Por el Marqués de Tamarón
Arde España, como cada verano. Y, como siempre, nadie hace – por distracción, por estupidez, por cobardía o por conveniencia política – a los poderes públicos nacionales, autonómicos o locales, la pregunta que salta a la mente de cualquiera: ¿cuántos de los autores de los incendios del verano pasado – casi todos provocados – están ahora mismo en la cárcel? Mientras salga gratis ese delito, como salen gratis en España otros delitos igual de atroces o más, seguirán produciéndose. A los canallas les da mucho gusto destruir lo que con razón ven como algo superior a ellos mismos.
El hecho es que hay motivos para sospechar que nadie sigue en la cárcel (y muy pocos entraron en ella) por prender fuego al monte, causen o no muertes y graves daños a la economía y a la naturaleza. Al menos yo no he conseguido obtener esa información, y llevo años pidiéndola a múltiples instancias oficiales.
En estos últimos días han aparecido dos excelentes estudios sobre este asunto.
WWF/Adena ha publicado el Incendiómetro 2009
Greenpeace también acaba de publicar Incendios forestales ¿El fin de la impunidad?
Recomiendo vivamente la lectura de ambos informes, y quizá alguien encuentre en ellos el dato que yo no he logrado ver: ¿cuántos de los condenados por el delito de prender fuego al monte cumplen su condena en la cárcel? ¿cuántos hay hoy en la cárcel por el daño inmenso que causaron en el verano pasado? Y no hablemos de los incendios dolosos o por negligencia que han causado tantos muertos en años pasados y en el presente verano. Da igual, eso también sale gratis en España. La verdad es que mi único consuelo en estos días ha sido que anteayer lunes 27 de julio de 2009 el diario ABC y el diario El País coincidieron gracias a la pluma de dos de los mejores dibujantes de España, Antonio Mingote y El Roto, en el tema de dos viñetas amargas y clarividentes que me permito reproducir a continuación. Quizá bien mirado no todos los españoles estamos de acuerdo con la impunidad de los canallas.
Antonio Mingote en ABC, Lunes 27/7/2009
El Roto en El País, Lunes 27/7/2009
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Tiene usted razón. Es curioso que cada vez hay más zonas de impunidad y mucha gente identifica democracia con impunidad de los grandes criminales como estos que usted señala y titubeos, tibieza en la aplicación de las leyes con los que ponen bombas lo cual produce ya arcadas.
ResponderEliminarSaludos. Disfruto leyendo sus escritos.
"Spes impunitatis continuum affectum tribuit delinquendi"
ResponderEliminarEspaña, Sr. Marqués, es un país de impunes. Impunes los incendiarios, impunes los terroristas, impunes los políticos corruptos, impunes los periodistas falsarios, impunes los especuladores que estafan... No sigo porque aburre. España, en fin, se parece cada vez más al Patio de Monipodio. Concepción Arenal, de vivir hoy, moriría de compasión en poco tiempo.
Gracias, Santiago, por ocuparte de estos asuntos tan olvidados y tan importantes. Ángel
ResponderEliminarSi vá a abrir la caja de pandora, tire usted, tire, que no sabe la de cosas que se vá a encontrar, no crea que está tan lejos.
ResponderEliminarLos poderes públicos en España han sido, bien lo sabes, Santiago, caciquiles-dictatoriales o cortoplacistas pendientes de su cuota de poder, y no ciertamente inclinados a la regeneración que pedía Costa y que pareció convocada en la euforia de la Transición. Entonces y ahora, es la sociedad la que ha de empujarles ¡es la naturaleza, estúpido! y ahí tu labor es un ejemplo. Gracias y no cejes.
ResponderEliminarDirectamente inspirado (si inspirado) en esta entrada, mi artículo en el Diario de Sevilla. Gracias.
ResponderEliminarGracias, Enrique, en nombre de los árboles. Pero la impunidad de los canallas es peor aún de lo que nos dicen los periódicos (“Sólo 10 pirómanos cumplen condena en todas las cárceles de España”), ya que como los periodistas han formulado mal la pregunta a las autoridades, éstas no contestan cuántos incendiarios culpables de los fuegos del verano pasado están ahora en la cárcel. Es posible que ninguno, y que los 10 “pirómanos” (¿por qué llamarlos así? ¿para que el cultismo esdrújulo les confiera la respetabilidad debida hoy en día al loco? ¿por qué no llamarlos canallas o hideputas?) sean todos de la última hornada, la de este verano todavía sin terminar. Tampoco me extrañaría que a estos los soltaran para que no se pierdan el resto de la temporada.
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