Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: febrero 2013

lunes, 25 de febrero de 2013

¿Argo o Argos?

El barco de los argonautas por Lorenzo Costa (1460-1535). 
© Wikimedia Commons

Si de algo se habla hoy es de Argo, y no sólo entre aquellos andaluces para quienes cualquier algo sea argo. Me refiero a la película de tantos óscares anoche. Me pregunto, no obstante, si en español debería llamarse Argo o Argos. En la enciclopedia Espasa tan sólo aparece Argo como "islote del Nilo". En cambio Argos aparece con todas las principales acepciones conocidas: el nombre del barco de Jasón con el que consiguió el vellocino de oro, el nombre del constructor del barco, el nombre del gigante o monstruo de muchos ojos que Mercurio mató y Juno convirtió en pavo real, el perro de Ulises -"fiel pero desdichado"- y la ciudad más antigua de Grecia.

Por el contrario, en la Wikipedia en español se reserva Argo para el barco y todas las demás acepciones son asignadas a Argos. En la Wikipedia en inglés Argo se reserva al barco y Argos se deja para el perro de Ulises, el constructor del barco y la ciudad, mientras el gigante de muchos ojos es Argus.

Suelo mirar con recelo cualquier novedad, así es que tentado estoy de atribuir la extensión en español de la forma Argo a la pareja extensión de la cursilería extranjerizante entre los hablantes de español. Pero me gustaría equivocarme, así es que ruego a mis lectores que me digan si este cambio ha sido súbito o ya en la época de la redacción de la enciclopedia Espasa (empezada hace más de un siglo) alguien usaba en español el nombre propio Argo, aplicado a algo más grande que el islote del Nilo.

Y soy consciente también de que a veces los títulos de las películas no se traducen, incluido el caso reciente de mi admirada película Prometheus, de Ridley Scott.

En fin, habrá que ver el Argo filmado para saber si sigue la historia que termina bien para los argonautas o la que termina mal para el gigante guardián del honor de Juno, ultrajado como de costumbre por Júpiter. Lo probable es lo primero, pero... ¿y si el nombre del guardián burlado fuese un guiño a los Guardianes de la Revolución? Lástima de esa ese final.

martes, 19 de febrero de 2013

Botones de muestra (XI)



       Es interesante comprobar cuán bien funciona la censura intelectual de izquierdas, sobre todo en el mundo de habla española. Propongo a mis amigos un inocente juego de sociedad. Escoja un personaje o un asunto que conozca usted bien. Mire lo que de él, ella o ello dice la Wikipedia en inglés, que es mucho más amplia y está mucho menos escorada a babor que la Wikipedia en español o en francés. Compare el artículo en inglés con su versión en español. A menudo la versión en español es copia o traducción de la versión original, pero suele eliminar materias que podrían ofender la sensibilidad de un lector progresista. Ayer hice el experimento cotejando la biografía de Bertolt Brecht en inglés y en español. La primera es algo sesgada por suppressio veri y la segunda añade a la suppressio veri apreciables dosis de suggestio falsi. 

      Entonces acudí al mejor antídoto que conozco contra la corrección política, el libro de Paul Johnson que con el título de Intellectuals recoge una docena (o más bien la docena del fraile, trece) de ensayos devastadores sobre la crema de la inteleztualidá progre. Desde Rousseau hasta Lillian Hellman desfila la torva caterva de mentirosos, egoístas y locos. La descripción que hace de cada uno de ellos aparece siempre documentada con citas de fuentes solventes. Pero Bertolt Brecht es señero: Paul Johnson confiesa que es "el único intelectual de los que he estudiado que parece no tener ni una sola característica a su favor". 

      En cuanto al oportunismo hipócrita de Brecht, aparece bien definido en una sola frase: 

      "Ya en el verano de 1949, gracias a mucha doblez y abiertas mentiras, Brecht tenía exactamente lo que ansiaba: un pasaporte austríaco, apoyo del gobierno de Alemania Oriental, un editor en Alemania Occidental y una cuenta bancaria en Suiza". 

      No está mal, para un paladín de la Famélica Legión. 


Intellectuals
Por Paul Johnson
Primera edición: Weidenfeld and Nicolson

Londres, 1988
(Hay ediciones posteriores en inglés, y hay edición en español, que no he leído)

Enlaces relacionados:
Botones de muestra (X)
Botones de muestra (IX)
Botones de muestra (VIII)
Botones de muestra (VII)
Botones de muestra (VI)
Botones de muestra (V)
Botones de muestra (IV)
Botones de muestra (III)
Botones de muestra (II)
Botones de muestra

viernes, 8 de febrero de 2013

España, pronto en llamas

      Menos mal que alguien agarra el toro por los cuernos. Hasta ahora no habíamos visto a ninguna de las grandes y millonarias oenegés ecologistas hacerse las preguntas más importantes sobre los incendios de bosques en España, ni hacerle esas preguntas a los poderes públicos:

      ¿Número de incendios forestales?¿Porcentaje de provocados por dolo o culpa?¿Porcentaje de detenidos?¿Porcentaje de juzgados?¿Porcentaje de condenados?¿Porcentaje de condenas cumplidas?¿Porcentaje de condenas de más de media hora de detención?

      Por fin una organización pequeña, independiente, modesta en medios y valerosa en objetivos, la Fundación Civio, a través de su proyecto España en llamas, se ocupa de las cuestiones básicas hasta ahora sin aclarar. Las dos líneas de investigación iniciales que ya están en marcha son, en palabras de la propia organización:

  1. Los responsablesQueremos saber por qué tantos incendios intencionados no llegan a los tribunales y cuáles son los casos que sí son juzgados. Esta línea de investigación es de máxima actualidad porque ayuda a clarificar las consecuencias de la última reforma del Código Penal, anunciada en septiembre de 2012 por el Consejo de Ministros. En 2006 se creó la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo con el objetivo, entre otros, de agilizar la investigación judicial de los incendios forestales. Entre 2008 y 2010, concluyeron 378 casos de este tipo. Un 72% de los fallos fueron condenatorios. Pediremos acceso a todas las sentencias, las analizaremos, buscaremos información específica sobre los culpables (la mayoría de las sentencias están anonimizadas) e incorporaremos esta información a la aplicación informática.
  1. El gasto en prevención y extinción de incendios por comunidad autónomaEl gasto en la prevención, extinción y reparación de incendios depende de cada gobierno autonómico. Por tanto, cualquier análisis cuantitativo cuenta con el problema añadido de recoger datos dispersos y estandarizarlos para su comparación. Compararemos y analizaremos la evolución y ejecución de este gasto teniendo en cuenta la incidencia de los incendios en cada región.
       Los principales datos obtenidos hasta ahora se pueden descargar de la página de España en llamas

      A ver si por lo menos conseguimos que cuando lleguen las calores sigan todavía a la sombra los canallas incendiarios del año pasado. Quiero decir los pocos que fueron detenidos y condenados. 


Entradas relacionadas: