Gerard van Honthorst (1622). Wallraf-Richartz Museum
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Temblando estaba de frío
el mayor fuego del cielo,
y el que hizo el tiempo mismo,
sujeto al rigor del tiempo.
¡Ay, niño tierno!
¿cómo, si os quema amor, tembláis de hielo?
El que hizo con su mano
los discordes elementos,
naciendo está por el hombre
a su inclemencia sujeto.
¡Ay, niño tierno!
¿cómo, si os quema amor, tembláis de hielo?
Lope de Vega (1612)
Precioso poema o villancico. Felices Fiestas. Celebremos y recibamos el Amor del Niño, en nuestros corazones con Humildad. Hermosa postal con la luz de María y el Niño.
ResponderEliminarEl regalo que usted nos da, es esta muestra de un castellano tan sencillo como bueno, incluso para los que no somos fieles seguidores de "El fénix de los ingenios". Que el niño rey se apiade de la pobreza de la conducta humana, y nos ayude a vivir de mejor manera en un mundo que si queremos arreglar, debe ser revisado hasta por la forma en que hablamos y escribimos. Gracias por sus deseos y gracias por la esperanza que trae su niño, el mayor fuego del cielo.
ResponderEliminarHermosa postal navideña. Gracias por inspirarme a sentir que la Navidad nos recuerda que, aunque acurrucado y a veces escondido, el Niño sigue habitando dentro de nosotros.
ResponderEliminarPrecioso poema. Parece lorquiano.
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