GENUS
IRRITABILE VATUM,
La raza irritable de los poetas
(Horacio, Epístolas, II, 2, 102)
Una de
las pocas ventajas de la vejez es la debilidad de la memoria. Acabo de releer y
disfrutar de nuevo un texto de Ortega y Gasset que había leído hace menos de un
año y olvidado enseguida.
Pero
parejo a esa ventaja va el perpetuo inconveniente de la duda que tanto estorba
al disfrute del críptico y sacro texto. Mi duda sobre este exabrupto de Ortega
contra sus críticos es tan fácil como humillante de reconocer: no sé lo que mi admirado
y querido maestro Ortega quería decir.
Sí, ya
sabemos que nos iremos al otro mundo sin haber resuelto nuestras dudas, pero… Las
dudas pueden ser tan sólidas como las certidumbres. En fin, juzgue el avezado lector
el exabrupto del maestro frente a sus tal vez discípulos díscolos:
“Pensar
que durante más de treinta años —se dice pronto— he tenido día por día que
soportar en silencio, nunca interrumpido, a los pseudo-intelectuales
cretinos de mi país que descalificaban mi pensamiento, porque «no escribía
más que metáforas» —decían ellos. Esto les hacía triunfalmente sentenciar y
proclamar que mis escritos no eran filosofía. ¡Y claro que afortunadamente no
lo eran! si filosofía es algo que ellos son capaces de segregar. Ciertamente
que yo extremaba la ocultación de la musculatura dialéctica definitoria de mi
pensamiento, como la naturaleza cuida de cubrir fibra, nervio y tendón con la
literatura ectodérmica de la piel donde se esmeró en poner el stratum
lucidum. Parece mentira que ante mis escritos —cuya importancia aparte de
esta cuestión, reconozco que es escasa— nadie haya hecho la generosa
observación que es, además, irrefutable, de que en ellos no se trata de algo
que se da como filosofía y resulta ser literatura,
sino, por el contrario, de algo que se da como literatura y resulta que es
filosofía. Pero esas gentes que de nada entienden, menos que de nada entienden
de elegancia, y no conciben que una vida y una obra puedan cuidar esta virtud.
Ni de lejos sospechan por qué esenciales y graves razones,
es el hombre el animal elegante. Dies irae, dies illa!”[1]
No
lo puedo remediar, el tótem filosófico español que vivía en el siglo y en lo
eterno, el que declaró Delenda est Monarchia el 15 de Noviembre de 1930
y se desdijo diciendo No es esto, no es esto el 6 de Diciembre de 1931,
el mejor prosista del siglo XX, me cae siempre simpático. Y como simpatía en griego
es condolencia en latín, me conduelo con Ortega y lo apoyo en su sonoro cabreo
contra los “pseudo-intelectuales cretinos”. Aunque no sepa lo que habían
dicho los cretinos, imagino que bobadas progres.
[1] La idea de principio en Leibniz.
Cap. 30 Creencia y verdad,1947, José Ortega y Gasset, Obras Completas,
Tomo IX, Obra póstuma.
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¡Me quedo con el " No sé"!. Me encanta el " no sé ". Todo concluido para un nuevo comienzo, se necesitaba que la voluntad humana aceptase la mentira con prebendas y odiara la verdad para ser destruida esa misma voluntad humana por la mentira, no hay más vuelta de hoja. Como dijo Poncio Pilato " lo que he escrito escrito está", sus mismas palabras confirmaron la Verdad.
ResponderEliminarSi Ortega y Gasset y Unamuno llevaban toda la razón. A veces suena estas palabras " Duc in Altum" " Sursum Corda", como si fueran lemas de estandartes.
¡Que bonito un corazón tontito y el No sé!, todo de color celeste, dulce color alegre que colmas el alma. Ortega y Gasset independientemente de su talento como filósofo era un buen hombre, eso es lo que más importa, buena alma como Unamuno, porque si no diría Tolkien, el alma humana que tiene plasticidad se puede convertir de bonita a fea, se puede convertir en orco y ya no reconocerse ni poder verse en un espejo; siempre este objeto se encuentra en muchas obras literarias.
ResponderEliminarLa patria sigue estando como siempre estaba en tiempos de Ortega, tal vez incluso más desmejorada aún. Una decadencia que parece irreversible, aunque no debe perderse la esperanza. Ganamos el partido de fútbol contra Inglaterra ayer, pero vamos camino de ser la colonia de un Gibraltar que somos incapaces de recuperar. Ortega es siempre un estímulo, siempre. Pero lejos de entrar en el juego de pensar solo parece importar la adscripción inquebrantable a la minúscula capilla de turno, prietas las filas en la defensa de un fósil, por completo ajeno a la realidad.
ResponderEliminarPerdonen la frivolidad, pero otra cosa que no se perdonaba a Ortega, ni se le perdona hoy es su afán de excelencia, su elitismo bien entendido y, como parte de ello su elegancia personal, al menos su voluntad de elegancia. En particular, estoy convencido de que despertaba una animadversión visceral (más aún hoy en día) el que llevara corbata de lazo, la conocida pajarita. También la boquilla para fumar. Pero si usted quiere hoy en día que en esta España de borregos le miren con auténtico odio, vista corbata de lazo, y verá. Yo no me he atrevido todavía y soy mayorcito.
ResponderEliminarA derecha y a izquierda, Ortega, siempre diestro y siniestro, zurró a las derechas a veces pero con más frecuencia a las izquierdas. Y siempre “suaviter in modo, fortiter in re”.
ResponderEliminar¡El Cielo ya dijo !: " Basta". Ni equipo de Juan ni equipo de José para dividir, son colegas ambos de una misma obra teatral, ambos no se pueden ver entre sí pero unidos para destruir. D. José Ortega y Gasset en su libro " Apuntes del Alma", dice que hay dos lenguajes el de arriba y el de abajo, no hay más, uno es sencillo y otro rebuscado y rococó, uno verdadero y otro de naturaleza mentirosa. Dos linajes, el de caín y el de abel, dos Evas, la antigua del pecado original, desobediente y soberbia y la Nueva Eva obediente y humilde, María Santísima. Dice Ortega y Gasset que en la obra de D.Antonio Buero Vallejo, hasta Velazquez se asoma a la ventana y mirando al Cielo vio una Gran Batalla, estando al Arcángel San Miguel. Dijo Jesús, no ha habido una batalla como ésta ni jamás la habrá, ni cuando San Pablo. Si el filósofo vestía elegante no importa, lo que importa es el ad intra, no hace el traje a la persona sino la persona al traje, ¿ acaso la dignidad de una persona la hace el traje que lleve?, si al final la obra del Principe y el Mendigo es verdad totalmente, cuántos pueden llevar una vestimenta de lujo y son indignos de corazón ya, sepulcros blanqueados y también gente corriente lo mismo.
ResponderEliminarDijo Jesús " no prejuzguéis por las apariencias", dice más de las personas sus actos, por sus frutos los conoceréis, eso sí muchas veces al cabo de muchos años.
Dice D. José Ortega y Gasset que hay algunos o algunas que aunque les pongan trajes de lujo nunca serán elegantitos, ¡vaya apariencia impresentable !
D. Rodrigo Díaz de Vivar era tal cual y punto. Y allá que va D. Vasco Rodrigo de Rodríguez y Silva comandando la Nao Victoria con la Gracia de Dios.
D. José Ortega y Gasset dice: ¡ Parece cómo si las palabras estuvieran resucitando!
El Señor Ortega y Gasset opinaba que tres personas que fueron muy talentosas en el pensamiento y en sus vidas, siempre no les prestamos atención, y sería bueno saber de ellas y sus palabras u obras. El músico Mahler; así como su colega de filosofía Edith Stein, buscaron la verdad de Dios y se convirtieron, así como María Zambrano, a esta gran filosofa española no mirarla con mirada política, hay que pasar de esto, sino su pensamiento libre y punto. Y el magnífico espíritu carmelitano al que llegó la filósofa Edith Stein, Ad InTra y contemplativo total, brillante los tres según D. José.
ResponderEliminarMagnífica palabra " dolerse con" compartir el sufrimiento con y por, es sembrar hacia el cielo, redime, cura, sana. Dolerse con los que sufren. Y sus palabras fueron: los prefiero o frios o calientes a los tibios los vomitaré, sus palabras son serias. Seguro que Don José Ortega y Gasset está aprendiendo mucho de historia a través del Beato carmelita, Francisco Palau y de Quer, en sus obras .
ResponderEliminar¡Si está todo destruido...todo!. ¿ Y todavía se piensa que lo va a arreglar las personas profesionales, las intelectuales, la filosofía, la teología...los dos equipos de Juan y Pepe de toda la vida que ambos tienen al mismo jefe y haciendo cada uno su papel destructivo del mismo teatro?. Solo lo soluciona ya Dios, nadie más. El hombre perdió su imagen y semejanza a Dios. Dos realidades es la vida, dos más dos son cuatro pero dos y dos son cinco también. " Velad y Orad...orad y pedir el auxilio del CIelo! No hay tiempo para nada ya...pedir misericordia y pedir perdón por nuestros pecados a Cristo Jesús.
