Cristo recién nacido, Georges de la Tour 1640, Museo de Rennes (Para agrandar la imagen pinche encima con el ratón) |
Os deseo a todos unas felices Pascuas y un buen Año Nuevo de 2025.
Santiago de Mora-Figueroa
Cristo recién nacido, Georges de la Tour 1640, Museo de Rennes (Para agrandar la imagen pinche encima con el ratón) |
Os deseo a todos unas felices Pascuas y un buen Año Nuevo de 2025.
A partir de ahora, pondré orden en los comentarios. Estos tendrán que circunscribirse al asunto tratado en la entrada. Espero así evitar el exceso de divagaciones.
No obstante, y como última excepción, procuraré publicar los otros comentarios pendientes en su sitio aunque no cumplan con esta norma establecida.
Por último, ruego a los lectores que si quieren dejar algún comentario no firmen Anónimo. Sugiero que usen un pseudónimo, a ser posible el mismo para cada lector.
Por si
fuere cierto que el rostro es el espejo del alma y también que los scripta
manent, los escritos permanecen y revelan el fondo del pensamiento,
empecemos recogiendo ambos, los rasgos de la cara y los del pensamiento de
Erasmo de Róterdam (n.1466- +1536).
En ambos
–rostro y pensamiento– se transparentan su inteligencia, su hondura y su
ironía.
Navegar
en los comienzos de la Reforma y de la Contrarreforma no era fácil empeño. Él
lo consiguió con su media sonrisa y atenta mirada a los escritos.
Juzgue el lector contemplando algunos de los muchos retratos que se conservan del polifacético Erasmo:
Erasmo por Quinten Metsys, 1517 |
Erasmus por Alberto Durero, 1520 |
Erasmus por Hans Holbein el Joven. 1523 |
Erasmus por Alberto Durero, 1526 |
|
Erasmus por Léon van Dievoet, 1986 |
La verdad
es que bastan y aun sobran los siguientes elementos para trazar un perfil bastante
realista de alguien como Erasmo de Róterdam, nacido en 1466 y muerto en 1536,
sacerdote católico, filósofo, teólogo y no debemos olvidarlo, hombre con mucho
sentido de lo cómico.
Inaugurando
un nuevo proceder, que algunos llamarán comodidad para el autor y otros
comodidad para el lector e incluso para el biografiado, me propongo confesar al
lector lo siguiente.
El
resumen de esta entrada sobre Erasmo de Róterdam está hecho con los siguientes
mimbres, modestos pero bien recios:
En la
Wikipedia en español Erasmo de Róterdam, una buena entrada de unos
quince folios que aprovecha parte del contenido de la entrada en inglés Erasmus.
Erasmo de Róterdam,
Wikicitas en español, muy poca extensión y profundidad.
En la
Wikipedia en inglés Erasmus, excelente y amplia entrada de un
medio centenar de folios, completada en Wikiquote con una docena de
folios.
En la
Wikipedia en francés, en Érasme se encuentran informaciones distintas de
las dos anteriores y en general es una entrada muy interesante. En el Wikiquote
en francés hay citas sobre Erasmo pero no de Erasmo.
Pero lo
principal sería obtener –a ser posible y sin incurrir en robo con asesinato– la
espléndida colección de los 4.151 proverbios en su versión griega y latina con
glosas e índices. Naturalmente he intentado hacerme con él pero el precio es astronómico.
Hasta donde han llegado mis fuentes de información –además de la excelente calidad de las diversas Wikipedias en los únicos tres idiomas que conozco– creo que no es necesario salvo ansias eruditas acudir a otras fuentes. Además con frecuencia esas otras fuentes menores decepcionan. Tiene su interés Erasmo de Rotterdam. Adagios del poder y de la guerra y Teoría del adagio (Ramón Puig de la Bellacasa, Charles Fantazzi y Alexandre Vanautgaerden).
Sí, esos son los bueyes y con ellos hay que arar.
Post scriptum. Me olvidé de una fuente modesta, alegre y no muy de fiar: presenta una selección de los Adagios de Erasmo. La selección está hecha por un médico culto del Siglo XVIII, inglés, llamado Robert Bland, M.D, F.S.A. Para mí es un misterio, menor pero innegable, pues ya en la tapa del libro, en su edición de 1814 (que he comprado por pocos euros), dice:
Lo más importante es que el culto médico Doctor Bland añadió ejemplos "de las lenguas español, italiano, francés e inglés". Gracias a esa generosa distribución de ingenios sabemos que Sapientes portant cornua in pectore, stulti in fronte (los sabios llevan cuernos en su pecho y los tontos en la frente); aunque luego el sabio británico añade otra versión en español mucho menos florida: Los locos tienen el corazón en la boca y los cuerdos la boca en el corazón.
Cabe aplicarle la categoría de Liberal [1] Reaccionario [2]. Liberal era puesto que tuvo 700 esposas y 300 concubinas, según el Primer Libro de los Reyes, 11:3. Y en una categoría indefinida pero colosal, enamoró a la Reina de Saba. Y se enamoró de ella, claro.
Muy poco
se sabe a ciencia cierta, y fuera de la Biblia, sobre Salomón. Ni siquiera es
seguro que existió. Pero su influjo en la historia, en las Tres Religiones del
Libro, en la literatura, en la pintura y en la música –sin ir más lejos en los Negro
Spirituals– es innegable.
Tal vez
compliquemos demasiado las palabras. Quizá deberíamos volver a sus formas
primitivas para entender las realidades perdurables. No hay por qué decir, como
acabo de hacerlo yo mismo, ni siquiera es seguro que existió el Rey
Salomón. Basta con decir ser en vez de existir. En seguida
comprendemos que Salomón fue e incluso es.
No hay
más que leer el Antiguo Testamento para descubrir la realidad palpitante y
dentro de él, el Libro de los Proverbios:
“1 Los
Proverbios de Salomón, hijo de David, Rey de Israel.
2 Para
entender Sabiduría y Castigo: para entender las razones prudentes,
3 Para
recebir el castigo de prudencia, justicia
y juyzio, y equidad,
4 Para
dar a los simples astucia, y a los moços inteligencia y consejo.
5 Si el
sabio las oyere, aumentará la doctrina: y el entendido adquirirá consejo.
6 Para
entender parábola y declaración, palabras de sabios, y sus dichos escuros.
7 El
principio de la sabiduría es el temor de Iehoua: los locos despreciaron la
sabiduría y el castigo.
8 Oye
hijo mío el castigo de tu padre y no deseches la Ley de tu madre.”[3]
Dejando
en suspenso la llamada realidad histórica, tan deleznable como cualquier otra o
un poco más desmenuzable todavía, suele darse por buenas algunas fechas. Salomón,
hijo de David, reinó sobre Israel y Judea en el siglo X a.d.C. Fue inmensamente
rico, edificó el Templo y disfrutó de sus mil mujeres.
No es de extrañar que la huella salomónica sea indeleble en las tres Religiones del Libro. Bien cerca tenemos el resultado de esta fama más que legendaria. Felipe II identificaba a su padre Carlos V con el Rey David y él mismo se veía como el Rey Salomón. En la entrada a la Basílica del Escorial figuran sendas estatuas del Rey David y el Rey Salomón y un fresco en la biblioteca.
Es curiosa esa identificación del adusto y sombrío Felipe II con el poligámico Rey Salomón y también sorprende identificar a Carlos V con el Rey David. Al revés nos hubiera parecido más verosímil dentro de las nubes hagiográficas. Sorprende también ver en la biblioteca del Escorial al Rey Salomón departiendo doctamente con la Reina de Saba cuando es de todos sabido que ella sucumbió a sus encantos, sin demasiada prosopopeya. No en vano había llegado a Jerusalén bien preparada:
“Llegó a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, oro en gran abundancia y piedras preciosas". [4]
Cabe imaginar que el gran Rey que vemos entre brumas legendarias se caracterizaba por una mezcla de vanidad escéptica y orgullo irónico. Ambas cosas aparecen en la fastuosa y variopinta iconografía de tantos siglos.
