Al cabo de un par de semanas de silencio oficial los españoles empezaban a sospechar que los constantes incendios de los montes de media España no podían ser una casualidad o una consecuencia imprevisible de lo que antes se llamaba "la pertinaz sequía". Ahora ya las autoridades, siempre serias y los periodistas también adustos, empiezan a reconocer que hay pirómanos (o sea, hideputas) detrás de casi medio millón de hectáreas quemadas. O sea que andamos cerca del 1% de nuestra patria incendiado por delincuentes y asesinos de 8 personas por ahora.
Además, el Ministerio de Interior acaba de anunciar que el número de detenidos alcanza ya los 48 y son 134 los investigados por la Guardia Civil y la Policia Nacional. Esperemos que cuando esos casos lleguen a los jueces, estos no se laven las manos. Por de pronto no se facilitan nombres. Ni se aclaran causas y consecuencias de los delitos cometidos. Claro que no, sería una injusticia prejuzgar los actos que han llevado la muerte y la ruina a 411.315 hectáreas hasta el día de hoy.
Pero la Danza Macabra continúa, ante la indiferencia casi universal. Salvo la alegria de los que medran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar