Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: Botones de muestra

jueves, 26 de mayo de 2011

Botones de muestra

Si fuera un sabio alemán haría como Hans-Georg Gadamer. Hasta que se murió a los 102 años tan sólo leía libros de más de veinte siglos, aunque también hay motivos para pensar que leía los de sus amigos o enemigos como Heidegger. Como no soy ni sabio ni alemán ni tan viejo como Gadamer, he decidido contentarme con leer libros de más de un siglo o escritos por mis amigos. Esto último no es un intento de halagarlos sino la constatación de un hecho curioso: mis amigos suelen escribir bien, es decir, como se escribía hace cien años o más. Así es que siento deseos de compartir el gusto que me proporcionan mis lecturas, y me atreveré a recomendarlas de vez en cuando.

Y si para muestra un botón basta, intentaré comentarios muy concisos y alguna cita también breve.

He aquí algunos libros que me están gustando.



Me acaban de llegar estos dos libros, pulcramente editados (como se decía antes, y se hacía, y ahora ni se dice ni se hace). Disfruto de la melancolía barroca –bien distinta de la melancolía romántica- que abunda en ambos libros. Fernando Ortiz sabe trazarla, mejor quizá que nadie hoy:

Procura andar atento y avisado,
cuida que sea grato tu sendero.
-Mira que has de pagar alto el peaje-.

Aunque en parte el camino está trazado,
lo que andes a tu aire sea severo,
que no fue elección tuya este viaje.






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7 comentarios:

  1. Agradeceremos las recomendaciones y la buena noticia de estos dos libros de F.O. Gracias.

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  2. Ya estoy buscando las antologías de Fernando Ortiz. "Cuida que sea grato tu sendero", buen consejo y bien completado con "lo que andes a tu aire sea severo."

    Por cierto, ¿dónde está el hayedo que ilustra tu comentario?

    Y el rompimiento de gloria que ahora encabeza tu bitácora ¿quién lo pintó?

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  3. El hayedo está en la sierra de Urbasa, en Navarra, y lo fotografió Rafael Leborán.

    El rompimiento de gloria lo pintó Caspar David Friedrich (1774-1840). Luce en un paisaje de las montañas de Riesengebirge, entre Bohemia y Silesia.

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  4. Me he hecho con la "Poesía de una vida" de Fernando Ortiz y estoy conmovida y agradecida al poeta. Por favor, dígaselo. Y que Dios les bendiga a Usted, por la recomendación y a Don Fernando, por el libro.

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  5. Mientras me llegan los libros de Ortiz, siento que la espera de un libro te inquieta más que otras: ¿cuánto tardarán realmente? ¿llegarán o se perderán por el camino? ¿les habrá pasado algo?

    Es como la espera de alguien que ves demasiado de tarde en tarde. Aunque quizá la espera del libro emociona más, porque todavía ni podemos llamarle al móvil, ni enviarle un SMS.

    Eso me recuerda unos versos de Fernando Ortiz sobre la certeza de la inseguridad. Que no se enfade nuestro buen poeta, pero su lectura me produce más optimismo que melancolía. Quizá porque mi madre, siendo ya muy mayor, me aseguraba que lo peor que te puede pasar es perder la incertidumbre.

    ¿Qué nos queda del presente?
    ¿Del pasado y del futuro,
    qué esperamos?
    Tan sólo la transparente
    certeza de lo inseguro
    en las manos...

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  6. Muy estimado Chino Soler:
    Estaba claro que su madre no se chupaba el dedo. Sí se lo chupa quien se instala en la vida olvidando que está instalado en la incertidumbre, y no en la seguridad, como la tribu de urbanitas recientemente asentada en la plaza del Sol de Madrid. ¡Cómo me van a molestar sus comentarios, generalmente tan agudos! La distribuidora de mis últimos libros se llama "La mar de libros". Le digo esto para que, si le da la refencia a su librero, éste no tenga escape. Reciba un atento saludo con el ofrecimiento de mi amistad
    Fernando Ortiz

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  7. ¡ Dos estrofas magníficas!, " procura andar atento y avisado", una maravilla de consejo, me recuerda en algo a Stendhal. Hay libros contemporáneos bastante buenos, pero nada comparado con los Grandes Clásicos son los que muestran mayores y mejores enseñanzas.


    Y de los Best Sellers...ni hablo, no me gusta la literatura de consumo. Nunca debe faltar la poesía en la vida, es un buen medicamento para el alma.

    Saludos Cordiales.

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