Valgan como botones de muestra de los cientos de imágenes el siguiente repertorio:
Pedro Berruguete, Salomón, circa 1500 |
Rubens, El juicio de Salomón, circa 1617 |
Cornelis de Vos, El ungimiento de Salomón, 1630 |
Willem de Poorter, La idolatría del Rey Salomón, circa 1630-1648 |
Giovanni Venanzi, El Rey Salomón pervertido en su vejez por sus mujeres, 1668 |
Luca Giordano, El sueño de Salomón, 1694-1695 |
Gustav Doré, El Rey Salomón, 1866 |
Sir Edward Poynter, La visita de la Reina de Saba al Rey Salomón, 1890 |
José María Sert, La Reina de Saba preparada para salir de su reino e ir a ver al Rey Salomón, está sentada sobre una concha de nácar,1925 |
Sello postal de Israel, 1960 |
Ya tendremos ocasión de entrar en otras cuestiones importantes sobre el Rey Salomón pero dejémoslo por ahora con uno de sus Proverbios:
"Por tanto he salido a encontrarte, buscando tu faz: y he te he hallado". [5]
____________
[1] Liberal: Generoso, bizarro, y que sin fin
particular, ni tocar en el extremo de prodigalidad, graciosamente da y socorre,
no sólo a los menesterosos, sino a los que no lo son tanto, haciéndoles todo
bien. (Diccionario de
Autoridades, tomo III, 1732).
[2] Reaccionario: Que tiende a oponerse a cualquier innovación. (Diccionario de la Real Academia, 2023).
[3] Esta cita de los Proverbios de Salomón está sacada de la primera versión en español de las Sagradas Escrituras, traducidas por el monje Jerónimo, Casiodoro de Reina (1520-1594). El traductor fue excomulgado por la Inquisición y declarado heresiarca.
[4] Primer Libro de los Reyes, 10:2
[5] Libro de los Proverbios, 7:15
Entierro, el 29 de Julio del 2024, del Comandante número 29 de la Infantería de Marina de los Estados Unidos, General Jubilado Alfred Gray, en el Cementerio Nacional de Arlington, Virginia.
Desde la banda de música hasta las botas colgadas hacia
abajo, toda la ceremonia es noble y digna. Qué pena que aquí estemos perdiendo
casi todas esas normas y costumbres.
A veces le llegan al lector chispazos –en sentido figurado o en sentido estricto– muy lejanos en la geografía y en el asunto tratado. Ejemplo inesperado y atractivo para mí han sido las palabras y el escenario balcánico del acto cultural celebrado en Belgrado el pasado mes de Junio.
Don David Flores, investigador español, habló en el Instituto Cervantes como podremos ver después en el enlace con la conferencia. Él mismo aclara el propósito de dicho acto:
"La conferencia trata sobre el ingeniero, inventor e industrial Mónico Sánchez. Este desarrolló el primer dispositivo portátil para generar rayos X, que se hizo famoso al utilizarse en campaña durante la Primera Guerra Mundial. David Flores se refiere a los detalles de la construcción original y las características de una réplica exacta fabricada en su laboratorio; el Dr. Jovan Cvetić de los principios electrofísicos implicados en su ingenioso circuito y Zórica Civrić trata sobre los primeros sistemas para obtener corrientes de alto voltaje y frecuencia de Nikola Tesla, Oudin y D´Arsonval. El carácter es divulgativo, abierto a cualquier persona que sienta interés por la ciencia y sus artífices en nuestra España".
Para escuchar la citada conferencia entre en el siguiente enlace:
CONFERENCIA MÓNICO SÁNCHEZ INSTITUTO CERVANTES BELGRADO
GENUS
IRRITABILE VATUM,
La raza irritable de los poetas
(Horacio, Epístolas, II, 2, 102)
Una de
las pocas ventajas de la vejez es la debilidad de la memoria. Acabo de releer y
disfrutar de nuevo un texto de Ortega y Gasset que había leído hace menos de un
año y olvidado enseguida.