ResponderEliminarFelicidades don Santiago y que la Providencia nos permita muchos años más para seguir comentando y leyendo.
Eliminar¡Felicidades por el día de Ayer D. Santiago, el día de su Santo Patrono!, Santiago Apóstol, nada más ni nada menos, hasta los nombres de las personas son un misterio, sí D. Santiago se lo puso el cielo por Decreto de Amor. Que la Virgen Santa María del Pilar, le proteja y bendiga. ¡Qué hermoso cuando alguien dice una palabra cómo que no viene a cuento y nos quedamos con la boca abierta, parece que no tuviera sentido...! pero espera...espera que al final tendrá su sentido, terminamos de sorprendidos a sonreír. Claro uno se queda, ¿ y esto a qué viene?, Ah, Providencia Divina...preciosa pero díficil asignatura. Aunque a veces la Providencia es dura también pero para fortalecer a las personas y hacerlas mejores, el Cielo no quiere mimados. ¡Por la Gracia de Dios que se cumpla su Divina Voluntad sobre nuestro País!
ResponderEliminarEl Cielo creó las comas, los puntos y comas, los puntos seguidos, los puntos aparte, los paréntesis, los etc y más; todo lleva un orden y armonía y no puede romperse, va en jerarquía todo y total, como todo desordenado tiene que volver a ordenarse. Aunque los desordenados tienen la completa seguridad en ellos mismos que están en el orden...como los antipáticos piden simpatía, ya no se dieron cuenta que sí al principio a lo mejor fueron simpáticos, pero poco a poco fueron transformando sus interiores a antipáticos y no se dieron cuenta, ahora ya tienen la completa seguridad que son simpáticos ellos y los otros no. " Y ni se dieron cuenta ellos mismos...".
ResponderEliminarAl evitar el orteguismo, y a los potenciales orteguistas, se pudo concentrar en lo más relevante de la causas y naturaleza de las cosas.
ResponderEliminarPero quizá del itsmo hacia el sur el activista busca una causa justa para orientar sus derivas (el 'todo ayuda'). Mientras el observador, agotado al detectar y describir las causas causantes de los males, deja los remedios evidentes para ésos mecánicos exterminadores de causas.
Así se genera un bucle, lo que hoy se bautiza como win-win, entre activistas y observadores y sus respectivos coros.
Unas celebraciones de consecuencias que dejan a ambos perplejos ante las victorias pírricas de la destrucción de las causas.
El lector inocente como yo juraría que esta sabia disquisición epistolar, gnoseológica y epistemológica está elaborada por la Inteligencia Artificial de alguna máquina frívola. No obstante, el lector empieza a dudar del origen al ver una errata cateta: “itsmo” por istmo.
EliminarAsí es que ahí queda publicada con la advertencia a su autor de que plagiar a una máquina es una fea costumbre. Y no pienso publicar muchos más comentarios de este jaez.
¡Que Dios tenga piedad de todos!.¡Cuántos corazones ruines y miserables!, lo que se siembra se cosecha, es el pago. No ven pero cuando vean...tremendo.
ResponderEliminar¡No hay mejor tratado filosófico que cómo llamaba a las personas San Luís María Griñón de Monfort!
ResponderEliminarPor favor aclárelo.
Eliminar¡Unamos el dolor de D. José Ortega y Gasset con el dolor y lágrimas que D. Adolfo Suárez derramó en sus ojos rojos llorosos en su despedida!. Por Amor por bondad...la gente pasa de todo pero no se dieron cuenta que pasaron de ellas mismas.
ResponderEliminarNo sé si todos estos dolores y lágrimas tienen algún fundamento más allá de los caprichos de la IA. Muchos recordamos la pena de Adolfo Suárez pero no sé nada de las lágrimas de Ortega.
Eliminar¿ Alguna palabra D. Santiago?
ResponderEliminarMe dejan ustedes sin habla lógica.
Eliminar¡Me gustaba muchos las bibliotecas pero al final me quedo con una sola, la más hermosa, la que instruye en enseñanzas virtuosas y bellas, además de transcendentales y es la Biblioteca del Sagrado Corazón de Jesús!. Su Sagrado Corazón tiene muchas enseñanzas.
ResponderEliminarSin comentarios.
EliminarPerdonen mi descuido; por mi culpa ha arreciado el chaparrón de comentarios surrealistas o coñones o de IA. Queda, pues, cerrada la sesión.
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