Por comodidad o por amor fraternal por el prójimo ("Odia al delito y compadece al delincuente", que decía Doña Concepción Arenal) es muy posible que termine el activo veraneo de los delincuentes sin que ninguno de ellos esté en la cárcel.
10.000 millones de euros según ASEMFO (Asociación Nacional de Empresas Forestales de España) es lo que ya ha costado el desastre criminal de este año. Por otro lado, OK Diario publicaba el 19 de Agosto: "Teniendo en cuenta que apagar un incendio tiene un coste de 19.000 euros por hectárea, estos incendios ya han supuesto 6.650 millones de euros, mientras que su prevención tiene un precio de 2.000 euros por hectárea, es decir, 700 millones de euros" Esto significaría unos 7.600 millones de euros para empezar a hablar.
A partir de ahí, todos los cálculos son más imaginarios que otra cosa. Lo único innegable es que el coste de lo que está ocurriendo va a alcanzar un total enorme y que todos los agentes económicos intentarán cargar los unos a los otros.
Seguirá ocurriendo lo mismo hasta que no queden bosques. O hasta que por una vez se haga caso de lo ya prescrito hace 800 años en las Cortes de Segovia y después en las de Valladolid: que no pongan fuego a los montes so pena de echar al culpable dentro.