Pero
parejo a esa ventaja va el perpetuo inconveniente de la duda que tanto estorba
al disfrute del críptico y sacro texto. Mi duda sobre este exabrupto de Ortega
contra sus críticos es tan fácil como humillante de reconocer: no sé lo que mi admirado
y querido maestro Ortega quería decir.
Sí, ya
sabemos que nos iremos al otro mundo sin haber resuelto nuestras dudas, pero… Las
dudas pueden ser tan sólidas como las certidumbres. En fin, juzgue el avezado lector
el exabrupto del maestro frente a sus tal vez discípulos díscolos:
“Pensar
que durante más de treinta años —se dice pronto— he tenido día por día que
soportar en silencio, nunca interrumpido, a los pseudo-intelectuales
cretinos de mi país que descalificaban mi pensamiento, porque «no escribía
más que metáforas» —decían ellos. Esto les hacía triunfalmente sentenciar y
proclamar que mis escritos no eran filosofía. ¡Y claro que afortunadamente no
lo eran! si filosofía es algo que ellos son capaces de segregar. Ciertamente
que yo extremaba la ocultación de la musculatura dialéctica definitoria de mi
pensamiento, como la naturaleza cuida de cubrir fibra, nervio y tendón con la
literatura ectodérmica de la piel donde se esmeró en poner el stratum
lucidum. Parece mentira que ante mis escritos —cuya importancia aparte de
esta cuestión, reconozco que es escasa— nadie haya hecho la generosa
observación que es, además, irrefutable, de que en ellos no se trata de algo
que se da como filosofía y resulta ser literatura,
sino, por el contrario, de algo que se da como literatura y resulta que es
filosofía. Pero esas gentes que de nada entienden, menos que de nada entienden
de elegancia, y no conciben que una vida y una obra puedan cuidar esta virtud.
Ni de lejos sospechan por qué esenciales y graves razones,
es el hombre el animal elegante. Dies irae, dies illa!”[1]
No
lo puedo remediar, el tótem filosófico español que vivía en el siglo y en lo
eterno, el que declaró Delenda est Monarchia el 15 de Noviembre de 1930
y se desdijo diciendo No es esto, no es esto el 6 de Diciembre de 1931,
el mejor prosista del siglo XX, me cae siempre simpático. Y como simpatía en griego
es condolencia en latín, me conduelo con Ortega y lo apoyo en su sonoro cabreo
contra los “pseudo-intelectuales cretinos”. Aunque no sepa lo que habían
dicho los cretinos, imagino que bobadas progres.
[1] La idea de principio en Leibniz.
Cap. 30 Creencia y verdad,1947, José Ortega y Gasset, Obras Completas,
Tomo IX, Obra póstuma.
Hoy he tenido el gusto de hablar sobre mi amigo José Manuel Blecua en el curioso archivo llamado Caja de las Letras en la sede del Instituto Cervantes en Madrid:
Creo que hace más de un cuarto de siglo le dije a José Manuel Blecua Perdices en el Primer Congreso de la Lengua Española, en Zacatecas, Méjico que yo confiaba en Dios para que me colocase en la tertulia del Cielo junto a José Manuel Blecua aquí presente y no en la tertulia también celestial de cierto santo varón cuyo nombre no hace al caso y a cuya vera la eternidad sería insoportable.
Y es que el hombre más sabio y menos pedante con el que he trabajado es sin duda José Manuel Blecua. Su virtud del sentido del humor, que no del sarcasmo –virtud menos apreciada en la patria de Quevedo que en otras latitudes– corre pareja con su cortesía y ambas se aúnan con su erudición. Ingresó en la Real Academia Española en 2006 y fue Director de 2010 a 2014.
Antes,
fue Director Académico del Instituto Cervantes y trabajó denodadamente con el
primer Director, Nicolás Sánchez-Albornoz, y después conmigo. En 1997 tuvo
lugar el Congreso en Zacatecas. Allí fue, entre otros participantes, Camilo
José Cela, Premio Nobel de Literatura. Al aterrizar y en una suerte de
duermevela un periodista mejicano le preguntó cortésmente a nuestro Premio
Nobel:
–“¿Qué
piensa usted del habla en la América Latina?”
