Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: Ni errata ni error: arcaísmo

martes, 29 de marzo de 2016

Ni errata ni error: arcaísmo



     Al volver de Puerto Rico me entero del revuelo que se formó aquí a propósito de un rótulo aparecido en la televisión de San Juan durante la intervención del Rey al inaugurar el 15 de Marzo pasado el Congreso Internacional de la Lengua Española. Más de un semialfabetizado se rasgó las vestiduras porque el letrero (pronto corregido) rezaba SU MAGESTAD EL REY DE ESPAÑA FELIPE VI.

     El fingido escándalo aderezado con bromas ignaras carecía de sustento. No hubo ni errata ni error, sino arcaísmo. Éste es fácil de entender teniendo en cuenta que la isla de Puerto Rico fue declarada dominio de la Corona Hispánica en 1493 (unos 20 años antes que Navarra) por Cristóbal Colón. Y en aquel entonces y durante varios siglos más Magestad se escribía así, con g. Basta con mirar el mejor diccionario español, el que publicó la Real Academia y pasó a llamarse el Diccionario de Autoridades, cuyo tomo cuarto, de 1734, recoge cuatro entradas de la voz Magestad:


     Y si no lo ven claro, vayan ustedes al Diccionario de Autoridades puesto en la Red por la Real Academia Española (http://web.frl.es/DA.html) donde aparecen esas cuatro acepciones de la palabra Magestad:
MAGESTAD. s. f. Título honorífico, que propriamente pertenece a Dios, como a verdadera Magestad infinita, y después a sus retratos en la tierra, quales son los Emperadores y Reyes: y assí se dice, Vuestra Magestad, su Magestad, &c. Es del Latino Majestas. RECOP. lib. 4. tit. 1. l. 16. Y en el remate de ella, no se diga más que Dios guarde la Cathólica Persona de V. Magestad. SANT. TER. Cart. tom. 1. Cart. 9. num. 1. Plegue a su Divina Magestad, se sirva de darmelos (trabajos) a mi sola. 
MAGESTAD. Superioridad y autoridad sobre otros. Latín. Praestantia. Dignitas
MAGESTAD. Significa tambien grandeza, autoridad, decoro, magnificencia y suntuosidad, con que se executa alguna cosa. Latín. Dignitas. Magnificentia. MUÑ. M. Marian. lib. 4. cap. 3. Entró el Santíssimo Sacramento por su casa, con la magestad y acompañamiento que hemos visto. 
MAGESTAD. Se toma assimismo por seriedad, entereza y severidad, en el semblante o acciones. Latín. Oris majestas, gravitas. SIGUENZ. Hist. part. 3. lib. 3. Disc. 21. Tanta fue siempre la magestad de este Rey, que ninguno le habló jamás, que por lo menos no sintiesse en sí alguna notable mudanza.
     La verdad es que algunos se pasan de listos burlándose de este arcaísmo y no de otros como la x de México. A mí me gustan todos esos arcaísmos, a fin de cuentas reconocimientos en aquellas tierras de sus lejanas raíces castellanas.

10 comentarios:

  1. Toda forma pasada es arcaica para las impenitentes fuerzas del progreso, y por ello merecedora de burla, befa, mofa y escarnio. Tan atentas están siempre a las surgencias de arcaísmos (y para ellos arcaico fue lo de ayer tarde) que se diría que el progreso consiste en un interminable volverse sobre el pasado para ridiculizarlo, y en poco más. Si al hambre de pretéritos se le suma la posibilidad de hacer desprecio a un rey, la ocasión les viene pintiparada.

    Si por uno fuera les haría probar la majestad, y ya puestos no la real sino aquella de la que ésta es reflejo: la Maiestas Domini. Por ejemplo, la del Altar del Duque Ratchis (737-744) (1). La imagino descendiendo del cielo sobre las cabezas de tanto ilustrado, con sus veinte kilos de caliza lombarda.

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    (1) https://es.pinterest.com/pin/552676185495396675/

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  2. Los disparates que llega a decir el sectarismo, Señor. ¿De veras la abolición de la esclavitud, la multiplicación (casi) por tres de la expectativa de vida en Occidente y tantas otras cosas son sólo "un interminable volverse sobre el pasado", etcétera? ¿Y a quienes han hecho posibles ésos y tantos otros avances sólo se le ocurre "hacerles descender sobre las cabezas veinte kilos de caliza lombarda? Hágaselo usted mirar, por Dios.

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    1. Todo parece indicar que este gentil anónimo confunde avances con progreso. Claro que existen avances como los que él cita y otros varios miles más, como el cuarto de baño que decía Nabokov. Pero también hay retrocesos, como prolongar la vida entubando durante años a la víctima, o destruir estúpidamente la Naturaleza. El progreso no es sino la suma algebráica de avances y retrocesos, que unas veces parece mostrar cómo nos dirigimos hacia una utopía y otras indica que vamos hacia una distopía.

