Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: Citas desde la caverna

miércoles, 5 de mayo de 2010

Citas desde la caverna

Espigadas en lecturas
sin orden mas no sin concierto,
con procedencia verificable.

Cita del mes de Mayo:


A la vista de los muchos admiradores de Antonio Machado (y Manuel), de Ramón de Campoamor, y quizá de José María Gabriel y Galán, que frecuentan esta bitácora, me complazco en hacerles llegar el siguiente himno de la U.M.E., que acaba de ser declarado oficial, y que les recordará sin duda a los clásicos antes citados:

Unidad Militar de Emergencias
al servicio del pueblo español
siempre presta en la tragedia
a que el daño no sea mayor.

A luchar con lo desconocido
protegiendo al débil del mal.
Abnegados ante el peligro
de Emergencias Unidad Militar.

Servir con disciplina
valor y humildad.

Guardar siempre la vida ...........BIS
es nuestro ideal.
¡Para servir a la Sociedad!

Unidad Militar de Emergencias
al servicio del pueblo español
siempre presta en la tragedia
a que el daño no sea mayor.

A luchar con lo desconocido
protegiendo al débil del mal.
Abnegados ante el peligro
de Emergencias Unidad Militar.

Unidad Militar de Emergencias
al servicio del pueblo español.
.........FINAL



Así es que alégrense quienes ansiaban dejar atrás el arma virumque cano de la épica tradicional. Por fin entra en escena Rousseau, y de su mano la Modernidad. Ya era hora de que dejásemos de oír "lengua sin manos, cómo osas hablar", frase reaccionaria donde las haya.

14 comentarios:

  1. ¿De nuevo “la decente oscuridad de una lengua erudita”? Supongo que Tamarón quiere decir que hemos pasado de la épica virgiliana al mediopelo casposo.

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  2. Sí, hemos pasado del Capitán Aldana a Corín Tellado.

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  3. Total, que el marcial himno simboliza las siete llaves al sepulcro del Cid. Lo malo es que la despensa está vacía y la escuela emputecida. Hemos hecho un pan con unas tortas.

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  4. La Unidad militar de emergencias
    al servicio del pueblo español
    nada tiene que ver con polémicas
    con Machado o con Campoamor.

    A luchar con lo desconocido
    conduciendo a todos al mal
    nos dejaste, Marqués, en peligo,
    ante un himno que suena fatal.

    Campoamor es cima
    de grande calidad
    junto al himo
    quq quieres colar
    ¡Para servir a la Sociedad!

    Fernando Ortiz

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  5. Todas las cursilerías bienpensantes tienen que ver entre ellas. Y tú, querido Fernando, que no eres ni cursi ni bienpensante, sueles percatarte de esas afinidades electivas.

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  6. Pocos entienden la ironía, y nadie la ironía con erratas. Las de tus “Citas desde la caverna” ya parecen corregidas, pero no te fíes, Tamarón. En una de esas serias bromas tuyas te pueden malentender y etiquetar como vendepatrias políticamente correcto. Si lo sabré yo, que veo cómo a mi progenitor Evelyn Waugh lo empiezan a presentar como progre. Bueno, es cierto que tan sólo en España.

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  7. Tamarón, usted es muy malo y se va a condenar. Supongo que eso no es lo que más le importa en el mundo.

    Tiene razón: ese himno es épico, pero en una acepción que aún no trae el diccionario. Me refiero a la que se usa para cuando alguien es capaz de trasegarse, seguidos, diez cubatas de garrafón. Épico. Sin parangón. Glorioso. Cidiano.

    Nuevamente me demuele. Sí, sí, hay un sonsonete, un algo rítmico, como de pasos de muchedumbre ordenada, un algo de marcial, de poema hecho por y para el pueblo, un poema democrático. Qué digo, ¡asambleario! ¡Arriba la Modernidad! (¿Podría concluir con un "Viva España"?)

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  8. Le revuelve la bilis, Tamarón,
    la fama de don Antonio Machado;
    lo tiene envidioso, y despechado:
    su obra no ha ganado ovación.

    Usted gano la guerra civil,
    y Machado, gloria y posteridad,
    por lo que le dedica un ripio vil,
    sin más motivo ni necesidad.

    Mejor dedíquese, señor marqués,
    a un nuevo Guirigay nacional.
    Con el diccionario no le va mal:
    en verso no es valiente, ni cortés;
    Salamanca no presta ese don,
    y le ha salido feo, y ramplón.

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  9. Sr Papafrito, estoy de acuerdo con casi todo lo que dice Vd del ripio, pero y porque no es mío. Si leyese las cosas antes de comentarlas se evitaría planchazos como este. Y también vería que no pude ganar la guerra pues no había nacido. Verso no escribo, pero observará Vd que en prosa soy “valiente y cortés” puesto que publico su anónimo, que no es ni lo uno ni lo otro. Tan sólo ripioso.

    Y gracias por darme la ocasión de poner en evidencia a un tonto que se retrata. P.U.L.P.G.

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    Respuestas
    1. Me estoy riendo todavía. Ningún "progre", ni ningún cursi hubiese publicado ese comentario Tamarón.
      Se demuestras otra vez quién es quién. No es lo mismo un marqués que un villano.

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  10. Otro momento impagable en esta bitácora: leer como acusan a Tamarón de envidiar a Machado, y suponerle despechado por la fama de éste vale mucho. Pero lo que no tiene precio es la respuesta del certero verbo Tamarónico. Estoy de acuerdo con él en que Papafrito debería leer las cosas antes de comentarlas, y además conocer a las personas antes de criticarlas, porque conociendo sólo un poquito al amigo Santiago no es tan difícil sacarle defectos... Que Dios nos conserve el sentido del humor. No puedo evitar, de paso, recordar al tan traído y llevado Machado:
    De lo que llaman los hombres
    virtud, justicia y bondad,
    una mitad es envidia,
    y la otra no es caridad.

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  11. Supongo que cuando lleguen al estribillo, mientras los varones cantan "abnegados ante el peligro", las mujeres que integran la UME utilizarán la variante "abnegadas ante el peligro"; que no estropea la métrica ni la rima.
    El comentario de Scott King abre algunas incógnitas. ¿Habrá quien demuestre, con datos concluyentes, que, contrariamente a lo que se ha afirmado, "Neutralia is not Spain"?

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  12. En la España ochentera y ya entonces no tan faldicorta como tantos pretendían, y al menos al Norte de la Huerta de Alicante, se decía “papa frita” a quien hacía público ejercicio de falta de entereza, vocación de correveidile, de meapilismo militante, era chivato en clase o rechazable en cuestión de amores de Instituto por fealdad manifiesta y escasez general de atractivo. También se empleaba para nombrar a la persona voluble por cobarde y, sobre todo, al gilí en todas sus afecciones.

    Hay que reconocer que en cuestión de motes el castellano raya muy alto. Es algo propio de una lengua que pese a todo sigue viva. Pero tenía entendido que los motes se los ponen a uno los demás. Por eso me resulta asombroso que haya quien se designe a sí mismo como “papafrito”, suma de las definiciones antedichas, no del todo reconfortantes para quien las reciba. También es posible que el mote haya vertido hacia terreno afrancesado, el de la sabrosa patata frita, y que así designe sus virtudes aceitadas y crujientes, pero tengo mis dudas al respecto. Tampoco creo probable que se trate del reconocimiento público de una naturaleza vil. Eso sería honroso, no obstante, y convendría consolar a quien mostrara semejante valentía.

    Sea como fuere, dejo constancia de mi asombro sin entrar en mayores juicios.

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