Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: El usted amoroso

jueves, 24 de febrero de 2011

El usted amoroso

Los partes de guerra que nos llegan de los distintos frentes son confusos y aun contradictorios. Rápidos avances en Escandinavia, fuerte presión en Europa Central, relativa estabilización en Francia, pocos combates en la Unión Soviética, guerra relámpago en España, ligera recuperación del bando perdedor en Cuba. Nos referimos a la guerra mundial entre el y el usted. Hace un par de meses enviamos un cuestionario a diversos amigos en una docena de países, de cinco lenguas diferentes. Podríamos tabular los resultados, pero no conseguiríamos más que aburrir al respetable. A los españoles sólo nos gustan las conclusiones trascendentes. Ahí van, pues, transmutadas «de anécdota en categoría».

El avance del como forma única de trato continúa en casi todo el mundo, pero con menor ímpetu que hace quince años. Hoy por hoy parece más aventurado que en 1970 vaticinar que a principios del siglo XXI ya no existirá el usted. La reacción ha sido fuerte. Los Srs. Mitterrand, Tierno Galván y Fidel Castro, por citar sólo a tres reaccionarios, no están nada por la labor del tuteo generalizado. Mas por mucho que su ejemplo enardezca a la «famélica legión» que invocan cada vez que cantan la Internacional, dudamos que consigan educar a la otra legión, la que de verdad marca la moda que luego imitan sus mayores para no parecer viejos, la legión del porro y la caja tonta.

En los países nórdicos el tuteo está más cerca del triunfo absoluto porque a la natural simpleza de los jóvenes se ha unido la catequesis progre de unos maestros de escuela convencidos de que su misión histórica era instaurar la fraternidad universal suprimiendo el usted del léxico de sus alumnos, con lo que empiezan a escasear no ya quienes quieran usarlo, sino quienes sepan hacerlo. El proceso está más avanzado aún en Suecia que en Dinamarca. En el mundo germánico, además de los matices que determinan los distintos países y religiones, se da la circunstancia curiosa de que en la nobleza católica (sobre todo la austriaca y por contagio la bávara) se tendía por tradición a usar el al hablar entre iguales, y en los estados del norte y este de Alemania la aristocracia, protestante en su mayoría, tendía al usted. En ambos casos se trataba de lo que Julio Cerón llama palabras levadizas, que aíslan a un grupo social de su entorno. Claro está que los que escogieron el tuteo se encuentran ahora con que al convertirse en práctica general ya no les sirve de santo y seña, mientras que los que se aferran al usted todavía obtienen alguna que otra satisfacción. De todas maneras éste subsiste en la Suiza alemánica ultracapitalista como en la Alemania oriental comunista, así es que algún discreto encanto postfeudal tendrá.

Pero donde menos predomina el tuteo es en Francia. Aún hoy conocemos alguna pareja de menos de cincuenta años en la que marido y mujer se hablan de vous, como era frecuente en generaciones anteriores. A fin de cuentas, hasta J. P. Sartre y Simone de Beauvoir, tanto monta monta tanto en el pensamiento revolucionario, se hablaron siempre de usted, como nos recuerda don Emilio Lorenzo (ABC, 25-7-1985). Nada de lo cual obsta para que también en el mundo francófono —más en Bélgica y menos en Suiza que en Francia— progrese el tuteo entre los jóvenes. El único país donde no ocurre otro tanto es Cuba. Ya en anterior ocasión hemos comentado las frecuentes notas del Ministerio de Educación que publica el diario habanero Juventud Rebelde exhortando a la juventud (rebelde, pero dentro de un orden) a hablar de usted a superiores y desconocidos. Precisamente donde se hubiera podido pensar que la revolución acabaría con el usted está intentando conservarlo. En la Unión Soviética, adrede o no, también se mantiene.

Si el caso cubano puede sorprender a algunos españoles, no resulta extraño en el ámbito hispanoamericano, mucho más conservador del usted que el nuestro. Ese apego puede llegar a extremos paradójicos como en Chile, donde se tratan de usted los que no se conocen bien, de los amigos y de nuevo de usted los novios o esposos, o los adultos a los niños cuando quieren mostrarse cariñosos. Este usted bis amoroso es tan revelador que una mujer puede decirle a una amiga: «Ten cuidado, que se te empieza a notar que estás enredada con Fulanito. Ayer se te escapó un usted hablando con él en público». Puede que todas estas sutilezas lingüísticas sean restos decadentes del pasado, pero si seguimos suprimiéndolas, ¿quedará algo más que el gruñido prehistórico?


(Publicado en el ABC del 30 de Noviembre de 1985 y en El Guirigay Nacional (1988) y en El Guirigay Nacional, ensayos sobre el habla de hoy (2005))

Cuando yo trabajaba en ese extraño medio, entre académico y político, que es el mundo de los centros de análisis, llamados por los pedantes think tanks, palabra que habría que haber traducido - pero nos faltó empuje, o humor- por pensaderos, se decía que quienes viven de la bola de cristal tienen que resignarse a una dieta de cristales rotos. Por aquellas fechas, y sin tener nada que ver con mi trabajo principal, fue cuando escribí estos artículos sobre el lenguaje, el guirigay nacional, y cuando ahora releo los pronósticos de hace un cuarto de siglo me sonrío. Pero este de que "hoy por hoy parece más aventurado que en 1970 vaticinar que a principios del siglo XXI ya no existirá el usted" fue una previsión más bien prudente. El usted existe, o mejor dicho subsiste, con precariedad, en España. Veremos por cuanto tiempo más.

Por lo demás, tampoco la serie estaba exenta de errores. Los reconocí reproduciendo -al recopilar los artículos en libros- los deslices que me iban señalando amables e iracundos lectores. O los que me señalaba mi propia conciencia inquieta. Aun hoy de vez en cuando me apuntan o me reprochan alguna equivocación cometida en la noche de los tiempos. La última me la anota Antonio Burgos en su comentario a mi anterior entrada (Muerte de uno). Tenía razón mi amigo sevillano y se la reconocí en la bitácora, que si fuera una bitácora de barco haría fe, tanta como un acta notarial. Vale.

Bibliografía de El Guirigay Nacional. Ensayos sobre el habla de hoy
Bibliografía del Marqués de Tamarón
(c) Marqués de Tamarón 2008

2 comentarios:

  1. El uso del tuteo o el usted de forma voluntaría no es mas que el reflejo inmediato de la libertad y la confianza humana una vez superados los marcos formales y protocolarios; un sanisimo ejercicio de libertad y autonomia a la hora de decidir que barreras queremos establecer o eliminar, como nos queremos expresar ante alguien, nuestro posicionamiento social, vital, político... que puede tener mucho de costumbre y mucho de juego...de marcar territorio , ese "matiz" tan fundamental para el desarrollo cerebral con el que se controla una situación y una relación y que afortunadamente nos fué paulatinamente separando de Atapuerca... ( comunicacion primitiva y encantadora, pero básica y terriblemente previsible y aburrida...)
    No lo olvidemos: el lenguaje configura el pensamiento.

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  2. Hace ya anios mi padre me conto que el tuteo lo extendieron los falangistas, quienes se dirigian a cualquiera, joven o viejo, hablandoles de tu. Siendo el un chico le resultaba descarado, cuando no violento, y en todo caso inusual.
    Disculpe la ausencia de signos, ando con un teclado ingles.
    Me he divertido muchisimo con sus articulos ademas de aprender. Por favor siga, siga! Gracias. Leonor

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