Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: Fuego, crimen y castigo

lunes, 11 de julio de 2016

Fuego, crimen y castigo


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     Al hilo de un artículo publicado en el ABC el 8 de Julio pasado, con el título de Menos incendios, pero más grandes e intensos, envié esta carta:
     Bien está que nos informen la WWF y el ABC del escándalo de los incendios forestales, provocados en un 96% por intención dolosa o por negligencia presumiblemente punible. 
     Pero estaría aún mejor que nos dijesen cuántos de los culpables siguen en la cárcel al llegar el siguiente verano. Se dice que ninguno. Pero no hay manera de obtener estadísticas oficiales. 
     El auténtico escándalo no es la multitud de incendios delictivos, sino la impunidad de los incendiarios.

     El Marqués de Tamarón
     Madrid
     Fue publicada el día 10 de Julio bajo el título de Fuego, crimen y castigo, que utilizo para encabezar esta entrada.

     P. D. Ya sé que servirá para poco o nada. Si acaso para el típico consuelo de los tercos: Por mí que no quede.

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4 comentarios:

  1. Si es verdad que en toda época ha existido consigna alguna la de la posdata es fantástica, al menos no la utilizan muchas personas, salvo los más acertados y valiosos: " Por mi que no quede", por supuestísimo sin lugar a dudas...

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  2. No he tenido ocasión de lidiar con pirómanos, pero por mi trabajo en ecología (nota bene: no ecologista) pude comprobar que en la Finlandia de mediados de los años noventa una parcela de bosque quemada con intención dolosa acarreaba pena de prisión fetén, sin desgravaciones de forense psiquiátrico, sin descuentos por hacer cursos de macramé, sin recortes por aprender valenciano normativo, sin apoyo de político de aquellos que proclamaban, en no tan hilo tempore, aquello de "la sociedad es la culpable".

    El aprehendido con la cerilla todavía humeante se iba no caminito de Jerez, por que eso pillaba lejos, sino a un trullo de paredes de granito y suelo de permafrost más lóbrego y sombrío que una tumba e igualmente ventilado. Supe por mi jefe y amigo, el director del Museo de Zoología, que, igual que en los penales españoles los reclusos se la tenían jurada a los violadores, en Suomi era a los quemabosques a quienes les caía la ojeriza de los reos, y que al que incendió una de nuestras parcelas de estudio con su granero viejo y su vaca dentro para cobrar el seguro le habían dado una paliza en toda regla, pues robar por necesidad podía tener cierto descargo, pero quemar la tierra del propio país era como pegarle a una madre.

    No digo que se importen esas costumbres, ni tampoco creo que se mantengan vivas. Me limito a dejar constancia de que hasta en el mal hay jerarquías.

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    1. Pido disculpas por haber escrito "hilo" en lugar de "illo". La lucha que mantengo con el corrector mejicano que vive en mi Word es desigual: él es fuerte y tenaz, yo débil y con cierta presbicia.

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  3. Usted tiene razón Tamarón y gracias por notificar una vez más este horror. Ojalá alguien que siga estas entradas y sus escritos o que esté interesado en el tema nos contestara dos cosas más, fundamentales en este tema: cuáles son las las penas en España por estos crímenes y dos, comparar la legislación española y su cumplimiento frente a otros países en donde no sale gratis hacer esto. Ambas ojalá para comprender y sentir más vergüenza si se puede de que en esta tierra reina el desmadre y la carencia total de una conciencia sobre el cuidado y la protección del medioambiente.

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