dolores de cabeza y alegrías del ánimo durante estos últimos días.
Las críticas fueron malas desde el principio, y siguen siéndolo. Las ventas fueron enormes desde el principio y siguen siéndolo ahora. La novela fue atacada por toda la izquierda intelectual y casi todos los conservadores intelectuales. Las ventas no se inmutaron y continuaron viento en popa, sobre todo cuando arreciaba el viento de la crisis económica, como fue la del 2008: las ventas de un libro como este que ya había cumplido el medio siglo, volvieron a subir hasta 445.000 ejemplares en 2011.
Angustiado como siempre por no reventar a mis amigos lectores este novelón lleno de lances y amores, de luchas y filosofías, tan sólo me atrevo a recomendarlo porque de ese millar largo de páginas tan sólo hay treinta y seis (de la 923 a la 959) que son aburridas. El resto puede irritar pero no aburrir. Es una mezcla de 1984 de George Orwell y de una película futurista como Blade Runner. Con más filosofía, eso sí, y no muy clara, ya que la autora concibió un sistema filosófico llamado Objetivismo, complementario con el Realismo Romántico que calificaba sus novelas. Y aunque se declaró aristotélica es bastante menos clara que el filósofo griego.
Atlas Shrugged
Ayn Rand
Signet, New American Library
New York, 1996
La Rebelión de Atlas
Ayn Rand
Traducción de Domingo García
Editorial Deusto
Barcelona, 2019
Aunque no le leído la versión española tengo entendido que la de Domingo García de La Rebelión de Atlas (Editorial Deusto, 2019) es traducción fidedigna del original en inglés.
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