Gerard van Honthorst (1622). Wallraf-Richartz Museum
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Temblando estaba de frío
el mayor fuego del cielo,
y el que hizo el tiempo mismo,
sujeto al rigor del tiempo.
¡Ay, niño tierno!
¿cómo, si os quema amor, tembláis de hielo?
El que hizo con su mano
los discordes elementos,
naciendo está por el hombre
a su inclemencia sujeto.
¡Ay, niño tierno!
¿cómo, si os quema amor, tembláis de hielo?
Lope de Vega (1612)