Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: El incendiario campa por sus respetos

viernes, 19 de agosto de 2016

El incendiario campa por sus respetos

Caín, por Fernand Cormon (1880), Musée d'Orsay

     "Si sale su sentencia, su nombre y su foto, también es una forma de proyectar la gravedad del delito, del castigo y que la Justicia ha actuado. Sería una advertencia para los delincuentes [...]. Es importante que sepan que la agresión al final se paga". Eso acaba de decir, con toda la razón, Doña Pilar Martín Nájera, Fiscal de Violencia sobre la Mujer. "No lo sé, dígame usted por qué los medios no lo dicen. Entiendo que al principio es por la presunción de inocencia. Pero cuando el agresor está condenado y la condena es pública es perfectamente posible que se publique". De nuevo acierta plenamente la Sra. Fiscal. Tan sólo olvida exigir un dato: si se está cumpliendo o se ha cumplido la sentencia y durante cuánto tiempo ha estado en la cárcel.

     Y, por lo demás, conviene tener en cuenta que las consideraciones de puro sentido común que acaba de hacer esta señora deberían ser aplicadas a los incendiarios. Y no lo son. Es más, a quienes indagan sobre este extremo se les dice que no se puede dar el nombre del delincuente, y a veces añaden que eso iría contra el "derecho al honor" o el "derecho a la intimidad". Como si le quedara algún honor y alguna intimidad a semejantes criminales. Y, por supuesto, tampoco habría que excluir la aplicación de estas medidas de publicidad, con efecto ejemplarizante y disuasorio de ulteriores delitos, a los violadores y asesinos de niños.

     A ver si dejamos de ser vistos como la tierra donde el incendiario campa por sus respetos.

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13 comentarios:

  1. Entiendo que el incendiario es Caín, y campa por sus respetos en la tierra quemada por su crimen, suicida a la larga como todos los crímenes.

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  2. Exacto, habría que extender esta medida a los defraudadores fiscales y, por ende, a todos los delincuentes.

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  3. España arde por los cuatro costados y parece que a nadie le importa. Con decir que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aún no ha actualizado los datos correspondientes al año 2014 huelga todo comentario.
    Por su parte, la Fiscalía de Medio Ambiente dice en su informe referente a 2014 que según las Memorias de las Fiscalías Provinciales la mayor parte de los incendios son negligentes, lo que conlleva que abunden las sentencias absolutorias.
    En ese documento se encuentra una aportación interesante de la Fiscalía de La Coruña que por desgracia llega tarde, una vez consumada la reforma del Código Penal.
    "Se advierte la existencia de una posible laguna que implica la impunidad de determinadas conductas de riesgo, merecedoras sin duda de reproche penal y en relación a la tipificación de los incendios en el
    Capítulo II del título XVII del Código penal. Se trata de los incendios llamados
    de periferia, o aquellos que se desarrollan en la denominada interfaz rural/urbana, presente en la realidad de muchos enclaves fundamentalmente
    de la fachada norte y atlántica de España, y extensible también a determinados
    espacios degradados de las grandes ciudades.
    La tesis que viene a sostener esta propuesta, es que el incendio, la conducta
    intencional de poner fuego a una masa con suficiente capacidad pirofítica, que
    no llega a extenderse ni constituir propiamente una masa forestal, (art 352), ni
    a monte bajo afectando o perjudicando gravemente el medio natural, (art 354),
    es impune si no se comete en terrenos propios, (incendio en bienes propios, art
    357), y si no hay riesgo de propagación en edificio, arbolado o plantío ajeno.
    Tampoco es punible, si no se acredita un daño superior a los 400 euros
    conforme al art 267 del mismo código.
    Sería pues procedente incluir la tipificación de estas conductas dentro de los
    delitos contra la seguridad colectiva, en atención al riesgo abstracto de la
    misma, y no tanto al resultado producido."


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  4. Copio aquí una pequeña parte de la larga conversación, que publicó el ABC en 2005, entre Miguel Delibes de Castro (biólogo, hijo del novelista) y Rafael Sánchez Ferlosio.

    "-F: A raíz del incendio de Guadalajara, cuando las autoridades decidieron «tomar medidas», me extrañó que apenas hablasen de instrumentos para apagar el fuego -terrestres o aéreos- o para prevenirlo, sino que se centrasen en los procedimientos para buscar «culpables», que se daban sistemáticamente por supuestos, e incrementar la gravedad de los castigos que se les infligirían.

    -D: A mí me parece que en gran medida eso es -no sé si la palabra será peyorativa- política. Ayer en la radio vine oyendo todas las noticias cada hora, y siempre se habla de pirómanos, de culpables y de delincuentes como la causa principal, sin atender, por ejemplo, a causas ecológicas o climáticas en sentido más accidental (como la tormenta seca -rayos sin lluvia- que ha quemado 6.000 hectáreas en Cazorla) y tampoco a remedios. Lo de buscar culpables me parece que es un poco por desviar la atención. Un editorial de «El País», a raíz del incendio de Guadalajara, incidía mucho en los culpables, se titulaba algo así como «Hay mucho incendiario suelto», y a mí me pareció que, si bien es cierto que hay que detener al que prende un fuego, con eso andaba lejos de la raíz del problema y no me resultó muy bien orientado".

    Y, un poco más adelante,

    "-D: Sí, claro, no se utilizaba la vía penal, efectivamente. Pero creo que la «caza del pirómano», sugerida por las autoridades, aun teniendo alguna justificación puntual, ha sido utilizada más bien como cortina de humo.

    -F: Eso es porque las autoridades saben que «el culpable», «el malo», es popular. Creo que, tanto individual como socialmente, la demanda de un culpable apunta a cumplir una función psicológicamente compensatoria y remuneratoria".

    Me temo que el asunto es un poco más complejo de lo que aquí se dice, y que, en efecto, esa "caza", pese a casos concretos en que esté justificada, en muchos de ellos lo que hace es, como ahí se explica, desviar la atención respecto a las características y dimensiones verdaderas del problema.

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    1. Tras un buen rato buceando en Google tan sólo me parecen firmes las siguientes conclusiones:

      - El incendio de Guadalajara de 2005 causó 11 muertos.

      - Ardieron trece mil hectáreas de monte.

      - El incendio empezó por una barbacoa que a nadie sensato se le hubiera ocurrido encender.

      - El Tribunal Supremo en Mayo de 2013 confirmó una sentencia anterior, condenando a uno solo de los acusados a 10 millones de euros y dos años de prisión.

      El condenado dijo que recurriría la sentencia ante el Tribunal Constitucional. No he encontrado información sobre este punto, con lo cual deduzco que quedó ahí el asunto, sin revisión de la sentencia. Y hay que suponer que el condenado no ingresaría en prisión por ser tan sólo de dos años su condena. Y que tampoco pagaría los 10 millones de euros de multa por ser insolvente.

      Por último, me llama la atención la frase del Anónimo copista de la conversación entre Miguel Delibes de Castro y Rafael Sánchez Ferlosio:

      "Me temo que el asunto es un poco más complejo de lo que aquí se dice, y que, en efecto, esa "caza" ["del pirómano"], pese a casos concretos en que esté justificada, en muchos de ellos lo que hace es, como ahí se explica, desviar la atención respecto a las características y dimensiones verdaderas del problema".

      Esa frase me recuerda otras, del estilo de "me temo que el asunto [por ejemplo, del terrorismo islamista, o de las violaciones de niños] es un poco más complejo de lo que aquí se dice". Y eso sí que lo temo.

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    2. Lleva mucha razón Señor Obiter Scriptum, preocupa la "Dimensión y sus dimensiones adjuntas", pero creo que hay que tener firme convicción y fe en la vuelta de las amables sonoridades del pasado y su fuerza.

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    3. No ha aparecido, esperemos que por problemas técnicos, mi respuesta al señor Otto Silenus, en la que le decía que, como puede verse en mi nota anterior, la opinión de que esa búsqueda de culpables por encima de cualquier otra cosa es simplificar abusivamente un problema mucho más complejo; y que si eso le parece comparable, como asegura, al terrorismo islamista o las violaciones de niños, no soy yo el único que, según sugiere, no les da importancia (o hasta las aprueba, quién sabe), sino también Miguel Delibes de Castro (director de Doñana durante 12 años, y Premio del Mérito a la Conservación del WWF internacional, entre otros muchos reconocimientos) y Rafael Sánchez Ferlosio, que no necesita presentación. Qué pueda tener que ver lo que ellos dicen y yo apoyo con esas atrocidades, lo sabrá el señor Silenus; yo reconozco no dar para tanto.

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    4. Entiendo que ambos argumentos tienen poco que ver entre ellos. Pero sí tienen que ver, creo yo, el argumento desde un punto de vista lógico ("el asunto es un poco más complejo de lo que aquí se dice") con idéntico argumento empleado en los ejemplos. Me parece que es una reductio ad absurdum dialécticamente correcta, y no una acusación monstruosa.

      En todo caso, todos los partícipes en este debate han tenido ocasión de manifestar su opinión y ya es hora de aplicar el principio P.U.L.P. Para más detalles consúltese la observación aparecida el 8 de Abril del 2010 en esta bitácora.

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  5. Buscar al culpable, señalar al malo es popular. Pedir que caigan sobre él las amables sonoridades del pasado, si interpreto bien a nuestro comentarista anónimo, será "desviar la atención respecto a las características y dimensiones verdaderas del problema". Lo que sí se puede es señalar a un partido político o a un gobierno al que se tenga tirria.
    Copio un titular de "El Plural" del año pasado: "Un mes después de la ley que permite recalificar terrenos incendiados, España arde". Y un tweet de un político provincial: "Gracias a la nueva ley de montes del PP, Leon ha tenido más incendios en un mes que en los últimos 5 años". Cristina Narbona, en El País de 31 de julio de 2015 escribió: "Si el texto se aprueba en su versión actual, se volverá a posibilitar que aparezcan "razones de interés general" que, quizás, estuvieran ocultas antes de producirse el incendio, y que en realidad respondan más a intereses particulares que al invocado "interés general". "
    De nada sirve explicar que ni la Ley de Montes permite lo que dice El Plural, ni que el Decano del Colegio de Ingenieros de Montes dijera que la recalificación de terrenos quemados es irrelevante ya que sólo el 0,6% de los incendios responde a esta causa. Está claro que estos titulares y estas consignas cumplen una función psicológicamente compensatoria y remuneratoria.

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    1. Disculpe Estimado Señor Otto Silenus, no me refiero exactamente a lo que Usted interpreta, sino a otras sonoridades especiales. Saludos Cordiales.

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  6. A propósito de su entrada "Los portugueses, más resolutorios que los españoles" y a todo lo que aquí se ha debatido al respecto quiero anotar dos cosas importantes: la petición ya tiene 54.299 firmas y sigue abierta, con lo cual más gente se irá sumando y tiene una gran repercusión. Por otra parte en Portugal han detenido a más de 70 personas por los incendios según la agencia EFE hasta el pasado día 12 de septiembre, con lo cual Sr, su dictamen se hace verdadero.

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  7. El día que vuelvan las amables sonoridades del pasado espero estar aquí para reconocerlas. Y que ustedes lo vean.

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  8. Pues, por mi parte, sólo dar las gracias por dar albergue aquí a la discusión, y un saludo.

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