      Otrosí, no sobra nunca el sentido del humor, ese sí que debe “hacérselo mirar”, Sr. Anónimo.

      Piense que el altar mostrado no puede pesar algo tan leve e insustancial como 20 kilos de caliza lombarda. Más bien serán un par de toneladas las que le caerían en la cabeza al rousseauniano ebrio de la gloriosa modernidad. No deseo que le toque a usted soportar el éxito de la imprecación que tanto le molesta, pero si esa fuese su la mala suerte tendría un motivo de peso para hacérselo mirar.

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    2. Muy sutil la distinción entre "avance" y "progreso". Tanto, que el DRAE, por ejemplo, no la registra; define ambas exactamente igual, como "acción de ir hacia adelante"; y en la 2ª acepción de "progreso", por si quedaran dudas, se lee "avance, adelanto, perfeccionamiento". Claro que siempre podemos acordarnos de Humpty Dumpty, y de su pretensión de que las palabras han de significar no lo que generalmente se entiende, sino lo que él diga. Uno, que no tiene ni tanto atrevimiento ni tanta autoridad, prefiere atenerse al significado general, ya que de otro modo termina la gente por no entenderse. Quizá es eso lo que ocurre en este caso, digo yo.

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    3. Sr Martinez, o Sr Unsoweiter si lo prefiere, le recomiendo que consulte usted el diccionario antes de corregir, permita que añada 'con tal exceso de prepotencia pedante' a su interlocutor.
      El término 'progreso' se presta a multiples interpretation es. También deje usted que exprese con el mayor respeto que su argumento ganaria mucho si dejara usted de lado esa chulería de barrio bajo, más propia del lupanar. Se lo digo sin acritud y con buen humor, y no, créame, no soy el anónimo del texto original.

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    4. Señores Anónimos (o Señoras Anónimas), me permito contestarles a Vds. puesto que el Sr. Martínez no parecía ser el destinatario de sus dos últimos comentarios.

      No me atrevería a pensar que el anónimo del 1 de Abril procede de un terrible reaccionario, aunque su autor parece creer que avance y progreso son sinónimos, olvidando que los avances (incluso los de la Vanguardia del Proletariado) suelen mencionarse en plural, mientras que el sagrado vocablo Progreso va casi siempre en singular, y con mayúscula cuando es nombre de periódico o de partido político.

      ¿Insinúa acaso que los políticos progresistas deberían ser calificados de avancistas? Sería incorrección política, "chulería de barrio bajo, más propia del lupanar".

      Pero en fin, esas son menudencias comparadas con el acierto de traer a colación a Humpty Dumpty, el personaje más citado por los lingüistas, sean deterministas o relativistas. Y, como huevo que era, más sabroso que Crátilo con su río.

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    5. Señoras y Señores Anónimos, Pseudónimos o Nominados, veo que durante estos días han comentado con libertad cuanto han querido. Pero ya no hay más lugar en esta página para ulteriores disquisiciones sobre Lupanares, Progresos y otras Filologías. Así es que buenas noches.

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  3. ¡Quizás los arcaísmos y los anacronismos sean muy necesarios en la modernidad!

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  4. Mi modesta experiencia dice que los españoles que se ríen de expresiones oídas en Hispanoamérica se ponen invariablemente en evidencia. Desde el ¿mande? habitual en Méjico hasta las arvejas o el platicar, todas estas palabras hicieron hace siglos el viaje de ida al Nuevo Continente y allí arraigaron. Andrés Bello, quien según Menéndez Pelayo fue el salvador de la integridad del castellano en las Américas, dejó escrito que "hay locuciones castizas que en la Península pasan hoy por anticuadas, y que subsisten en Hispanoamérica: ¿Por qué proscribirlas?... Si de raíces castellanas hemos formado vocablos nuevos según los procederes ordinarios de derivación que el castellano reconoce, y de que se ha servido y se sirve continuamente para aumentar su caudal, ¿qué motivos hay para que nos avergoncemos de usarlos? Chile y Venezuela tienen tanto derecho como Aragón y Andalucía para que se toleren sus accidentales divergencias, cuando las patrocina la costumbre uniforme y auténtica de la gente educada." Menos inteligentes y sensibles, nosotros hemos importado vocablos tan feos e innecesarios como "implementar", que me causó espanto la primera vez que lo oí en Buenos Aires y aquí ha proliferado como las cotorras en nuestros parques. Mal cambio.

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  5. ¡Posiblemente debamos guardarnos de ciertos anacronismos también según del tipo de que se trate!

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