Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: De esta agua no beberé

jueves, 19 de junio de 2014

De esta agua no beberé

 
      Renuncio a traducir al español esta minúscula, contundente y exacta crítica de la novela llamada The sea (El mar) de John Banville. Sé que su autor, M. U., a quien conozco desde hace muchos años, nunca escribe a humo de pajas. Por eso a mí me quita todas las ganas de leer esta obra, la principal, de quien se dice que alcanzará el Premio Nobel. Esta última conjetura tampoco me compensa el aburrimiento de su lectura, que preveo cruel.

      Tómese, pues, como aviso a navegantes de ese mar tedioso, lo contrario del mar color de vino que surcó Ulises.

      In The Sea, John Banville shows a wealth of otherwise common (and not so common) English vocabulary, alongside an almost impertinent ease in the use (at times verging on abuse) of English syntax - which, alas, makes his prose impeccably (if perhaps unwittingly) un-English*.

      By means of which, Banville succeeds in putting forward a drab, eminently forgettable set of colourless characters, moving in and ebbing out with the unclean, murky tides of past and present aflow from an ominously whitish sea. Hardly an inviting seascape.

                                                                           M. U.
                                   
      * Sí, ya sé que Banville es irlandés (y -según dicen- el más grande autor vivo en lengua inglesa).
      Agradezco a mi amigo su presencia cáustica en estas páginas y que me ahorre leer al Sr. Banville. Seguiré sufriendo, pero con Dostoievski, un valor más seguro.

12 comentarios:

  1. Pues tomamos nota don Santiago, yo le haré caso, me parece lo más adecuado.

    Reciba mi más cordial muestra de afecto,

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  2. Gracias por dar a conocer esta crítica, que es liberadora. Hace tres años un amigo me recomendó que leyera a Banville, y con dificultad terminé su novela "The untouchable". Cuando le dieron el premio Príncipe de Asturias de las Letras intenté recordarla, y mis perjudicadas neuronas fueron incapaces de transmitirme nada. Recordé aquel autor inventado por Somerset Maugham en "The human element", Humphrey Carruthers, uno de cuyos libros "was so delicate that it was a little difficult to know exactly what happened. A young man, parliamentary secretary to a cabinet minister, very nearly proposed to a baronet's daughter, but didn't. Two or three others went on the river in a punt. They all talked a great deal in an allusive way, but none of them ever finished a sentence, and what they meant was very subtly indicated by dots and dashes. There were a good many descriptions of flowers in the garden and a sensitive picture of the Thames under the rain. It was all seen through the eyes of the German governess, and everyone agreed that Carruthers had conveyed her outlook on the situation with quite delicious humour."
    Y Maugham sentenciaba: " I was disappointed. I like a story to have a beginning, a middle, and an end. I have a weakness for a point. I think atmosphere is all very well, but atmosphere without anything else is like a frame without a picture; it has not much significance."
    Coincido con el juicio de Maugham. Y, premiadas o no, las novelas de Banville seguirán, como hasta ahora, untouched.

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  3. Se me ocurre que cuando un irlandés escribe (en inglés, puesto que en gaélico ya nadie sabe escribir) lo más probable es que lo haga mal si recibió una educación católica y lo haga bien si recibió una educación protestante o anglicana. Da igual a estos efectos que termine siendo un ateo militante como Samuel Beckett; lo que cuenta es su educación escolar antes de los veinte años.

    Deduzco lo que antecede basándome en una muestra estadística nada exhaustiva pero sí relevante. Si nos pidiesen una lista de media docena de escritores irlandeses importantes, casi todo el mundo mencionaría éstos:
    Jonathan Swift
    Bernard Shaw
    Oscar Wilde
    W. B. Yeats
    Samuel Beckett
    James Joyce

    Pues bien, todos estos recibieron una educación esmerada, pero el único que fue a un colegio católico fue Joyce. Todos los demás fueron a colegios anglicanos o protestantes. Y resulta que en estas confesiones se leen las Sagradas Escrituras, y lo hacen utilizando la espléndida traducción al inglés conocida como la Biblia del Rey Jaime. Como elemento determinante en la evolución de la lengua inglesa, esa traducción de la Biblia fue tan decisiva como la traducción de Lutero en la lengua alemana. Los católicos, en cambio, reciben durante su infancia muchos menos ecos del inglés en todo su esplendor.

    Algo tendrá que ver con eso el lado aburrido del estilo literario de Banville. John Banville se educó en un colegio católico.

    En honor de la verdad tengo que añadir que Banville tuvo, en cambio, una gran ventaja para escribir bien: no fue a la universidad, gran madre castradora del buen estilo literario en todas las lenguas. Es más, el propio Banville reconoce que le hubieran estropeado el estilo literario los maestros universitarios. O sea, que hubiera sido peor todavía. Bueno, si ustedes prefieren dejémoslo en aún menos bueno.

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    1. No está mal visto por Scott-King el influjo determinante de la lectura del hermoso inglés de la Biblia del Rey Jaime. Me pregunto si el catecismo católico en inglés estaba tan bien escrito como nuestros catecismos españoles de Astete y Ripalda. Pero la triste realidad es que en un estúpido arrebato de insobornable contemporaneidad los ingleses han abandonado casi del todo la King James Bible y han adoptado versiones bastante pobres de las Escrituras. Al igual que en otro necio ataque de insobornable contemporaneidad aquí hemos abandonado las versiones antiguas de Astete y de Ripalda. Peor aún, la Iglesia Católica, es decir universal, ha abandonado la gloriosa versión latina de la Biblia Vulgata de San Jerónimo y... En fin, para qué seguir y entristecernos.

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    2. Perdón ¿usted es el de la Europa moderna de Evelyn Waugh?

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    3. Elementary, dear Watson!
      Y usted,
      Dr Livingstone, I presume?

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    4. Recuerdos a su amigo el señor Loveday ¿se recuperó ya de la pequeña salida?

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    5. Se los he dado ya, pues me lo encontré el otro día por la calle cosa que ocurre a menudo desde que se vino a vivir a España, sabiendo que aquí sus modestas aficiones le salen baratas.

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  4. Coincide con su amigo M.U. (¿MIguel de Unamuno?) mi amigo A.I en ABC ¿alguien sigue leyendo el ABC? por otro lado puede probar con el alet-ego de Banvile, Benjamin Black y su última hazaña, la continuación de Marlowe por otros medios...

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    1. Pues sí, yo al menos sigo leyendo el ABC, e incluso escribiendo allí. ¿Cómo va uno a salir a la calle por la mañana sin haber leído las esquelas? ¿Y si resulta que está uno muerto y le da un susto en la calle a un amigo que sabe que uno ya está criando malvas?

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  5. Enhorabuena por su tercera de hoy en ABC

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