– “¡Ah! ¿Hay muchos mejicanos que hablan latín?”
Las explicaciones a la prensa mejicana las dio José Manuel, no el diplomático, que era yo, sino el sabio erudito… Gracias, de nuevo, querido José Manuel.
Tampoco olvidaré sus gestiones múltiples para mitigar los problemas inevitables en todas las reuniones internacionales como estas. Como en las batallas, la intendencia y la logística son fundamentales. Y por supuesto la reunión el 7 de Abril de 1997 en Zacatecas del Rey Juan Carlos I, el Presidente Zedillo Ponce de León y los tres Premios Nobel de Lengua Española: García Márquez, Cela y Octavio Paz.
Al final, el 9 de Abril de 1997, José Manuel Blecua organizó la Mesa Redonda Plenaria sobre la Dimensión Internacional de la Lengua Española. Participó allí con Álvaro Mutis, colombiano e hispanófilo y maestro del humor sin sarcasmo.
Hay cosas mucho más importantes que estas en la vida de nuestro amigo aquí presente, José Manuel Blecua, pero éstas para mí son inolvidables.
Y a todos
nos satisface la justicia poética de que queden en este Archivo papeles de José
Manuel Blecua Perdices juntos con los de su padre, José Manuel Blecua Teijeiro
y su hermano, Alberto Blecua Perdices.
En Septiembre de 1975 –ya después del indulto general de 1971 y antes del nuevo indulto general de Noviembre de 1975– fueron ejecutados dos asesinos de la ETA y tres del FRAP. Hubo una campaña en muchos países protestando por la condena y ejecución de los terroristas.
En la Embajada de España en Copenhague el Embajador se fue
inmediatamente a España. Yo me quedé como Encargado de Negocios. El otro
diplomático, aunque hombre de ideología izquierdista, insistió en quedarse
conmigo. El canciller de la Embajada
(cargo burocrático de poca altura), hombre sencillo y bueno, de espléndida
sonrisa gracias a una bomba de mano soviética que no estalló pero le rompió la
dentadura, luego reemplazada por una vistosa pieza postiza, también se quedó. Hubo
manifestaciones ruidosas ante la Cancillería
de la Embajada. Me llegó el aviso de algún miembro de la colonia española: “que
tenga cuidado el Encargado de Negocios porque le podemos dar un disgusto con su
hijo, el rubio” (que tenía entonces siete años). Me llamó por teléfono un amigo y compañero de la Universidad
de Madrid, Alejandro Royo-Villanova, insistiendo en que le mandara a mis hijos a su casa. Mi hijo se negó.
Me llamó otro amigo y colega en Copenhague, el Encargado de Negocios de Israel,
país con el que España todavía no tenía relaciones diplomáticas. Se llamaba –y
espero que siga vivo y activo– Eli Tabori. También me dijo que en su casa mis
hijos estarían del todo a salvo y en compañía de los suyos. Pero mi hijo volvió
a rechazar el ofrecimiento. Al fin, el Embajador de Irlanda, que vivía en la
misma calle que nosotros, me ofreció llevar todas las mañanas a mis hijos con los suyos al Colegio
Francés.
Aquel
lance me enseñó que la naturaleza y el corazón de algunos, de tan diversa condición
e ideas, eran buenos y valientes y otros malos y cobardes. Que nos pregunten a mi mujer y a mí, entre otros millones de gentes.
Quien crea que ya no existe el buen
samaritano, se equivoca. Y quien crea que todos los samaritanos son buenos
también se equivoca.
Lo más interesante de las exploraciones e indagaciones eruditas no surge cuando resultan exitosas sino cuando fracasan, pues aparece entonces el misterio. Juzguen ustedes:
Soledades, Galerías y otros poemas
Antonio Machado
JOSÉ ORTEGA GASSET
A ti laurel y yedra
corónente, dilecto
de Sofía, arquitecto.
