Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: noviembre 2024

lunes, 4 de noviembre de 2024

Orden en los comentarios

 A partir de ahora, pondré orden en los comentarios. Estos tendrán que circunscribirse al asunto tratado en la entrada. Espero así evitar el exceso de divagaciones.

No obstante, y como última excepción, procuraré publicar los otros comentarios pendientes en su sitio aunque no cumplan con esta norma establecida. 

Por último, ruego a los lectores que si quieren dejar algún comentario no firmen Anónimo. Sugiero que usen un pseudónimo, a ser posible el mismo para cada lector. 

Erasmo de Róterdam

 

Por si fuere cierto que el rostro es el espejo del alma y también que los scripta manent, los escritos permanecen y revelan el fondo del pensamiento, empecemos recogiendo ambos, los rasgos de la cara y los del pensamiento de Erasmo de Róterdam (n.1466- +1536).

En ambos –rostro y pensamiento– se transparentan su inteligencia, su hondura y su ironía.

Navegar en los comienzos de la Reforma y de la Contrarreforma no era fácil empeño. Él lo consiguió con su media sonrisa y atenta mirada a los escritos.

Juzgue el lector contemplando algunos de los muchos retratos que se conservan del polifacético Erasmo:

Erasmo por Quinten Metsys, 1517


Erasmus por Alberto Durero, 1520 

Erasmus por Hans Holbein el Joven. 1523

Erasmus por Alberto Durero, 1526

 

Erasmus por Hans Holbein el Joven, 1528



Erasmus por Léon van Dievoet, 1986


La verdad es que bastan y aun sobran los siguientes elementos para trazar un perfil bastante realista de alguien como Erasmo de Róterdam, nacido en 1466 y muerto en 1536, sacerdote católico, filósofo, teólogo y no debemos olvidarlo, hombre con mucho sentido de lo cómico.

Inaugurando un nuevo proceder, que algunos llamarán comodidad para el autor y otros comodidad para el lector e incluso para el biografiado, me propongo confesar al lector lo siguiente.

El resumen de esta entrada sobre Erasmo de Róterdam está hecho con los siguientes mimbres, modestos pero bien recios:

En la Wikipedia en español Erasmo de Róterdam, una buena entrada de unos quince folios que aprovecha parte del contenido de la entrada en inglés Erasmus.

 Erasmo de Róterdam, Wikicitas en español, muy poca extensión y profundidad.

En la Wikipedia en inglés Erasmus, excelente y amplia entrada de un medio centenar de folios, completada en Wikiquote con una docena de folios.

En la Wikipedia en francés, en Érasme se encuentran informaciones distintas de las dos anteriores y en general es una entrada muy interesante. En el Wikiquote en francés hay citas sobre Erasmo pero no de Erasmo.

Pero lo principal sería obtener –a ser posible y sin incurrir en robo con asesinato– la espléndida colección de los 4.151 proverbios en su versión griega y latina con glosas e índices. Naturalmente he intentado hacerme con él  pero el precio es astronómico.

Hasta donde han llegado mis fuentes de información –además de la excelente calidad de las diversas Wikipedias en los únicos tres idiomas que conozco– creo que no es necesario salvo ansias eruditas acudir a otras fuentes. Además con frecuencia esas otras fuentes menores decepcionan. Tiene su interés Erasmo de Rotterdam. Adagios del poder y de la guerra y Teoría del adagio (Ramón Puig de la Bellacasa, Charles Fantazzi y Alexandre Vanautgaerden). 

Sí, esos son los bueyes y con ellos hay que arar. 

     

    Post scriptum. Me olvidé de una fuente modesta, alegre y no muy de fiar: presenta una selección de los Adagios de Erasmo. La selección está hecha por un médico culto del Siglo XVIII, inglés, llamado Robert Bland, M.D, F.S.A. Para mí es un misterio, menor pero innegable, pues ya en la tapa del libro, en su edición de 1814 (que he comprado por pocos euros), dice:

     Lo más importante es que el culto médico Doctor Bland añadió ejemplos "de las lenguas español, italiano, francés e inglés". Gracias a esa generosa distribución de ingenios sabemos que Sapientes portant cornua in pectore, stulti in fronte (los sabios llevan cuernos en su pecho y los tontos en la frente); aunque luego el sabio británico añade otra versión en español mucho menos florida: Los locos tienen el corazón en la boca y los cuerdos la boca en el corazón.