Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: De libros sobrevalorados y menospreciados (II)

viernes, 1 de marzo de 2019

De libros sobrevalorados y menospreciados (II)



Felipe Fernández-Armesto
5 de Febrero

Casi todos los autores más estimados en el mundo de hoy son sobrevalorados. Dentro de pocos años la historia, que carece de sentido crítico pero que desmaleza su jardín con un azadón de hierro, se hará olvidado de casi todos. Pero si hablamos de todos los tiempos, Dios es quien debe nombrarse. La biblia y el qurán - si podemos echarle la culpa de dictar el contenido a sus amanuenses humanos. Son obras confusas, autocontradicientes, repetitivas, y llenas de infelicidades de estilo. Mi maestro de griego en el colegio infantil me regañaba por escribir como San Pablo. ¡Vaya desgracia!

En cambio, por sorprendente que sea, el autor más menospreciado me parece que es ese mismo Dios. ¡Cuantos consejos sabios ignorados! ¡Cuantas historias emocionantes sometidas a los comentarios de sermones malos! ¡Cuántos errores de transcripción o de interpretación que estropean el texto y distorsionan su significado!

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Erik Martel, Marqués de San Fernando
13 de Febrero

Teilhard de Chardin- infravalorado
No es una autor fácil de leer por mor, creo, de la triple perspectiva desde la que escribe: como científico, como teólogo y como poeta cósmico. Sus estudios se centran en el hombre. Desde sus orígenes hasta sus postrimerías, y más allá. Busca sentido a la aventura humana. Como surge, en versión que hace compatible creacionismo y evolución, y tras desparramarse y poblar el mundo se cierra, orante como flor de loto al ocaso, para reencontrarse, merced a la revolución de las comunicaciones, en un espacio virtual. Una esfera –noosfera– donde comparte conocimiento y donde el pensamiento parece palpitar al unísono. El final es el principio de la puesta en práctica del mandato evangélico de que seáis “uno como mi padre y yo somos uno”. Convertidos en una suerte de alma de rasgos panteístas de la que el Cristo paulino es cabeza.

Carlos Marx - sobrevalorado
El alemán y la escuela de seguidores constituyen el epítome de cómo se puede diseminar información, o teorizar, partiendo de datos que se presentan como objetivos cuando solo son fruto de creencias, intuiciones y hasta, si se quiere, deseos. Eso que la Real Academia llama hoy en día posverdad. Teniendo en cuenta el resultado de su doctrina con ese cruento rastro liberticida que ha dejado a su paso desdice de la valoración que algunos le han concedido.

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Rafael Rodríguez-Ponga Salamanca
16 de Febrero

Sobrevalorado: Antonio Machado. Partiendo de la base de que era un excelente poeta, su figura fue ensalzada por razones ajenas a sus cualidades literarias. El transfondo político lo comprendí muy bien en una conferencia, a la que yo asistí, pronunciada por Francisco Tomás y Valiente (RIP), entonces Presidente del Tribunal Constitucional. Contó que en la Transición buscaban una figura literaria, que aparentemente no fuera política, para representar la nueva España, el cambio de régimen y el cambio cultural. Y eligieron a Antonio Machado como símbolo de la cultura y la política de izquierdas.

Después, se le siguió magnificando hasta el punto de que el gobierno de Rodríguez Zapatero aprobó el Real Decreto 241/2007, de 16 de febrero, por el que se declara el año 2007 como año de Antonio Machado en Soria y se crea la Comisión Nacional para la conmemoración del centenario de su llegada a la ciudad de Soria:
 https://www.boe.es/eli/es/rd/2007/02/16/241
¿Cuántas comisiones nacionales se han creado para conmemorar la llegada de alguien a una ciudad? ¿Alguien conoce algo parecido? 

Minusvalorado: Manuel Machado. Era hermano de Antonio Machado. Y resulta muy fácil comprobar que ambos hermanos escribieron juntos gran parte de su obra. Es decir, los méritos literarios de Antonio Machado deberían haber servido también para valorar a su hermano Manuel y elogiarlo de la misma manera. Pero hubo una gran diferencia en sus vidas: Manuel no murió en el exilio. Así, lo extraliterario es lo que triunfó en la percepción pública de ambos hermanos.  

