Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: Ordine Nuovo

martes, 8 de octubre de 2013

Ordine Nuovo

Fernando Ortiz, amigo mío y de esta bitácora, me envía un inteligente comentario -que él llama divagación circular- sobre mi anterior entrada titulada Vetus Ordo. Lo publico con gusto y disfrutando de antemano la posibilidad de discrepar de su discrepancia.


Ordine Nuovo
(Divagación circular)
                                                                
                                                        Por Fernando Ortiz


 Spunta il sole e canta el gallo,
 o Mussolini monta a cavallo.
                                   Curzio Malaparte

  
    Empiezo esta exposición con unos muy coreados y festejados versos de juventud de un escritor, Malaparte, que luego sería de la intellighenzia marxista y luego, ya capitano de la resistencia, recibiría triunfalmente a los liberadores americanos. Cómo cambia todo, al parecer, el tiempo. ¿Cambia? “Los años, qué animales extraños”, apuntó en perfecto endecasílabo el poeta gaditano Carlos Edmundo de Ory. El otro día me comentaba un amigo inteligente y en extremo versado en arte del siglo XX, que, con todos sus crímenes y aberraciones, no se le había reconocido a Stalin una virtud: prohibir las vanguardias que proliferaban cuando llegó al poder. ¿Te imaginas, me decía este amigo, un obrero trabajando 12 horas diarias y que le dan el día que libra una entrada para ir a una función vanguardista de teatro en la Casa del Pueblo? Termina de enloquecer tétricamente. Posiblemente se suicida si piensa que ha coadyuvado al advenimiento de una sociedad tan gratuitamente cruel.

    En cuanto al Vetus Ordo, … ¿Qué canon corresponde a una liturgia, a una forma determinada? Ya sabemos que lo cuantitativo transforma lo cualitativo. Que en lo que importa, la religión y la poesía, la forma es indisociable del fondo. Dijo  en una coplilla Unamuno: “La poesía y el juego/ ¡fuego, fuego!/ La producción y el consumo/ ¡humo, humo!” ¿Por qué las Semanas Santas de mi niñez eran más bellas? Porque estaban pensadas para una ciudad sin coches, en la que florecía el azahar bajo la luna grande de Parasceve, y no salían 3000 nazarenos detrás de una imagen procesional, sino 300. La estética barroca, el lamento de las marchas procesionales, aumentaban su belleza. En una ciudad masificada esto resulta, a más de peligroso, grotesco.

    Renovarse o morir. Un comentarista de Tamarón, que firma Otrosí, nos convence de que es error generalizado atribuir a Rudolf Otto la expresión de lo numinoso como “Mysterium tremendum et fascinans”. Parece ser que el primero que la escribió fue Eliade. Quizá, como mucho, me dice Tamarón, se la oyó en una conferencia al maestro, quien no pasó de escribir “Mysterium tremendum”. No creo que el Santo Padre actual se chupe el dedo. Como aspirante a poeta, intuyo que la palabra “Vetus” es ya, de por sí, una elegía… añadida a otra, “Ordo”, nada de pleonasmo, como comenta Tamarón. Si no hubieran traído aquellas “ropas chapadas” de otro tiempo aquellos cortesanos, la imagen de las “Coplas manriqueñas no hubiera sido elegíaca. El Nazareno hablaba casi seguro la lengua del imperio (latín), seguro el arameo y muy posiblemente el hebreo, no el griego. Y la lengua y la cultura griega es una de las fuentes conformadoras de nuestra cultura. ¿Cómo actualizar su mensaje sin traicionarlo? Lo numinoso está en lo santo y en la poesía por igual, y por eso me atrevo a  echar mi cuarto a espadas. El conservador nunca se equivoca (si habla de lo pasado). Más difícil es la labor del profeta para los tiempos por venir. Y cuidado que su figura es antigua. Ya se encuentra en el Vetus Ordo, en el Antiguo Testamento. Por cierto que la Biblia es una mina donde está todo. Piénsese que incluye también “Apocalypse  Now”.Y, aunque aún no la ha filmado Coppola, “Future Apocalypse”.