Cincel, martillo y piedra
y masones te sirvan; las montañas
de Guadarrama frío
te brinden el azul de sus entrañas,
meditador de otro Escorial sombrío;
y que Felipe austero,
al borde de su regia sepultura,
asome a ver la nueva arquitectura,
y bendiga la prole de Lutero.
Por eso, suplico a cualquier erudito, masón o no, que me aclare las alusiones insinuantes: "dilecto de Sofía, arquitecto", "masones te sirvan", "que Felipe austero [...] bendiga la prole de Lutero".
Todo ello dirigido por un Antonio Machado que en 1919 tenía 43 o 44 años, a un Ortega Gasset (sic) de 35 ó 36 años. Pero ya antes, en 1915, consta que Antonio Machado conocía al "joven meditador" pues escribía en el semanario España, fundado por Ortega en ese año.
En cualquier caso, estos versos parecen irónicos e insinuantes, pero ¿de qué?
Enlaces relacionados:
(El ensayo que aparece a continuación ha sido publicado el Domingo 24 de Marzo en la Gaceta de la Iberosfera)
Fernando Pessoa, pintado por Almada Negreiros, Fundación Calouste Gulbenkian, Lisboa |
Hace diez meses –una eternidad– escribí y publiqué en mi cuaderno de bitácora una nota titulada El desasosiego de Pessoa. Reconozco que en vez de sosegarme, mi modesta nota me ha ido desasosegando. Como si Pessoa, maestro de la prestidigitación, muerto en 1935, se entretuviese desconcertando a sus lectores.
Tal vez porque he seguido leyendo al maestro portugués, lo veo al cabo de menos de un año con ojos distintos. Al principio el énfasis lo ponía mi mente ingenua en una cierta seriedad barroca (o pre-barroca, recuérdese el Estilo Manuelino de principios del siglo XVI). Después, poco a poco, empecé a observar en su obra escrita ciertos rasgos burlones.
Singularmente llama la atención un resumen autobiográfico escrito en Marzo de 1935, unos meses antes de morir. El texto está redactado en el estilo habitual en estos casos, sobrio y aburrido. Hasta que cambia radicalmente el tono y dice lo siguiente de sí mismo:
Ideología Política: Considera [el autor, Fernando António Nogueira Pessoa] que el sistema monárquico sería el más propio para una nación orgánicamente imperial como es Portugal. Considera, al mismo tiempo, la Monarquía completamente inviable en Portugal. Por eso, de haber un plebiscito entre regímenes, votaría, si bien con pena, por la República. Conservador de estilo inglés, esto es, liberal dentro del conservadurismo, y absolutamente anti-reaccionario.
Posición religiosa: Cristiano gnóstico y por tanto enteramente opuesto a todas las Iglesias organizadas, y sobre todo a la Iglesia de Roma. Fiel, por motivos que más adelante están implícitos, a la Tradición Secreta del Cristianismo, que tiene íntimas relaciones con la Tradición Secreta en Israel (la Santa Kabbalah) y con la esencia oculta de la masonería.
Posición iniciática: Iniciado, por comunicación directa de Maestro a Discípulo, en los tres grados menores de la (aparentemente extinta) Orden Templaria de Portugal.
Posición patriótica: Partidario de un nacionalismo místico, del que sea abolida toda la infiltración católico-romana, creándose, si es posible, un sebastianismo nuevo, que la substituya espiritualmente, si es que en el catolicismo portugués hubo alguna vez espiritualidad. Nacionalista que se guía por este lema: "Todo por la humanidad, nada contra la nación".
Posición social: Anticomunista y antisocialista. Lo demás se deduce de lo expuesto arriba.
Resumen de estas últimas consideraciones: Tener siempre en la memoria al mártir Jacques de Molay, Grado-Maestre de los Templarios, y combatir, siempre y en todo lugar, a los tres asesinos: la Ignorancia, el Fanatismo y la Tiranía.
