Por tanto la legitimidad que invocan el PSOE y sus aliados descansa sobre quién ha de gobernar y lo hace alegando una base, para ellos única: la mayoría parlamentaria. Se olvidan de que el Estado de Derecho de origen histórico liberal decimonónico tiene su principal antecedente en la Grecia antigua con la voz griega Politeia. A este respecto permítaseme reproducir una vez más las palabras de Ortega y Gasset en sus Ideas de los castillos, en Notas del vago estío, El espectador- V (1926). Allí, el Maestro de la ironía socrática se atreve a declarar que Democracia y Liberalismo no sólo son siempre bien distintos sino con frecuencia antitéticos:
"Pues acaece que liberalismo y democracia son dos cosas que empiezan por no tener nada que ver entre sí, y acaban por ser, en cuanto tendencias, de sentido antagónico.
Democracia y liberalismo son dos respuestas a dos cuestiones de derecho político completamente distintas.
La democracia responde a esta pregunta: ¿Quién debe ejercer el Poder público? La respuesta es: [...] la colectividad de los ciudadanos.
El liberalismo, en cambio, responde a esta otra pregunta: ejerza quien quiera el Poder público, ¿cuáles deben ser los límites de éste? [...] el Poder público, ejérzalo un autócrata o el pueblo, no puede ser absoluto, sino que las personas tienen derechos previos a toda injerencia del Estado.
[...] Se puede ser muy liberal y nada demócrata, o viceversa, muy demócrata y nada liberal.
[...] Sería, pues, el más inocente error creer que a fuerza de democracia esquivamos el absolutismo. Todo lo contrario. No hay autocracia más feroz que la difusa e irresponsable del demos. Por eso, el que es verdaderamente liberal mira con recelo y cautela sus propios fervores democráticos y, por decirlo así, se limita a sí mismo". ¹
Puede que quienes disfrutan citando mal a Ortega o no citándolo piensen por una vez qué hubiera dicho nuestro maestro ante la situación política en la España de hoy, 19 de Diciembre de 2022.
Pues, aquí y hoy, lo mismo que en 1926.
¹ HABRÁ MENOS LIBERALISMO Y MÁS DEMOCRACIA, Nueva Revista, número 156 (2015).
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) Qué pensarán el 16 por ciento de la población qué vive en España no siendo españoles.. Muchas gracias don Santiago... Juan viejo
ResponderEliminarLa vieja diferencia entre la legitimidad de origen y la legitimidad de ejercicio.
ResponderEliminarAlejandro A.
(Por fin consigo colgar un comentario)
Es, me parece, la paupérrima calidad de quienes ejercen el Poder la causa del deterioro y el escándalo. Calidad moral, calidad intelectual y , si cabe, en algunos caos, salubridad mental. Aceptando algunas diferencias, no creo que sea cuestión esencialmente ni de ideologías, ni de partidos. Sigo sin saber que se opone hoy a liberal. Perdone, le ruego, mi torpeza en este punto.
ResponderEliminarEl mejor sistema colapsa si es administrado por inútiles y aplicado a no muy dotados.
A su servicio,
DJF
Remito su comentario al autor del texto citado, Don José Ortega y Gasset.
EliminarPor cierto que Ortega tampoco sabía a ciencia cierta quién (además de él) era liberal y quién se oponía.
EliminarQué razón tiene usted sr Flores
EliminarMuy interesante. Feliz año, Santiago.
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