Sobrevalorado: La Biblia. Se la valora de forma genérica, sin considerar la cantidad de libros, géneros literarios y épocas que recoge. Más aún, sin reparar en que no todos entendemos lo mismo por "la Biblia". Entre judíos, protestantes y católicos, hay diferencias importantes sobre qué es la Biblia y qué libros contiene. Casi todos dicen saber algo de ella. Casi todos dicen que es un libro extraordinario y apasionante. Suele aparecer en las listas de los libros mejores de la Historia y de los libros más traducidos...
Minusvalorada: la Biblia. El mismo libro tan sobrevalorado, a la hora de la verdad, es minusvalorado por los lectores, porque casi nadie la ha leído entera, al menos en España. Leemos algún que otro fragmento. Y, por supuesto, nunca la leemos en su versión original, ni siquiera la versión latina (la Vulgata), salvo unos poquísimos eruditos que son capaces de tamaña tarea.

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José Luis González Quirós
16 de Febrero

Sobrevalorados: Filósofos   como   Heidegger   o   Habermas,   porque   lo oscuro   y   atormentado   goza   de   un   prestigio   inmerecido.   Entre escritores, Kafka, Benet, Houellebecq o Marías, el hijo del filósofo, cuyo padre habita, por cierto, en un limbo injusto.

Subestimados: pensadores como Russell, el más capaz de procurar la sonrisa, Thomas Nagel, o Unamuno, y escritores como Pérez Galdós, descomunal, Paul Theroux que es una especie de Baroja, pero viajado de verdad, o Cela, aunque sea desigual.

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Pedro Calvo-Sotelo
20 de Febrero

Con respecto, y con respeto, a los epígrafes, pongo bajo el rótulo de lo menospreciado lo que recomendaría vivamente leer. Y al revés, claro, para lo sobrevalorado.

Autores/Obras menospreciados
Carlos Luis Álvarez. Estilo, inteligencia, interés, todo ello sobresaliente. Basta leer sus Memorias prohibidas.
Carlos Casares.Humor, finura espiritual, humanidad de un contador excepcional en gallego: viajes, personas, diálogos. Por ejemplo en Á marxe.

Autores/obras sobrevalorados
Las novelas de Miguel de Unamuno, en especial, La tía Tula, con pasajes que, leídos hoy, parecen de una telenovela avant la lettre.
Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez.

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José Antonio Pascual
20 de Febrero

Hay novelas que merecían haber tenido más éxito, como es el caso de Helena o el mar del verano de Julián Ayesta o de La herida del tiempo de Agustín García Simón. Igual que la escritura vanguardista de Intrusos y huéspedes de Luis Magriñá me hizo pensar que este libro llegaría a ser un clásico. Lo que me sorprendió en su momento es que Fernando Arrabal llegara a ser tomado en serio; claro está que esto fue con la colaboración de los franceses, capaces de entronizar a Alain Robbe Grillet et alii.

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Santiago Martínez Lage
20 de Febrero

En una respuesta a bote pronto, me vino a la mente una pareja de admirables escritores españoles casi coetáneos y que coincidieron, entre otras,  en una misma actividad literaria: la crónica parlamentaria. Son Azorín y Wenceslao Fernández Flórez. Al primero le habría atribuido yo un exceso de valoración porque para un profesor mío de literatura no había otro autor en el siglo XX español que le fuera comparable. Del segundo habría dicho que está infravalorado porque con él aprendí, en mi adolescencia, a apreciar la buena literatura. Bien pensado, en cambio, creo que ambos ocupan el lugar que les corresponde.

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Jaime López-Dóriga
21 de Febrero

SOBREVALORADOS: 
1.       The Catcher in the Rye, de J. D. Salinger
De haber sido mi primer libro en inglés, le habría cogido manía al idioma.
2.       Federico García Lorca
¡Ay qué trabajo me cuesta quererte como te quiero!

MENOSPRECIADOS:
1.  Les jeunes filles, de Henri de Montherlant
Tetralogía contraproducente para los noviazgos, combustible para los solteros y desoladora para los desengañados, quizá sólo sea dañina en la medida en que contraviene a Stendhal llamando “Hamour” (necedad, celos e inclinación a dramatizar) a la cristalización romántica culpable de tantos valles de lágrimas.

2. José Luis de Vilallonga

Autor de algunas magníficas novelas, los cuatro tomos de sus memorias son sin duda su mejor obra de ficción.

3. Juan Manuel de Prada

¡Coño(s)!