    Por eso Tamarón quizá sea “post-conservador”. Por cierto, hablando de vetusteces, el endecasílabo del Petrarca lo adaptó tan excelentemente Garcilaso a nuestra lengua, que hasta hace poco estaba Blas de Otero escribiendo en este metro algunos de los versos más punzantes del español actual. Otero, como él repite hasta la saciedad, al poeta que más admiraba era a fray Luis, quien tradujo en memorables endecasílabos el Libro de Job. Y dice Antonio Machado en su poema “A un olmo seco: “A un olmo viejo, hendido por el rayo/ y en su mitad podrido,/ con las lluvias de abril y el sol de mayo,/ algunas hojas verdes le han salido”. En fin, ya resumió todo esto admirablemente el lema bordado en el trono de María Estuardo, que incrustó Eliot en el verso final del segundo de los Cuartetos, East Coker: “In my end is my beginning”. ¿Está claro? Aquí Mairena, el heterónimo de Machado, contestaría con su sabida frase: “Tenebrosamente claro”.

Fernando Ortiz         


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16 comentarios:

  1. Pues sí, Antonio Machado era profeta sin saberlo (como el Burgués gentilhombre hablaba en prosa), y no cuando trataba de política sino de botánica: ya no hay olmos más que secos. Gracias a la grafiosis, parte señera del Ordine Nuovo.

    Y si Vetus Ordo no es pleonasmo, me aceptarás, caro Fernando, que Novus Ordo sería oxímoron.

    Pero vamos a lo principal, que está en la letra pequeña: descubro que la primera mención impresa hasta ahora encontrada de Mysterium tremendum et fascinans no es de Eliade sino de Ninian Smart, que la atribuye a Rudolf Otto en su libro Philosophers and religious truth (1964). Siempre hay un peldaño más que bajar para llegar a los orígenes.

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  2. Muchos motivos de amistosa discrepancia, en lo que dice FO. Señalaré sólo dos: 1) No veo yo que todo, en las "Vanguardias" en cuestión, sea tan condenable. Y baste el ejemplo de César Vallejo. Menos aún que su no prohibición hubiera justificado el creerse coadyuvante a la llegada de la crueldad. La sociedad que llegó en la URSS después de su prohibición no me parece a mí que tenga nada que envidiar, en cuanto a crueldad gratuita, a ninguna otra. Y, aunque no quiera apuntar con esto ninguna relación de causa/efecto (ni crea en ella, desde luego), sucede que las dos sociedades que mejor pueden ejemplificar, en el siglo XX, la crueldad gratuita (y masiva, y atroz), o sea, la rusa de Stalin y la nazi de Hitler, fueron activamente antivanguardistas. 2) Lo de que "el conservador nunca se equivoca (si habla de lo pasado)" supongo que será una finísima ironía, tan fina que no la capto. No hay, obviamente, ideología o convicción pública que por sí misma vacune contra el error.

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    1. “El conservador nunca se equivoca (si habla de lo pasado)”, observación de Fernando Ortiz que recoge el Anónimo comentarista, quien dice suponer que “será una finísima ironía, tan fina que no la capto”, puede que sea eso, una ironía, que yo acepto como tal. Pero también puede ser un eco de la famosa frase de Lord Acton en su conferencia de 1895 sobre la Historia: “[…] tan sólo un Conservador necio juzga el tiempo presente con las ideas del Pasado; […] tan sólo un Liberal necio juzga el Pasado con las ideas del Presente”. La traduzco y transcribo con las mayúsculas del historiador británico, que tienen su importancia, pues Liberal se refiere al partido homónimo en Inglaterra y Conservador igual. Creo que es de justicia señalar esta coincidencia con el gran historiador liberal, coincidencia que nunca he comentado a Fernando Ortiz, aunque quizá esté tirando piedras contra mi propio tejado. Pero agradezco tanto al Anónimo como a Ortiz que animen esta discusión sobre el Vetus Ordo y el Ordine Nuovo. Y aprovecho para añadir una idea que hace mucho leí en Chesterton y no he vuelto a encontrar: no se puede hablar –venía a decir– de una “vieja tiranía”, pues las tiranías se debilitan tanto con los años que si son viejas dejan de ser tiránicas y si son tiránicas es que no son viejas.

