No me llaméis cenizo,
que en este asunto no valen juegos, ni siquiera juegos de palabras. Id sin más a
esto:
Incendios forestales en España: La tragedia que no cesa
Esta
Fundación Civio, a la que me referí hace un mes (España, pronto en llamas http://marquesdetamaron.blogspot.com.es/2013/02/espana-pronto-en-llamas.html),
está haciendo una labor única en España para desentrañar las causas de estos
delitos de incendio y estragos. Parece mentira que en un Estado de Derecho haya
que luchar tanto para obtener estadísticas y datos sobre sentencias e informes
policiales, pero así es. Quienes están desarrollando esta investigación buscan
ayudar "a
proporcionar un contexto informativo a los datos y a dilucidar y cuantificar las
razones que se esconden tras los incendios intencionados: ¿Económicas?
¿Políticas? ¿O simplemente relacionadas con el trastorno mental de la
piromanía?". Yo tan sólo añadiría otra causa posible, acaso predominante:
la maldad.
Otra
cosa muy importante que intentan averiguar es qué pasa con los condenados por
estos delitos. Hoy no se sabe cuántos cumplen sentencia y durante cuánto tiempo.
También eso parece mentira y también eso es verdad.
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He visto, infinidad de veces, esos incendios provocados a las mismas orillas de las carreteras gallegas. Palomas engasolinadas a las que se echa a volar al pie de los "orcalitos machos" y los alcanfores de agosto.
ResponderEliminarUna y otra y otra vez, sobre la misma tierra arrasada, sin que sea un delito de lesa humanidad, sin que se haga pasar a los culpables -que se sabe bien quiénes son- por un curruscante pasillo numantino que les deje las plantas al punto.
No se puede soportar.
A la hoguera con ellos.
Yo lo he visto también. Y no sé explicarlo mejor. Es maligno e inequívoco, es un infierno de llamas y de sombras, las llamas se pueden apagar, mas las sombras prosperan acechantes, para encender una hoguera, o para hacernos trizas. Sea por interés, por locura o, como Don Santiago dice, por maldad simple, por maldad de primera especie, por maldad fatal.
EliminarMi más alta consideración, suyo, DF
me parece que las partidas de Alfonso X el sabio decían algo así..." al que de fuego a una encina, que se le dé a él "
ResponderEliminarHombre, Enrique, eso no sería ni siquiera ponerse a la altura de los incendiarios, sino muchísimo más abajo que ellos. No exageremos, oiga.
ResponderEliminarPues a ver si estos beneméritos señores de la Fundación Civio nos aclaran lo principal:
ResponderEliminar¿Hasta qué punto en España sale gratis incendiar el monte? Es decir, la cadena habitual: ¿qué porcentaje de los incendios han sido provocados? ¿Qué proporción de los presuntos incendiarios han sido detenidos? ¿Qué proporción juzgados? ¿Qué proporción condenados? ¿Qué proporción de ellos han ingresado en la cárcel? ¿Y cuántos han permanecido allí más de un mes?
Sería interesante también conocer la profesión de cada detenido. Y si hay reincidencia.
Todos imaginamos lo que esos datos podrían revelar. Los ecologistas oficiales también lo saben. Pero no piden los datos. La Fundación Civio parece que sí. Ojalá los obtengan y los publiquen. Por el bien del Estado de Derecho tanto como por el bien de la Naturaleza.
Despierto con la noticia de un incendio en Barx, de inmediato recuerdo las palabras de Don Santiago con las que afirmaba: "..La tragedia que no cesa..."
ResponderEliminarY me estremezco. No sé si siento náusea u otra sensación, no se puede tolerar. Me abstengo de más. Feliz Semana Santa a todos.
Don Santiago, estamos otra vez igual.
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/19/valencia/1374263646.html
Es descorazonador, ardo en pena, por nuestros bosques, por nuestros paisajes, por nuestras gentes, por los leales. Los causantes espero, ardan en el infierno, cuando les toque, pero para la eternidad.
Suyo,