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Javier Gomá
23 de Febrero

Entre los sobrevalorados:
Shakespeare: personalmente me cae bien, es ingenioso y divertido, con ganas de reírse. Pero sus obras –las que ha escrito hasta ahora- me parecen en general interesantes, con logros parciales, pero un poco torpes. Debe mejorar. Carece absolutamente de grandeza moral, no propone un ideal de nobleza y dignidad, sus grandes personajes lo son siempre del envilecimiento y la miserable decadencia. Lo suyo es el recurso fácil a la espectacularidad de un edificio que se derrumba sin tomarse la molestia de erigir otro en sustitución. Ahora bien, derribar un edificio lo hace un idiota, para construir se necesita un arquitecto. Demasiado truculento todo en él, abigarrado, excesivo. Asesinatos, fratricidios, magnicidios, suicidios, incestos, motines, naufragios, corrupciones, desvaríos, venganzas, adulterios. Giros efectistas a granel, tendencia facilona a lo sensacional, histérico, macabro, sangriento. Ha leído demasiado a las hermanas Bronte, excesiva afición al culebrón venezolano. Ignora la contención, el comedimiento, el buen gusto; en fin, los placeres de la civilización. Los monólogos son fuegos de artificio de un retórico consumado, que embelesan a quien renuncia a entender, pero inconsistentes para el análisis filosóficos. Algunos sonetos están bien, inspirados y bellos, pero se repite hasta el fastidio. Recordadme que le dé una oportunidad a La violación de Lucrecia

Los menospreciados:
Recomiendo la relectura de dos libros casi olvidados de Lorenzo Villalonga: Bearn y La muerte de una dama. Dos narraciones excelentes, que rezuman sabiduría, indulgencia y profundo conocimiento de la naturaleza humana. La primera es superior, a mi juicio, al Gatopardo de Lampedusa, con la que frecuentemente se le ha comparado. Y la segunda compite ventajosamente con, por ejemplo, los relatos de Melville, que son también buenos. Pero Villalonga sigue eclipsado, olvidado ya no del canon occidental, sino de los lectores de España. Más aún, de los lectores de Baleares.  

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10 comentarios:

  1. Me quedo con el comentario del Señor Felipe Fernández-Armesto...es especial.

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  2. William Ewart Gladstone4 de marzo de 2019, 15:16

    Me sorprende la ausencia de Scott Fitzgerald en la lista negra. FSF es a la literatura lo que Julio Aparicio a la tauromaquia: el autor de una sola faena irrepetible.

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  3. Teniendo en cuenta las palabras del Señor López-Dóriga en cuanto a Federico García Lorca, quizás minusvalorado es Luís Cernuda. Y en cuanto al comentario del Señor Jon Juaristi Linacero creo que tiene una cierta simpática apreciación sobre el Señor Fernando Pessoa y que el Señor Linacero acierta del todo.

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  4. Me pregunto si existe una " sofisticación literaria" o si ha existido.

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  5. Compruebo que Camus está tan sobrevalorado que nadie lo lee. "L'étranger" es un cuadro de Hopper sin personajes ni colores. Perfectamente podría haberse titulado "Le néant": en él Argelia no es dura ni voluptuosa, la violencia es más infantil que la de Hemingway, el atisbo de amor que a veces aparece ni sentimental, ni físico, ni ególatra ni aprovechado, y lo que pretende ser humor es... peor que el mío.

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    1. Suele ocurrir Señor Sartre que siempre hay alguien que nos gana y se sitúa por encima nuestra y en otras hay alguien por debajo nuestra. Y sí el humor hay a quienes no le gusta o lo llegan a perder quizás porque las personas nos creemos que nadie nos pueda engañar ni en el conocimiento, y existe muchas formas de engaños tanto como vestimentas.

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    2. Señor Sartre deberá reconocer al menos que existen las personas apaga-luces.

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  6. No puedo estar más de acuerdo con el sr. Gomá sobre Bearn. Los italianos siempre supieron venderse mejor que los mallorquines.

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  7. De Lorenzo Villalonga hay que reinvindicar también "Un verano en Mallorca", en la que derrocha finísima ironía sobre las desventuras de Silvia Ocampo en la isla.
    De su hermano Miguel hay que reivindicar todo. Su autobiografía, impregnada de humor, de nostalgia y del sentido de la futilidad de casi todo en la vida; su singularísima Miss Giacomini, dedicada "a los que no se enfadan"; algo tan raro en España.
    Esta dedicatoria me hace pensar en Don Javier Marías, siempre enfadado y regañando a la humanidad. ¿Está entre los sobrevalorados o entre los infravalorados? Como no me atrevo con sus novelas no puedo opinar; espero que entre tanto ilustre ponente alguien me saque de mi perplejidad.

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    1. A mi modesto entender, Marías está sobrevalorado en lo que a narrativa se refiere. Su famosa novela “Corazón tan blanco” me pareció pretenciosa y tediosa; no la acabé. En cambio,a Marías se le agradece lo maravillosamente bien que traduce. Como botón de muestra su labor en “El espejo del mar” de J. Conrad, en la edición de Hiperion. Una joya.

      Mª José M.C.

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