      Esto último sí que es una divagación circular, pues aun siendo Chesterton el autor del poema sobre Lepanto que dió lugar a estas disquisiciones, y en ese poema épico no muestra gran simpatía por el poder otomano, creo recordar que su observación sobre la imposibilidad lógica e histórica de las viejas tiranías se refería al estado del Imperio de la Sublime Puerta cuando se derrumbó al final de la Primera Guerra Mundial.

      Claro que ni Chesterton ni ninguno de nosotros se atrevería a sostener hasta el final la imposibilidad de las viejas tiranías por poco que se fijase en Corea del Norte. Supongo que depende del significado que se le dé al adjetivo viejo.

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    2. Ya lo encontré. Lo de las viejas tiranías lo comenta Chesterton en Ortodoxia.

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  3. Con la venia, me parece que sí es pleonasmo, y muy ejemplar. Diré que lo pienso -una vez más-, por estar seguro de que el orden no se improvisa, ni es, al menos en el particular, sujeto de muda. Si mudase cambiaría la esencia. La revolución es subversiva. También coincido en considerar la asociación de coleópteros y hongos metáfora del Novus Ordo, pero no desde ahora sino desde Rousseau.

    S.S.S.

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  4. Querido Marqués
    No sé si admirar más tu amistas o tu sabiduría. Felicidades por haber encontrado el origen de la centelleante frase atribuida a Rudolf Otto. La excepción confirma la Regla: Vallejo. Quien de cualquier modo, nos llega más por su personalísimo modo de modular la tradición que por su vanguardismo: "Qué estará haciendo esta hora mi amada y dulce Rita, de junco y capulí". Madrigal y elegía construida con los más nobles materiales de la tradición, pasados por su genio.Las vanguardia tuvieron una función higiénica y benéfica. Los ojos del xix se habían acostumbrado a ver a la gran tradición occidental de un modo doméstico. Murillo, un costumbrista pintor de Vírgenes, Cervantes, el estafermo de su Quijote convertido en figura ridícula, cuando es uno de los personajes más hondos y complejos de la Literatura europea. La tradición occidental quedó libre de academicismos, nos quitó una pátina de los ojos para mejor ver la grandeza de nuestros clásicos y estructuró de una manera más libre el discurso artístico. Chesterton, agudo paradojista, hiló fino en si galgos o podencos. Mírenlo como oxímoron, pleonasmo o elegía. Es cuestión de punto de vista y nos ameniza la tarde en esta mesa camilla imaginaria con tan buenos amigos.Me ha divertido la charla, a la que se le supone el amistoso humor. En rigor, el "Ordo" sólo puede ser "Vetus". "Ordine Nuovo" era una broma,recalcada por el pareado -tan coreado en su tiempo- del antiguo escuadrista Malaparte. Con los años, mi opinión de la historia -que en nada cuenta- se acerca más a la circular de Vico, aunque tampoco con mucha convicción. Me despido hasta otra, queridos y sabios amigos, después de haber disfrutado de esta tertulia virtual. No he de negar que a Tamarón le voy a coger ojeriza porque sabe hasta de pajaritos, plantas y flores (¿no he de tenérsela si para poner a estos seres en mis poemas he de consultarle si lo hago con propiedad antes?). Misterium tremendum et fascisnam. No todo ha sido amena charla. Me he llevado una perla.
    Cordialísimamente
    Fernando Ortiz

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    1. Sólo puedo decir: gracias, a ambos, el Marqués y Fernando Ortiz, por su atención, respeto y sabiduría. Qué falta nos hace gente como ellos, y qué a menudo, en el tráfago diario, se la echa de menos. Gracias.

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    2. Pues digo lo mismo, un saludo y gracias.

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  5. O sea, que una Vieja Tiranía era para Chesterton un oxímoron y no un pleonasmo, y el Vetus Ordo es un pleonasmo para la carcundia, y el Nuovo Ordine era la Jerusalén Celeste para el facherío, y lo mismo para la progresía en su versión del Socialismo Real.

