Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: ¿Nomen est Omen?

viernes, 2 de junio de 2023

¿Nomen est Omen?

“La envidia”, por Jacob Matham.

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Hoy he desayunado con The Economist de mañana, 3 de Junio. Informaba que NVIDIA (sic, pronúnciese en inglés envidia, sí, tal como envidia, tristeza del bien ajeno, en español) había superado el "trillion dollar" de valor en bolsa. 

Tal vez convenga aclarar que el trillion americano es nuestro antiguo billón: un millón de millones. Tan sólo hay seis companías en el mundo que superan la cifra: Apple, Microsoft, Aramco, Alphabet, Amazon y ahora Nvidia. 

Lo dicho: la Envidia, en alza vertiginosa. 

Y sí, va a resultar que el Nombre es Presagio. 


19 comentarios:

  1. Curiosa es, me parece, la relación que el idioma español establece con la envidia. No existe un antónimo a la altura del pecado nacional que defina específicamente el anatema de quien se siente satisfecho y celebra el éxito ajeno. Me aparece que en alemán si que existe: "Gönnen".
    ¿Será acaso que nuestro pecado es tan hondo que ni tan siquiera existe su anatema en virtud? Si así fuese debiera buscarse una palabra para tal fin, a ser posible de raíz latina, que es la que procede. Si nombrar es llamar. quizá tener tal vocablo a mano, es decir en boca, pudiera aliviar la acritud de tal inmundo pecado, como si un exorcismo fuese.
    En francés creo que tampoco existe una palabra específica para lo contrario de envidia, y en inglés quizá pudiera ser
    " warmth". Creo que usted don Santiago podrá corregirme con propiedad y acierto a tales efectos dada su competencia en lenguas y lenguaje.
    A su servicio.
    David

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    1. Gracias, estimado amigo. Acabo de mirar la palabra "envidia" en la Wikipedia y aparece una cita sorprendente de Borges: "los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: es envidiable". Digo que es sorprendente tal planchazo en el culto políglota que es Borges. Olvida que en inglés también existe la paradoja: dicen "enviable". Y en francés otro tanto, y dicen "enviable" también, pronunciado de otra manera. Diríase que Borges ha recibido el don de lenguas a la inversa.

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  2. Fidel Martínez Casanova5 de julio de 2023, 1:54

    Admiración.

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    1. Sí, podría ser una opción contextual a considerar, aunque lo contrario de admiración sea, como usted bien sabe, desprecio y la envidia sea, al contrario, un aprecio morboso. A ver que opina don Santiago.
      Suyo, con afecto. DF

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    2. No veo antónimo puro de envidia: la indiferencia lo es a medias, la admiración también a medias.
      Sí es el desprecio antónimo de la admiración, pero no de la envidia.
      Siento no llegar más lejos en el análisis. Voy a estrechar hábilmente a preguntas a algún amigo académico.

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  3. Un cordial saludo.
    ¿Gozan de inmunidad en eso de la envidia los que sufren de soberbia? me gustaría que así fuese, por la estima que profeso a don Pedro Sánchez.
    Alguna vez he escuchado hablar de sana envidia; quizás exista, como el centro.

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  4. Nomen est Omen aplicable en general a todo lo que toca el AI y el cloud computing, pues las cotizaciones están por las nubes. (Harina de otro costal ya sería el ratio precio/beneficio).

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  5. Con permiso, regreso con una cita que ofrece algunas señas ciertas de esa tal envidia.

    Ya no tengo mucha confianza en el obispo de Roma pero la tengo y mucha en padre Luis de Granada. En una de entre sus muchas páginas tan excelentes tanto en lengua como en discurso he rescatado una cita de la Biblia.
    La cita es del Libro de la Sabiduría 2, 24.
    «... pero la muerte entró en el mundo
    por la envidia del Diablo
    y sus seguidores tienen que sufrirla».

    Les deseo todo lo mejor.

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  6. El comentario que había publicado el sr Limón, ya no está...

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    1. Gracias por el aviso, estimado amigo, pero no encuentro más que dos comentarios del Sr. Limón, ambos publicados.

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    2. Perdone, amigo, el error fue mío o de la máquina que traspapeló el mensaje. Ahora parece que el malévolo ingenio se ha arrepentido y ya está publicado en su sitio a fecha de hoy, día de Santiago.

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    3. No es necesaria disculpa, al contrario. De lo que no cabe duda es que el ingenio es malévolo a pesar de que en esta bitácora, y en otras pocas, se use con noble causa. Saludos don Santiago a su servicio siempre.

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  7. Muy buenas noches.
    Me he tropezado con un colega de Suetonio, con Plinio el Joven. En el año 100 redactó su Panegyricus Traiani, y en ese discurso realiza una serie de emparejamientos de virtudes y vicios. Uno puede, o no, aceptar la propuesta de Plinio.
    «quando su agrado, su envidia» es la traducción del discurso por Francisco de Barreda [Madrid, 1787] del original «quum de benignitate, livorem».
    http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000104465&page=1
    [pág 23 / 329]

    Todo lo mejor.

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    1. Bien merece ,apreciado señor Limón un agradecimiento su aporte, aunque, me parece, no acaba Plinio tampoco de resolver el problema. Si consideramos agrado opuesto a envidia estamos cometiendo quizá el error de tomar el todo por la parte pues como ya se dijo, toda forma de envidia parte de un agrado morboso. O sea que agrado no se opone envidia, es su subversión pero no su oposición. Un saludo cordial.

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  8. ¡Uff, la soberbia la peor, porque la falsa humildad es la peor de la soberbia!

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    1. Concurrente a otras calamidades la soberbia las acaba de malignizar. Pobre es quien no se reconoce frente a lo Universal insignificante y frente a los hombres su hermano. Vana es la presunción de altura, tremenda su tempestad.

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    2. Así es. Si es usted en verdad humilde, Señor Flores siga siempre en ello, no pierda esa Virtud, la sencillez y humildad y la bondad del corazón, no falsa bondad. Y póngase bajo el Manto de Santa María de Guadalupe, preciosa Tilma con las flores de Castilla.

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  10. Quiso la suerte, o quizás otra ventura, toparme de frente con un texto de José ingenieros. En el Hombre Mediocre , más concretamente en su capítulo V dedicado a la Envidia pone:
    "Por deformación de la tendencia egoísta algunos hombres están naturalmente inclinados a envidiar a los que poseen tal superioridad por ellos anhelada en vano; la envidia es mayor cuando más imposible se
    considera la adquisición del bien codiciado. Es el reverso de la emulación; ésta es una fuerza propulsora y fecunda, siendo aquélla una rémora que traba y esteriliza los esfuerzos del envidioso. Bien lo comprendió
    Bartrina, en su admirable quintilla:
    La envidia y la emulación
    parientes dicen que son;
    aunque en todo diferentes
    al fin también son parientes
    el diamante y el carbón.
    La emulación es siempre noble: el odio mismo puede serlo algunas
    veces. La envidia es una cobardía propia de los débiles, un odio impotente,
    una incapacidad manifiesta de competir y de odiar.
    Lo traje con la intención de valorar la semántica mas que otra cuestión de fondo, alrededor de la envidia y sus contrarios.
    Afectuosos saludos.

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