Lisboa, 30 de marzo de 1935
Esta declaración de Pessoa es incalificable sensu stricto. El lector no sabe si los párrafos antes citados están escritos en serio o con ironía de mayor o menor grado. Al final, comprendemos –por lo menos yo– que hay una buena carga burlona. Compárese con la siguiente letrilla:
O poeta é um fingidor.
Finge tão completamente
Que chega a fingir que é dor
A dor que deveras sente.
Fernando Pessoa, fevereiro de 1925.
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que en verdad siente.
Fernando Pessoa/Bernardo Soares; Autopsicografía; publicado el 1 de abril de 1931.
Y esa letrilla parece en la traducción al español una de esas coplas flamencas que son a la vez tiernas e irónicas. Aunque, bien pensado, tienen aires antiguos más ilustres:
Ca uso faze maestro,
e virtud es exerçiçio:
al siniestro faze diestro
el deleite del offiçio.
El Marqués de Santillana, Coplas al muy exçellente e muy virtuoso señor don Alfonso, Rey de Portugal.
En ocasiones la ambigüedad conmueve, como aquí:
Onde está Deus, mesmo que não exista? Quero rezar e chorar, arrependerme de crimes que não cometi, gozar ser perdoado como uma carícia não propriamente materna.
Livro do desassossego, 88.
¿Dónde está Dios, aunque no exista? Quiero rezar y llorar, arrepentirme de crímenes que no he cometido, disfrutar de ser perdonado por una caricia no propiamente maternal.
Libro del desasosiego, 88.
Pessoa escribe torrencialmente, pero siempre parece angustiado ante lo que llama “la vida real del mundo” :
Sólo participa de la vida real del mundo quien tiene más voluntad que inteligencia, o más impulsividad que razón. «Disjecta membra»,dijo Carlyle, «es lo que queda de cualquier poeta, o de cualquier hombre»[1]
Y no son pocos los “restos dispersos” de Pessoa :
El maletín con 25.000 páginas manuscritas |
La enormidad de su legado de textos inéditos es propia de un escritor que fumaba 80 cigarrillos diarios y bebía mucho… Aunque también dedicó tiempo al amor, pero menos si hemos de creer que su único amor fue Ofélia de Queirós.
Envuelto en ambigüedades, Pessoa justifica que John Hollander declarara que si Pessoa nunca hubiese existido, Borges hubiera tenido que inventarlo. Esa fascinación también llevó a Harold Bloom a incluirlo en una lista de veintiséis escritores que consideraba esenciales para el Canon Occidental, el cual empezaba con Shakespeare y terminaba cayendo hasta Beckett.
Las últimas palabras que escribió Pessoa fueron:
29-11-1935
I know not what tomorrow will bring
(No sé lo que traerá el mañana)
(Escrito en el hospital de Lisboa donde murió al día siguiente, 30 de Noviembre de 1935).
Fue enterrado en el Cementerio de los Placeres (Cemitério dos Prazeres, Lisboa).
[1] La educación del estoico, Fernando Pessoa. Trad. de Roser Vilagrassa.
9 años
41 años
Todas las
vidas humanas son productos de una combinación bastante simple: Nature et
nourriture. La combinación aparece mencionada en la Antigüedad clásica y de
allí pasa al francés medieval y al inglés renacentista. Pero en la combinación irrumpe a veces,
muchas veces, el azar. Ludwig Wittgenstein heredó, como sus hermanos, mucha
inteligencia y bastante tensión nerviosa, a lo que el azar añadió en su entorno
los cataclismos políticos y bélicos de la primera mitad del siglo XX.
La mezcla
de los distintos influjos de su época y los de su entorno
familiar (tres de sus cuatro hermanos se suicidaron), los de su país (el
Imperio Austro-Húngaro desapareció en 1918 y la propia Austria fue absorbida en 1938 dentro del Tercer Reich
alemán) y los de su propio temperamento, lo llevaron a estallar con frecuencia
y de forma impredecible.