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  6. Soy el anónimo de antes. Y tendría curiosidad por añadir una apostilla a lo que dice FO. Le cito: "Las vanguardia tuvieron una función higiénica y benéfica". ¿No le parece que, en esa pretendida tarea higiénica, bien pudo ocurrirles lo que dice la famosa frase inglesa (aunque creo que de origen alemán) de "tirar al niño con el agua del baño"? Yo no sólo creo que sí, sino que, en general, quienes hoy se consideran sus herederos, siguen jugueteando con el agua, sin darse cuenta de que el niño hace muchísimo tiempo que no está allí.

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    1. Bueno, estimado Anónimo de Antes, bueno está. Pero quizá sería más apropiado que firmase Anónimo Agelasta.

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    2. No sé bien si por "Agelasta" hay que entender aquí, al modo de Rabelais, "que nunca ríe". Si es el caso, tengo que decir que el epíteto es inapropiado; ya de pequeño, mi madre me censuraba por reirme solo cuando leía algún tebeo; y es defecto, el de reírme, solo o en compañía, del que temo no haberme corregido, ni estar convencido de que valga la pena corregirse.

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  7. Vanguardias:
    Esclerosada la mirada ante el arte de la tradición clásica (Murillo un costumbrista), las vanguardias cumplen en efecto, una función de hacernos ver con ojos nuevos. De mirar el valor real de Murillo junto a pinturas..., por llamarlas de algún modo. ¿Saben que gasta más en restauraciones el Reina Sofía que El Prado? Porque los clásicos sabían el oficio: preparar un lienzo y cuánto óleo resistía. Sin entrar en que por mi perversión tradicionalista y eurocéntrica prefiero ver la Venus ante el espejo que la lata de "mierda de artista" (se ha cotizado muy alta en una subasta), ocurre que en pintura entra la oferta y la demanda. Los cuadros en el MOMA y en centrales de grandes instituciones bancarias y fundaciones no pueden bajar así porque así de precio 2 millones de euros. Juan Ramón sí pudo tener su etapa vanguardista y, finalizados los veinte, volver a nutrirse de las tradiciones sin fin de nuestra cultura. Un papel y un lápiz no cuesta tanto. ¿Que la vanguardia dio alguna gran obra? Quizá. Pero dudosamente cambiaba yo un ready-made de Duchamp por un Tiziano. Si pleonasmo u oxímoron, ¡ah! depende lo que queramos decir con las dos palabritas juntas. Pero, desde luego, no vamos aquí a establecer en esta ilustrada tertulia que cosa sea definitivamente el ser. Y sonrían, hombre, sonrían. Es lo que yo estoy haciendo porque no estoy nada seguro de lo que digo. Me guío más por el olfato y por las lecturas que olvidé hace muchos años.

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  8. Aclaración: La lata referida en mi anterior entrada no se trataba de hipérbole. Pudimos ver por TV los ciudadanos un acrílico que representaba una lata, en la que ponía traducido literalmente del inglés: "mierda de artista". Aunque lo lógico es que "la insobornable contemporaneidad" -como gusta adjetivarla el Marqués- la prefiera natural y sin conservantes, el cuadro se subastó, según noticia de agencia, en unos miles de euros,

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  9. Desde luego; una de las virtudes de la vanguardia, cuando entonces, cuando tuvo sentido, era, justamente, el sentido -del humor. Pero me temo que hace mucho que se ha convertido en todo lo contrario, en un Dogma, cosa terriblemente seria, al menos en las apariencias, quizá precisamente porque donde tendría que haberla hay mucha trivialidad, mucho deseo de figurar, y muy poca seriedad auténtica.

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  10. A esto de las vanguardias les pasa como a la gripe, esto es:- tomando medicamento duran siete días y sin boticario una semana.
    Terrible es no tener más seña que la vanguardia, es (esto sin duda), como aquel que se define por su cáscara y olvida su fondo, pues en verdad y a lo sumo será fugaz como el tiempo, no será nada.
    Tempus fugit.Tempus edax rerum.

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