Ludwig
Wittgenstein fue el octavo y último hijo de una familia austríaca tres cuartas
partes judías, de conversos católicos. Nació en Viena en 1889 y murió en
Cambridge en 1951.
Yendo al cómo era Wittgenstein y no al qué o al cuándo, cabe detectar en él un notable parecido con una ardilla. Una ardilla fuerte y valerosa, pero ardilla. Véanse por ejemplo algunas de sus chispas de ingenio, a veces cómicas, otras surrealistas y algunas trágicas:
“Cuando
hay disparos hay que correr hacia ellos y no huir”, dijo a su
hermana Margarete agarrándola de una mano para arrastrarla a donde se oían los
disparos que causaron 85 muertos en la manifestación socialista de Viena en
Julio de 1927.
Siempre fue hombre de impulsos. Por impulso cedió su fortuna heredada a sus hermanos. Pero el arrebato más sorprendente fue irse en 1935 a la Unión Soviética con su amigo Skinner para vivir allí trabajando como obreros. No parece que fuese tan ingenuo como para creer que la Rusia de Stalin tenía mucho que ver con la de Tolstói o Dostoyevski, pero tampoco Wittgenstein se sentía atraído en especial por el marxismo, pese a que en Cambridge era entonces la ideología dominante entre muchos de los alumnos más destacados. El caso es que la estancia duró poco.
“ I often
fear madness”, escribió Wittgenstein el 18 de Octubre de 1946, una semana antes
de la velada del atizador[1].
Podría
decirse que la esencia de su vida está en la tragicomedia del atizador atónito.
Ocurrió el Viernes 25 de Octubre de 1946, en el King’s College de Cambridge. Karl Popper, todavía un joven prometedor, era
orador esa noche en el Cambridge Moral Science Club. Asistían el
profesor Ludwig Wittgenstein, presidente del club, Bertrand Russell, el eterno
símbolo de la filosofía provocativa y radical (pero no excéntrica) y una treintena
de alumnos y postgraduados. Entre estos últimos abundaban los recién
licenciados del ejército británico que acababan de luchar en la guerra y
todavía se vestían con restos de sus uniformes.
Wittgenstein
tenía en la mano el atizador de la estufa que apenas calentaba el aire frío y
húmedo del otoño inglés. Discrepó del invitado, Karl Popper, judío vienés como
él, pero menos valeroso o imprudente y también menos atrevido que Wittgenstein
en su filosofía[2].
Al cabo de unos diez minutos, tras blandir el atizador y habiéndole dicho
Russell “put the poker down” se fue de la sala tirando al suelo el
hierro y dando un portazo.
La manía
peligrosa de etiquetar a hombres, comportamientos y rarezas parece obligar a
nombrar los elementos esenciales de esa extraña velada cantabrigiense. Pese a
su excentricidad –o tal vez gracias a su excentricidad– es Wittgenstein el
indudable protagonista de la extraña velada. En la Antigüedad los asiáticos lo
habrían llamado el Loco Sagrado. En la modernidad unos lo calificarían de
autista y otros de excéntrico pero en nuestra postmodernidad le atribuirían
apelativos como esquizoide o síndromes como el de Asperger. Lo cual no siempre nubla la capacidad intelectual.
Da igual,
cada hombre es un mundo y el de Wittgenstein mezclaba creación y abatimiento,
inspiración y tedio, dependiendo, cabe suponer, de la etapa de su vida. Sin
embargo, incluso de esa mezcla parece surgir una conclusión paradójica:
“Always come down from the barren heights of cleverness into the green valleys of folly”[3]
"Baja siempre desde las cúspides estériles de la astucia a los verdes valles de la locura".
[2] Parece ser que por aquel entonces
Wittgenstein había dicho de Popper que pensaba que podría cambiar el mundo y le
había aplicado el grosero correctivo de: “don´t try and shit higher than your
arse” (“no intentes cagar más alto que tu culo”). Wittgenstein’s Poker, por David
Edmonds y John Eidinow.
[3] Culture and Value, Edited by G.H. von Wright, pág.86. Noviembre de 1948, un par de años antes de morir.